Una de las muchas enseñanzas que nos dejó la escritora estadounidense Toni Morrison es el equilibrio entre la vida laboral y personal.
"Independientemente de cuál sea tu trabajo, hazlo bien, no por tu jefe, sino por ti". "Tú haces el trabajo; no es el trabajo el que te hace a ti. Tu vida real está con nosotros, tu familia. No eres el trabajo que haces, eres la persona que eres".
Si tu implicación en el trabajo te ha llevado a cuestionarte la validez de cualquiera de las afirmaciones anteriores, es posible que este haya empezado a robarte tu identidad. Y, en una sociedad hiper-capitalista que tiende a valorar la producción por encima de todo lo demás, no seguro que no eres el único que está sufriendo este problema. A continuación te contamos 19 señales que indican que tu trabajo está consumiendo tu identidad.
1. Tu familia o amigos se quejan de que cada vez te ven menos
Has dejado de recibir invitaciones.
Peor aún: Han dejado de invitarte a determinados eventos y actividades, ya que saben que vas a decirles que "tienes que trabajar".
2. Tu trabajo ocupa un lugar destacado en tus sueños
También debes tener en cuenta si últimamente duermes peor o si la calidad de tu sueño está empeorando.
3. Estás tan ocupado en tu trabajo que no tienes tiempo para descansar
El hecho de comer siempre delante del ordenador es una clara señal de que algo va mal.
4. No eres muy productivo a pesar de trabajar muchas horas
Si trabajas demasiadas horas y aun así no eres todo lo productivo que esperas, entonces tienes un problema.
Sabes que estás trabajando mucho, pero cuando lo comparas con lo que sientes que realmente has logrado, parece que hay un desacuerdo.
5. Tienes miedo a los domingos
Se han convertido en una pesadilla, ya que no puedes dejar de pensar que al día siguiente tienes que trabajar.
6. No puedes dejar de pensar en el trabajo, incluso cuando no estás trabajando
Eres incapaz de hacer nada sin que te vengan a la mente pensamientos sobre tu trabajo, aunque estés haciendo algo realmente divertido.
7. Sueles cancelar planes
La gente no espera que vayas.
Y lo peor de todo, es que tus amigos se están acostumbrando a ello.
8. Lo último que haces antes de irte a la cama es algo relacionado con el trabajo
"Pensar en el trabajo" durante un par de horas - o el tiempo que sea - se ha convertido en parte de tu rutina nocturna.
9. Compruebas el correo electrónico de tu trabajo o las notificaciones de Slack de forma obsesiva
Recibes notificaciones push y estás atento a ellas todo el tiempo.
10. Eres incapaz de recordar la última vez que estuviste totalmente desconectado durante un fin de semana
No eres capaz de recordar cuándo fue la última vez que tuviste un fin de semana libre.
11. Te cuesta pensar en las metas personales hacia las que te diriges
Únicamente conoces tus objetivos laborales.
Las metas que se supone que debes alcanzar para el trabajo, por otro lado, las recuerdas a la perfección.
12. Siempre llegas temprano y te vas tarde de la oficina
Conoces los horarios de todo el mundo.
Sabes cuándo llegan y se van todos tus compañeros de trabajo porque siempre estás en la oficina.
13. Estás más nervioso y más irritable, y no estás seguro de por qué
No sabes por qué estás más irritable.
Te das cuenta de que has empezado a convertirte en una persona irritable, aunque no se sientes identificado con este tipo de persona.
14. Has renunciado a un pasatiempo que te gusta porque "no tienes suficiente tiempo" para ello
No tienes tiempo para tus hobbies.
Intentas convencerte a ti mismo de que los retomarás "cuando tengas tiempo".
15. Tu salud física se está viendo afectada
Todos los días te duele algo.
Los dolores de cabeza y los músculos tensos o doloridos se han convertido en una realidad cotidiana.
16. Si te dieran un día libre mañana, no tienes ni idea de qué harías
No sabrías qué hacer durante tu día libre.
Estás tan absorbido por tu trabajo que no sabes qué harías sin él.
17. Cada vez tienes más miedo a ser despedido
Siempre estás ansioso.
Y esa ansiedad impulsa tu necesidad de producir aún más para tu empresa.
18. La idea de asistir a un evento a las 6 p.m. que no esté relacionado con el trabajo te parece una locura
Siempre debes trabajar mientras haya luz.
19. Estás constantemente hablando sobre tu trabajo
Tus amigos conocen hasta el último detalle sobre tu trabajo, tu jefe y el proyecto en el que estás trabajando.