Todo el mundo se pone nervioso ante las revisiones de rendimiento, aunque este año te haya salido genial. Es posible que la relación entre tu jefe y tú no esté en su mejor momento o que estés pasando por una mala racha y no hayas alcanzado los objetivos fijados en tu última revisión.
"No te preocupes", te dices a ti mismo. "Si las cosas van mal, hablaré con Recursos Humanos".
Sin embargo, antes de hacerlo, lee esto primero.
1. Recursos Humanos es tu amigo-enemigo
Este departamento existe principalmente para satisfacer las necesidades de tu empresa. Si RR.HH. tiene que elegir entre lo que es mejor para la empresa y lo que es mejor para ti, siempre va a elegir a la empresa. Puedes demostrar que eres lo mejor para la compañía conociendo a alguien en Recursos Humanos y ganándote su respeto.
Cuando contribuyas a los resultados de la empresa, ya sea ahorrándole dinero o aportando ingresos, envía un correo electrónico a tu contacto en RR.HH. Ahora tienes pruebas de que has aportado valor a la empresa. Por otro lado, si tu jefe te hace una crítica negativa (por ejemplo, "María es perezosa"), tienes pruebas para defenderte.
2. Lo que publiques en las redes sociales podría afectar a tu revisión
Trabajas para tu empresa las 24 horas del día los 365 días del año, ya que la representas ante la comunidad. Lo que publiques en las redes podría tener un impacto negativo en la reputación de tu compañía y, por lo tanto, en tu revisión. Recursos Humanos te está vigilando. Actividades como comprar en Internet mientras trabajas desde casa pueden ser detectadas y utilizadas en tu contra. Revisa tu manual del empleado para averiguar qué actividades online controla tu empresa.
3. Una buena revisión no equivale a seguridad laboral
Una revisión de rendimiento es un reconocimiento de que has hecho lo que tu empresa te paga por hacer. Es algo que debes hacer. Todos los días, RR.HH. analiza tu conducta a través del filtro de lo que estás haciendo, ya sea para ahorrarle dinero a la empresa o para añadir ingresos a tu balance final. Haz una lista de lo que has hecho e intenta cuantificarlo. ¿Has conseguido un cliente importante? ¿Cuántos ingresos por ventas has logrado? ¿Has encontrado un error de contabilidad?
4. Es posible que no te informen si tu jefe se ha quejado de ti
Si tu jefe tiene un problema con tu rendimiento, es posible que lo haya discutido con Recursos Humanos, pero no contigo. RR.HH. no tiene la obligación de informarte sobre ningún conflicto que tu jefe haya discutido con ellos.
5. Tu revisión de rendimiento no es totalmente confidencial
La mayoría de los departamentos de RR.HH. tienen como objetivo averiguar información. Únicamente comparten información confidencial (por ejemplo, revisiones de rendimiento) con jefes y ejecutivos que necesitan conocer cierta información sobre determinados empleados. El problema radica en definir quién necesita tener acceso a esa información. Si tienes unos jefes entrometidos, sean o no tu supervisor, pueden pedirle a RR.HH. tu revisión de rendimiento. Esto podría ser mucha gente. Si eres un empleado 10, ¡fabuloso! Pero si no lo eres, las personas que influyen en tu futuro en esta compañía ahora tienen la opinión incontestable de alguien sobre tu trabajo.
Si recibes una mala crítica y estás pensando acudir a Recursos Humanos, no olvides que les está pagando la misma empresa que a ti.