5 señales de que eres un adicto al trabajo pero tu rendimiento no es el mejor
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Solo porque seas el primero en llegar a la oficina todas las mañanas y el último en irte no significa que seas el mejor trabajador de la empresa. De hecho, eso ni siquiera significa que tengas un buen rendimiento.

Lo primero es lo primero: Es casi inevitable que trabajar muchas horas y dar el 110% las 24 horas del día te deje agotado.

En segundo lugar, existen algunas diferencias importantes entre los adictos al trabajo y los mejores trabajadores. En un post de LinkedIn de 2014, el renombrado orador corporativo y autoproclamado adicto al trabajo en recuperación Jullien Gordon escribió que el adicto al trabajo se parece mucho a una persona con un gran rendimiento, sin embargo, en realidad son personas totalmente diferentes.

Estas señales te permitirán averiguar si eres una persona de gran rendimiento o si simplemente echas más horas en el trabajo que un reloj.

1. No te resulta fácil priorizar

Mientras que los adictos al trabajo tienen dificultades para diferenciar entre prioridades y tareas que pueden quedar relegadas a un segundo plano, haciendo hincapié en todo a la vez, las personas con mejor rendimiento son conscientes de cuándo y cómo ejercer su energía y esfuerzo de una manera mucho más sostenible.

"Un artista de alto rendimiento trabaja duro en formas saludables y sostenibles y se siente feliz e inspirado", explica Gordon en su artículo. "Un adicto al trabajo trabaja duro en formas insalubres e insostenibles y se siente infeliz y agotado".

2. Necesitas que los demás te den su visto bueno

Mientras que los adictos al trabajo están constantemente intentando conseguir la aprobación de sus superiores y compañeros, las personas realmente productivas conocen su valor y realizan autoevaluaciones periódicas para seguir mejorando.

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3. Siempre estás ocupado

Las personas con un alto rendimiento se centran en los resultados que se obtienen al hacer las cosas bien. Y lo hacen siendo proactivos en cuanto a su tiempo y trabajo, adaptando sus días y centrándose en las tareas más importantes.

Mientras tanto, los adictos al trabajo "llenan cualquier espacio en el tiempo con trabajo porque se sienten inseguros sin hacer nada", escribe Gordon. Dicho esto, tienen poco tiempo libre porque permiten que otros elijan cómo emplear su tiempo en el trabajo; en lugar de ser proactivos en su trabajo, son reactivos ante cualquier cosa que surja a lo largo del día.

4. Nunca saben cuándo es suficiente

Mientras que las personas de alto rendimiento tienen una definición clara del éxito y trabajan para alcanzarlo, los adictos al trabajo siempre están demasiado centrados en lo que no es suficiente porque el éxito no está definido.

"Un adicto al trabajo no sabe lo que es suficiente", escribe Gordon. "No soy lo suficientemente bueno. Esto no es suficiente. No tengo tiempo suficiente. No tengo suficiente apoyo. Siempre están centrados en más y buscan maximizar todo porque no saben realmente lo que el éxito significa para ellos".

5. No se toman en serio el cuidado de ellos mismos

"Un jugador de alto rendimiento se pone a sí mismo en primer lugar porque sabe que al hacerlo, esto le permite servir a los demás mejor", explica Gordan. "A veces parece egoísta, pero en realidad es desinteresado porque quieren dar un servicio de primera clase a las personas con las que trabajan y para las que trabajan".

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Mientras tanto, los adictos al trabajo siempre ponen las necesidades de los demás primero. Pueden pensar que están siendo desinteresados al hacer esto, y aunque sus intenciones son buenas, en realidad se están equivocando. Y, por supuesto, el agotamiento no es bueno para nadie.

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