El estrés suele ser considerado como una sensación exclusivamente negativa. Este se produce cuando alguien siente un desequilibrio entre un desafío y los recursos de los que dispone para hacerle frente, afirma Kathleen Gunthert, profesora de psicología de la American University. Los investigadores han identificado dos tipos diferentes de estrés - 'angustia', que es el estrés negativo (una ruptura) y 'eustrés', que se refiere al estrés positivo (como el que se siente al empezar un trabajo nuevo).
El estrés crónico - definido como "la respuesta fisiológica o psicológica a un acontecimiento estresante interno o externo prolongado", de acuerdo con la Asociación Americana de Psicología - está relacionado con una alimentación poco saludable, problemas de piel, menor tamaño cerebral e incluso una mayor probabilidad de sufrir enfermedades crónicas.
Sin embargo, en dosis pequeñas, los expertos afirman que el estrés puede tener algunos efectos positivos en nuestra salud. Los niveles moderados de estrés diario y manejable - también conocido como "eustress"- pueden ayudar a proteger contra el daño oxidativo, que está relacionado con el envejecimiento y varias enfermedades.
El estrés aumenta la motivación
Mientras que una gran cantidad de estrés puede hacernos sentir abrumados y disminuir nuestra motivación, un poco puede ser de gran ayuda en lo que respecta al trabajo. "Los niveles medios de estrés pueden aumentar nuestra motivación", afirma Gunthert. Por ejemplo, el estrés que puede generar una fecha límite para entregar un trabajo puede ayudarte a concentrarte y prestar más atención por el mero hecho de que te estás quedando sin tiempo.
"Todos hemos nos hemos visto alguna vez en la situación en la que hemos dicho 'oh, tengo que hacer esto o aquello' pero no hemos sido capaces de encontrar la motivación necesaria para hacerlo hasta que nos hemos dado cuenta de que nos hemos quedado casi sin tiempo", dice. "Esa respuesta de pelear o escapar puede ponernos en marcha".
El estrés puede crear resiliencia y estimular el crecimiento
"Aunque el estrés puede parecer abrumador, también obliga a las personas a resolver problemas y, en última instancia, a desarrollar la confianza y las habilidades necesarias para salir airoso en situaciones futuras", afirma Peter Vitaliano, profesor de psiquiatría y ciencias del comportamiento de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington. "Con el aumento de la resistencia y la confianza, la gente tiende a sentirse menos amenazada y más en control de sus situaciones", dice.
Allison Berwald, una trabajadora social clínica licenciada por la ciudad de Nueva York, dice que aprovechar el estrés para enfrentarte a tus miedos o desafíos también puede ayudarte a superar experiencias en lugar de evitarlas. Después de enfrentarte a un miedo, te sentirás más preparado para hacerle frente en el futuro, ya que ya lo has experimentado, afirma.
El estrés puede promover la unión
Uno de los beneficios más sorprendentes del estrés es que puede ayudar a construir relaciones interpersonales, algo que es esencial para la salud en general. "La conexión social es uno de los factores más protectores contra los problemas de salud física y mental", dice Gunthert. Cuando la gente se siente amada y comprendida por otra persona, se siente menos sola y aislada.
Los grupos de apoyo, por ejemplo, son el lugar perfecto para que las personas hablen sobre su estrés con los demás, lo que genera compasión y, a su vez, hormonas positivas, dice Vitaliano. Al abrirse el uno al otro, Vitaliano afirma que la gente se siente mejor debido a que pueden relacionarse con las luchas del otro y validar sus sentimientos, creando positividad a partir de una experiencia negativa.
Hablar con amigos y familiares también puede construir y fortalecer las relaciones. "Muchas de nuestras amistades o relaciones familiares no serían las mismas si no nos hubiéramos apoyado mutuamente en los momentos más difíciles", dice Gunthert.
El estrés forma parte de una vida con sentido
Una vida sin estrés no es necesariamente mejor. Tomemos, por ejemplo, a un estudiante de postgrado. Los estudios nunca son fáciles, y si a eso añadimos la dificultad de encontrar trabajo después de la universidad, el proceso no es precisamente un camino de rosas. Sin embargo, al final, acabamos consiguiéndolo y nos sentimos orgullosos por ello, dice Gunthert. "Las cosas de las que estamos más orgullosos y que dan más sentido a nuestras vidas son difíciles", dice. "Si eliminamos el estrés, también borraremos gran parte del significado de nuestras vidas".