Las únicas cosas seguras en la vida son la muerte, los impuestos y la presencia de personas difíciles. Independientemente de si se trata de compañeros de trabajo o de alguien con quien te resulte difícil lidiar, todos pasamos por eso.
Interactuar con personas difíciles drena nuestra energía, productividad e incluso felicidad. Sin embargo, esto no tiene por qué afectarte demasiado. Estos son algunos consejos que debes empezar a aplicar en tu forma de tratar con compañeros de trabajo duros o cualquier persona difícil en tu vida.
1. Deja de desear que sean diferentes
Es de vital importancia recordar que en lo que respecta a las personas difíciles, todo se basa en cambiar vuestra relación; no en cambiarlas a ellas. Tienes que dar a la gente espacio para ellos mismos y empezar desde un lugar donde tratar de entender realmente lo que los hace diferentes a ti.
Cuando interactuamos con alguien, resulta muy fácil ponerle etiquetas del tipo "No sabe escuchar", "Es muy rencoroso", "Es un egoísta". Es posible que tu opinión tenga algo de verdad, pero puede ser que esta se base en cómo la persona se comporta contigo y no en su verdadera personalidad. Es importante concentrarte en estas personas en su totalidad y no solo en su comportamiento.
2. Haz algo al respecto - y empieza contigo
Las personas que tienen una relación difícil suelen quejarse de su compañero de trabajo y de su relación, sin embargo, estas no suelen tomar la iniciativa para hacer algo al respecto.
No esperes a la otra persona - toma la iniciativa para atacar el problema inmediatamente. Pregúntate a ti mismo qué estás haciendo que pueda estar provocando a la otra persona. Habla con el otro, no sobre él.
3. Comprende el por qué de su comportamiento
Resulta imposible alcanzar un entendimiento con una persona difícil si no intentas comprender por qué se está comportando de esa forma. Cuando interactuamos con una persona difícil, resulta muy fácil centrarse en lo que hace mal y dedicarnos a señalar sus defectos.
En lugar de hacer esto, esfuérzate por decir cosas más reflexivas y hacer mejores preguntas para intentar comprender la causa de su comportamiento. Es posible que descubras que se comportan de esa forma debido a que tienen sistemas de recompensa diferentes a los tuyos, porque están pasando por problemas personales, o porque tienen inseguridades subyacentes que les hacen interactuar contigo de esa forma. Saber estas cosas puede cambiar la forma en la que os relacionáis.
4. Deja de hacer suposiciones sobre la intención
Cuando estás subconscientemente (o conscientemente) asumiendo lo peor sobre la intención de una persona difícil, vuestras interacciones están condenadas al fracaso. La gente difícil no suele verse a sí misma de esa manera. No permitas que esta suposición te haga equivocarte. Piensa en los momentos en los que alguien ha malinterpretado tu intención - es frustrante y por supuesto lleva a más conflictos. Sin embargo, no tiene por qué ser así.
5. Construye pequeños puentes
Nadie está diciendo que la persona difícil tenga que convertirse en tu mejor amigo. No obstante, sí que podéis dar algunos pequeños pasos para cerrar la brecha que os separa. Hazle cumplidos verdaderos a esa persona. Construye sobre los elementos comunes. Demuestra que se puede confiar en ti. Reconoce, no discutas. En cuanto a los conflictos laborales, el psicólogo Andy Selig dice: "En la mayoría de las ocasiones, todos los protagonistas involucrados creen ser la víctima". Así que trabaja para bajar tus defensas.
6. No permitas que tengan poder sobre ti
En última instancia, a pesar de todos tus esfuerzos, esa persona difícil todavía podría provocarte un poco de ansiedad. Sin embargo, tú eres quien decide si vas a permitir que ejerza algún tipo de influencia sobre tu vida. Hazlo lo mejor que puedas para mejorar la relación, y luego controla el impacto que tienen en ti.