Todo el mundo tiene días malos en el trabajo. Sin embargo, si le tienes miedo a despertarte todos los días de la semana, o si a veces tienes ganas de llorar cuando estás sentado en tu oficina, es probable que tengas un problema más serio.
Amy Morin, autora de "13 Things Mentally Strong People Don't Do" (13 cosas que la gente mentalmente fuerte no hace), afirma que un ambiente de trabajo hostil puede hacer que las personas se sientan miserables y, en algunos casos, que caigan en una depresión. El problema es que, una vez que caes en esa trampa, salir no es una tarea fácil.
"Sentirte deprimido por tu trabajo puede llevarte a un ciclo de autoperpetuación, ya que afecta negativamente a tu forma de pensar y comportarte", explica. "Cuanto más experimentes pensamientos negativos y comportamiento improductivo, peor te sentirás."
Estas son 11 señales de que tu trabajo está arruinando tu vida.
1. No puedes dejar de pensar en tu trabajo
Las tardes y los fines de semana deben servir para despejar la mente y relajarte.
Así que si llegas a casa y no puedes dejar de recordar una reunión que ha salido mal o de pensar en todas las razones por las que no quieres despertarte al día siguiente para ir a trabajar, eso puede afectar seriamente a la calidad de tu vida en casa.
De hecho, esto está relacionado con la depresión, y puede impedir que algunas personas disfruten del poco tiempo que tienen lejos de un ambiente de trabajo insalubre.
2. Estás constantemente quejándote por el trabajo
Si te sientes realmente infeliz e insatisfecho con tu trabajo, es posible que empieces a dedicar mucho tiempo y energía a explicarle a tus amigos, familiares y a cualquiera que te escuche lo mal que te va.
Esto puede ayudarte a sentirte mejor en un momento puntual, pero no es saludable debido a que "te roba la fuerza mental". Esto, a su vez, puede aumentar tu riesgo de angustia.
3. Los eventos sociales con compañeros de trabajo son más agotadores que divertidos
Todo el mundo necesita tiempo para sí mismo, pero aún así deberías disfrutar socializando con los demás.
Si tu trabajo te está absorbiendo la vida, podrías empezar a rechazar cualquier oportunidad de socializar debido a que hablar con otras personas parece demasiado agotador.
Puede ser tan simple como almorzar en tu escritorio en lugar de en la sala de descanso o irte directamente a casa después del trabajo y no parar en ningún bar con tus amigos.
4. Tus pensamientos sobre el trabajo son negativos
Cuando tienes una perspectiva sombría en tu oficina, puedes empezar a tener pensamientos demasiado negativos sobre el trabajo, tales como "Nunca conseguiré un ascenso" o "Siempre me regañan".
"Tu monólogo interior puede arrastrarte aún más hacia abajo".
5. Solo te quedas con las cosas malas
Cuando te sientes deprimido, tiendes a ver el vaso medio vacío.
Aunque un día ocurran nueve cosas buenas en el trabajo, probablemente te concentrarás únicamente en lo único malo que te haya sucedido, dice Morin. Cuando uno se siente deprimido, "es fácil pasar por alto algo positivo", explica.
6. Estás experimentando problemas de salud física
La depresión, un trastorno del estado de ánimo común pero grave que provoca síntomas graves que persisten durante algunas semanas, no solo afecta a tu salud mental.
Para algunas personas, los signos físicos de la depresión incluyen dolor de estómago, dolores de cabeza y otras molestias. Además, tu sistema inmunológico puede no ser tan fuerte, haciéndote más susceptible a resfriados y otras enfermedades.
7. No quieres salir de la cama por las mañanas
Si tu trabajo te hace sentir miserable, no vas a querer levantarte de la cama, ya que eso significa que estás un paso más cerca de estar en el trabajo.
8. Estás irritable
Puedes descubrir que tu paciencia se está agotando si tu trabajo te está haciendo miserable o triste.
Es posible que te encuentres atacando a tus compañeros de trabajo simplemente por tener el teléfono apagado o por hacer una pregunta sencilla como: "¿Sabes cuándo estará listo el informe?"
9. Llamas y dices que estás enfermo solo para quedarte en casa
Si tu trabajo es la causa principal de otros problemas mentales y físicos, tiene sentido que quieras evitarlo a toda costa.
10. Ya no te importa tu rendimiento laboral
"El aumento de la dilación, la falta de participación y el trabajo chapucero son signos de que has perdido interés en tu trabajo", dice Morin.
Si tu trabajo no es bueno, puedes ser degradado o incluso despedido.
11. Tienes miedo a que lleguen los domingos por la noche
Por norma general, el domingo no te sirve para descansar si tu trabajo te hace sentir miserable.
En cambio, Morin afirma que una sensación de temor puede empezar a invadirte el domingo por la tarde (¡o antes!) a medida que se acerca el lunes por la mañana. "Puedes sentirte ansioso, abrumado o simplemente triste por la próxima semana laboral", explica.