La mayoría de las amistades se desarrollan de una forma tan natural que ni siquiera te das cuenta de cómo o cuándo han empezado.
Sin embargo, a veces deseas hacer un esfuerzo para hacerte amigo de un nuevo conocido o convertirte en el mejor amigo de alguien. Usar trucos y técnicas como la imitación, tocar subliminalmente, sonreír y dejar que esa otra persona hable sobre sí misma puede hacer que parezcas más agradable.
Hemos estado echando un vistazo a los estudios de psicológica sobre la ciencia de la atracción para encontrar estrategias que te ayuden a gustarle a la gente. Esto es lo que hemos encontrado.
1. Imita
Esta estrategia se llama "mirroring" o imitación y consiste en imitar sutilmente el comportamiento de la otra persona. Cuando hables con alguien, intenta imitar su lenguaje corporal, gestos y expresiones faciales.
En 1999, varios investigadores de la Universidad de Nueva York documentaron el "efecto camaleón", que se produce cuando las personas imitan el comportamiento de los demás de forma inconsciente.
Los investigadores hicieron que 78 hombres y mujeres trabajaran en una tarea con una pareja, que en realidad era un colaborador que trabajaba para los investigadores. Los socios se involucraron en diferentes niveles de mimetismo, mientras que los investigadores grabaron en secreto las interacciones. Al final de la interacción, los investigadores hicieron que los participantes indicaran cuánto les gustaban esas parejas.
Por supuesto, los participantes eran más propensos a decir que les gustaba su pareja cuando su esta había imitado su comportamiento.
2. Pasa más tiempo con estas personas
De acuerdo con el "efecto de mera exposición", a la gente le gustan las cosas que le son familiares.
El conocimiento de este fenómeno se remonta a la década de 1950, cuando los investigadores del MIT descubrieron que los estudiantes universitarios que vivían más juntos tenían más probabilidades de ser amigos que los estudiantes que vivían más lejos.
Esto podría deberse a que los estudiantes que viven cerca pueden experimentar interacciones más pasivas y cotidianas entre sí, como saludarse en la sala común o en la cocina. Bajo determinadas circunstancias, esas interacciones pueden convertirse en verdaderas amistades.
Los psicólogos de la Universidad de Pittsburgh hicieron que cuatro mujeres se hicieran pasar por estudiantes en una clase de psicología de la universidad. Cada mujer se presentó a clase un número diferente de veces. Cuando los experimentadores mostraron a los estudiantes masculinos fotos de las cuatro mujeres, los hombres demostraron una mayor afinidad por las mujeres que habían visto más a menudo en clase, a pesar de que no habían interactuado con ninguna de ellas.
En conjunto, estos resultados sugieren que simplemente pasar más tiempo con la gente puede hacer que les gustes más. Incluso si no vives cerca de tus amigos, intenta mantener una rutina estable con ellos, como salir a tomar café todas las semanas.
3. Elogia a los demás
La gente asociará los adjetivos que usas para describir a otras personas con tu personalidad. Este fenómeno es conocido como "transferencia espontánea de rasgos".
"Cualquier cosa que digas sobre otras personas influye en cómo te ven", dice Gretchen Rubin, autora de "The Happiness Project" (el proyecto de la felicidad).
Si describes a una persona como más genuina y amable de lo que realmente es, la gente también la asociará con esas cualidades. Lo contrario también es cierto: Si estás constantemente criticando a la gente a sus espaldas, tus amigos empezarán a asociarte con cualidades negativas.
4. Mantente de buen humor
El "contagio emocional" describe lo que sucede cuando las personas están fuertemente influenciadas por los estados de ánimo de otras personas. De acuerdo con un trabajo de investigación de la Universidad de Ohio y la Universidad de Hawái, las personas pueden sentir inconscientemente las emociones de quienes las rodean.
Si quieres hacer que los demás se sientan felices cuando están a tu alrededor, haz todo lo que puedas para comunicar emociones positivas.
5. Hazte amigo de sus amigos
La teoría de las redes sociales detrás de este efecto se llama "cierre triádico", lo que significa que es probable que dos personas estén más cerca cuando tienen un amigo en común.
Para ilustrar este efecto, los estudiantes de la Universidad de Columbia Británica diseñaron un programa en el que añadían a gente de Facebook al azar. Estos descubrieron que las personas eran más propensas a aceptar su solicitud de amistad conforme aumentaba su número de amigos en común - de un 20% sin amigos en común a cerca de un 80% con más de 11 amigos en común.
6. No estés todo el tiempo elogiando
La "teoría de la ganancia y la pérdida" del atractivo interpersonal sugiere que tus comentarios positivos tendrán más influencia si los haces solo de vez en cuando.
Un estudio realizado en 1965 por investigadores de la Universidad de Minnesota demuestra cómo esta teoría podría funcionar en la práctica. Los investigadores hicieron que 80 estudiantes universitarios trabajaran en parejas en una tarea y luego permitieron que esos estudiantes "escucharan" a sus parejas hablar sobre ellos. En realidad, los experimentadores les habían dicho a los socios lo que tenían que decir.
En un escenario, todos los comentarios fueron positivos; en un segundo escenario, todos los comentarios fueron negativos; en un tercer escenario, los comentarios pasaron de positivos a negativos; y en un cuarto escenario, los comentarios pasaron de negativos a positivos.
Resulta que a los estudiantes les gustaba más su pareja cuando los comentarios pasaban de negativos a positivos, lo que sugiere que a la gente le gusta sentir que se han ganado su confianza de alguna manera.
7. Sé cálido y competente
La psicóloga social Susan Fiske propuso el "modelo de contenido estereotipado", una teoría según la cual la gente juzga a los demás por su calidez y competencia.
De acuerdo con el modelo, si puedes retratarse a ti mismo como cálido - no competitivo y amigable - la gente sentirá que puede confiar en ti. Si pareces competente - por ejemplo, si tienes un alto nivel económico o educativo - se mostrarán más inclinados a respetarte.
La psicóloga de Harvard Amy Cuddy dice que, especialmente en los negocios, es importante demostrar primero calidez y luego competencia.
"Desde una perspectiva evolutiva," Cuddy escribe en su libro “Presencia" que "es más importante para nuestra supervivencia saber si una persona merece nuestra confianza".
8. Habla sobre tus defectos de vez en cuando
De acuerdo con el "efecto pratfall", la gente te querrá más después de que cometas un error, pero solo si creen que eres una persona competente. Revelar que no eres perfecto te hace más identificable y vulnerable hacia las personas que te rodean.
El investigador Elliot Aronson descubrió este fenómeno cuando estudió cómo los errores simples pueden afectar a la atracción percibida. Este pidió a los estudiantes varones de la Universidad de Minnesota que escucharan grabaciones de unas personas haciendo un examen.
Cuando a la gente le fue bien en el cuestionario pero derramaron café al final de la entrevista, los estudiantes los calificaron como más agradables que cuando les fue bien en el cuestionario y no derramaron café o no les fue bien en el cuestionario y derramaron café.
9. Enfatiza tus valores compartidos
Según un estudio clásico de Theodore Newcomb, la gente se siente más atraída por las personas que son similares a ellos. Esto se conoce como el "efecto de semejanza-atracción".
En su experimento, Newcomb midió las actitudes de sus sujetos sobre temas controvertidos, como el sexo y la política, y luego los puso a vivir juntos en una casa propiedad de la Universidad de Michigan.
Al final de su estancia, a los sujetos les gustaban más sus compañeros de casa cuando tenían actitudes similares sobre los temas que se medían.
Si esperas hacerte amigo de alguien, intenta encontrar un punto de similitud entre vosotros dos y resáltalo.
10. Toca a la otra persona de vez en cuando
Esto se conoce como "contacto subliminal", que se produce cuando tocas a una persona tan sutilmente que esta apenas se da cuenta. Algunos ejemplos incluyen tocar a alguien en la espalda o tocarle el brazo, lo cual puede hacer que se sienta más cercano a ti.
En un experimento de la Universidad de Mississippi y Rhodes College que estudió los efectos del contacto interpersonal a la hora de dar propinas en restaurantes, las camareras tocaron brevemente a los clientes en la mano o en el hombro mientras devolvían el cambio. Resulta que de esta forma conseguían unas propinas mucho mayores que las camareras que no tocaban a sus clientes.