10 formas en las que la gente inteligente hace frente a la grosería
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Si alguna vez has conducido durante la hora punta o has entrado en una tienda abarrotada de gente, ya sabrás que hay gente maleducada por todas partes. Independientemente de si se trata de un comentario insultante o de una actitud despectiva, la grosería es omnipresente. Y lo que es peor de todo, esta negatividad suele ser contagiosa.

Controlar el comportamiento de otras personas no es posible, sin embargo, lo único que deseas es que la actitud te alguien te agüe el día. Entonces, ¿qué puedes hacer al respecto?

Estos son algunos métodos probados que la gente inteligente utiliza para tratar eficazmente a la gente grosera.

1. Ser consciente de que la grosería no es nada nuevo

La grosería forma parte de la naturaleza humana. Llevamos quejándonos sobre ella desde el principio de los tiempos - Platón ya se quejaba de los jóvenes irrespetuosos y maleducados. El comportamiento grosero puede convertirse fácilmente en un hábito. A menudo nos olvidamos de la importancia de mostrar amabilidad, simpatía y comprensión hacia los demás.

El comportamiento grosero es contagioso: tiende a provocar un comportamiento más negativo. Sin embargo, si somos capaces de darnos cuenta de que estos comportamientos negativos obstaculizan nuestra productividad, felicidad y salud, podemos reconocer la importancia de poner fin a dicha conducta. La grosería no es nada nuevo, pero eso no significa que tengamos que continuar el ciclo de grosería.

2. Detener la espiral de grosería

El comportamiento grosero es capaz de propagarse como una enfermedad si lo permites. Un acto de grosería puede desencadenar otros actos de grosería, esparciendo malos ánimos y mal comportamiento a su paso.

Esto podemos verlo muy claramente en el siguiente ejemplo. Un conductor maleducado se te acerca demasiado mientras conduces al trabajo, haciendo que te sientas molesto y frustrado. En cuanto llegas al trabajo, transmites esos sentimientos a tus compañeros molestándonos sin ninguna razón aparente. Tus compañeros de trabajo, al sentirse molestos, se muestran gruñones y groseros con los demás. Y así es como funciona.

Tienes el poder de detener ese ciclo de grosería. Con un poco de empatía puedes acabar con la grosería con amabilidad.

3. No tomarse la grosería como algo personal

El primer paso para detener el ciclo de grosería es dejar de tomarte el comportamiento grosero como algo personal. Todos tenemos días malos en los que todo el mundo está en contra de nosotros. Resulta demasiado tentador desquitarte con el mundo, o mejor dicho, desquitarte con la persona más cercana.

Esto nos pasa a todos, así que darse cuenta de que la persona grosera puede estar teniendo un mal día puede poner las cosas en perspectiva. Es posible que esta persona esté haciendo frente a una situación difícil cuando te pones en su camino. ¿Qué puedes hacer? Rompe el ciclo de grosería evitando responder al mal comportamiento con tu propia negatividad.

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4. Reaccionar a la grosería con amabilidad

No permitas que una persona grosera te obligue a responder con la misma moneda. Una de las mejores formas de acabar con el comportamiento grosero y negativo es ser amistoso y positivo. Esto le da a la otra persona la oportunidad de calmarse y cambiar su comportamiento. La bondad puede ser un antídoto maravilloso contra la grosería.

Mostrar amabilidad hacia alguien que está siendo grosero con los demás puede ser extremadamente difícil. Sin embargo, si das un ejemplo calmado y bien educado, puede que les animes a seguir tu ejemplo. Si esto no te funciona, siempre puedes consolarte con que has sido capaz de mantener el tipo.

5. Usar el humor para tratar con una persona difícil

Una persona grosera y difícil puede crear tensión y ansiedad en sí misma y en todos los que la rodean. No te olvides de que es muy probable que esta persona esté siendo grosera porque está enfadada o molesta por algo que le está pasando. El humor puede crear una distracción y romper la tensión, permitiendo que todo el mundo se eche una carcajada.

Esto es algo que puedes conseguir encontrando una forma de reírse de una situación común o bromeando sobre una experiencia compartida con la que todos se puedan sentir identificados. Reírse de uno mismo puede ser muy efectivo. Encontrar una forma de introducir un poco de frivolidad cuando alguien se siente mal puede ser la solución perfecta para ayudar a todos a presionar el botón de reinicio y empezar de nuevo.

6. Pedir a la persona que cambie su comportamiento

Otra táctica para detener la espiral de grosería es simplemente pedirle a la otra persona que cambie su comportamiento. Si alguien es siempre grosero contigo, debes hacer algo para hacer frente a la situación. No tienes por qué aceptar el comportamiento grosero de nadie. Nunca permitas que nadie te trate de forma irrespetuosa.

Mantén una conversación sobre lo que está sucediendo. ¿Es la otra persona consciente de lo mal que te sientan sus acciones? Es posible que esta persona no sea consciente de la forma en la que te está tratando. Hablar con la otra persona sobre su comportamiento le da la oportunidad de disculparse e intentar ser más educado.

7. No responder con la misma moneda

Cuando alguien te molesta, tu primer instinto es contraatacar. Sin embargo, no olvides que tienes el control de tu comportamiento. No te dejes llevar por el drama. No importa cómo actúe otra persona, eres dueño de tu comportamiento, de la misma manera que ellos tendrán que ser dueños del suyo.

Mantén la calma. Respira profundamente y date un tiempo para calmarte si alguien te molesta. Recuerda que no tienes que rebajarte a su nivel, y hacerlo solo servirá para empeorar las cosas.

8. Mostrar empatía y simpatía

Mostrar empatía te obliga a intentar comprender por qué la persona está siendo grosera. Es posible que esa persona esté enfrentándose a una situación difícil en su vida personal, o que se sienta abrumada por el trabajo. Si eres capaz de encontrar una forma de demostrar que entiendes y te preocupas por esa persona y por lo que está pasando, esta se sentirá más conectada y menos sola en su lucha.

Si eres consciente de que alguien está pasando por un momento difícil, hazle saber que comprendes su situación. No juzgues a otras personas por tener un mal día.

9. Ser un buen modelo a seguir

La gente tiene todo tipo de motivos ocultos para actuar de una forma determinada. Algunas personas tienen un comportamiento grosero para mostrar dominio o poder, mientras que otras pueden estar intentando provocar una reacción y hacerte quedar mal. No permitas que tengan la satisfacción de verte enfadado.

Al ser un buen modelo a seguir y tratar a todo el mundo con justicia, amabilidad y empatía, estás mostrando el tipo de comportamiento que esperas de los te rodean. Si no son capaces de mostrar el mismo nivel de civilidad que tú, puede ser el momento de solicitar la ayuda de otros.

10. Evitar a la persona grosera

Cuando todo lo demás falla, lo único que puedes hacer es alejarte de esa persona. Si has hecho todo lo que está en tu mano para que la persona sea consciente de sus acciones y has intentando mostrar amabilidad y empatía, es posible que esta persona simplemente sea incapaz de tratarte a ti (y a los demás) con cortesía y buenos modales.

Al evitar a las personas habitualmente groseras, les estás quitando su público y dando menos objetivos a los que atacar. La falta de público también contribuirá a calmar la situación. Si todos los que les rodean se alejan de ellos, puede que acaben dándose cuenta de que están haciendo algo mal. Y si no, al menos ayudará a todos los demás a tener un día mejor.

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