La Organización Mundial de la Salud reconoce el agotamiento laboral como enfermedad. No es de extrañar, ya que casi un millón de personas se ven afectadas a diario por estrés profesional.
Resulta casi imposible revertir el daño provocado por el agotamiento. La disminución de la satisfacción en el trabajo, de la productividad y de la felicidad en general son algunas de las consecuencias más comunes del agotamiento, y todas ellas pueden perdurar a largo plazo.
Haz todo lo que esté en tu mano para evitar el agotamiento antes de que este acabe afectándote. Aunque verlo venir no siempre resulta fácil, estas son algunas cosas que puedes hacer para protegerte contra el agotamiento de antemano.
1. Controla tu tiempo
Por desgracia, los trabajadores no son conscientes del valor de su tiempo. Resulta imposible mantener la felicidad a largo plazo sin encontrar un equilibrio entre tu tiempo personal y laboral. Evitar el agotamiento significa aprovechar ese tiempo sabiamente, tanto ahora como en el futuro.
Utiliza un calendario digital o una herramienta de programación para mantenerte al tanto de cómo estás gastando tu tiempo. Haz una evaluación de tu semana: ¿Cuánto tiempo pasas en la oficina? ¿Cuánto trabajo haces en casa? ¿Cuánto tiempo tienes para ti mismo? Si alguno de esos números no te cuadra, esto es una clara señal de que hay algo que debes cambiar ya.
2. Separa tu oficina de tu casa
Una de las formas más comunes de sufrir agotamiento es acumular trabajo. Cuando las responsabilidades profesionales empiezan a extenderse a tu vida fuera de la oficina - ya sea por la noche, durante los fines de semana o durante las vacaciones - eso es una señal de que el agotamiento no tardará en tocar a tu puerta. Las personas que trabajan en casa son más susceptibles - la línea divisoria entre el tiempo de trabajo y el tiempo en familia no está nada clara.
Una forma de evitar este problema es desconectando. Si tu teléfono y ordenador portátil están siempre encendidos mientras estás en casa, simplemente estás siempre en la oficina. Haz un esfuerzo por desconectar completamente del trabajo cuando estés en tu propio tiempo y disfruta de tu merecido descanso. Además, centrar tu atención en diferentes aspectos de tu vida te ayudará a sentirte más creativo y con más energía cuando llegue el momento de volver a trabajar.
3. Vete de vacaciones
La mayoría de los trabajadores no gastan todos los días de vacaciones que les corresponden - algo que les hace pagar un alto precio. El tiempo libre puede proporcionar un gran impulso a tu productividad, creatividad y satisfacción laboral en general. Es posible que trabajar incluso cuando estás de vacaciones te haga sentir más productivo, pero esto únicamente sirve para aumentar las probabilidades de que acabes sufriendo agotamiento a largo plazo.
Tómate unas vacaciones que te ayuden a relajarte, así que evita viajes que requieran demasiada organización, vuelos o te cuesten un ojo de la cara. Vete a algún lugar relajante y nuevo. Aunque vayas a un sitio que no esté demasiado lejos, un cambio de escenario puede darte la perspectiva que necesitas para analizar en qué punto se encuentra tu vida.
4. Intenta trabajar a distancia
También puedes conseguir un cambio de escenario sin tener que dejar de trabajar. Si bien es importante desconectar completamente durante las vacaciones, trabajar a distancia puede ayudarte a disfrutar de ese cambio de perspectiva que tanto necesitas sin dejar a un lado tus obligaciones.
El trabajo a distancia también tiene otros beneficios, como el aumento de la productividad y el impulso de la cultura empresarial. Dar un paso atrás desde la oficina te permite trabajar a tu propio ritmo y dictar tu propio estilo - y eso puede marcar una gran diferencia en tu satisfacción general.
Para sacar el máximo provecho de tu carrera, debes estar preparado para hacer que tu enfoque funcione a largo plazo. El agotamiento es malo para todo, así que sigue estos consejos para asegurarte de que no te afecte.