Nuestra cultura alaba a los que trabajan duro. Echar 10 o 12 horas al día trabajando en la oficina o haciendo tareas en casa puede ser típico - y agotador. Y en algunas ocasiones, se te juntan tantas cosas entre el trabajo y la casa que la situación puede acabar volviéndose insostenible. Nos comprometemos a cumplir unos plazos estrictos. A hacer la cena. A poner otra lavadora. A hacer magdalenas para la fiesta de cumpleaños de tu sobrino.
Pero, ¿es posible que este estresante ritmo de vida le esté pasando factura a nuestro rendimiento? Puede que el hecho de tener que completar tantas tareas diferentes esté dando lugar a que seamos mucho menos productivos que si tuviéramos menos cosas que hacer.
Los investigadores han descubierto que las personas que se toman más descansos y asumen menos responsabilidades suelen ser más productivas que los demás. Pero, ¿cómo podemos reducir nuestro ocupado estilo de vida y hacer más en casa y en la oficina? Sigue leyendo.
Deja de comprometerte demasiado
Cuando te des cuenta de que estás abarcando más de lo que puedes, párate un minuto para reflexionar y estudiar tus compromisos.
La Dra. Susan Biali, médica, entrenadora y autora de "Vive una vida que amas", ofrece este consejo: Cuando digas sí a una cosa, dile no a otra cosa de tu lista de cosas por hacer. El día tiene un número limitado de horas, así que es imposible que hagas tantas cosas.
Y no seas tan duro contigo mismo. Reduce tu lista de tareas pendientes y ve cómo eres capaz de completar mucho más eficazmente el resto de tareas que te quedan.
Aléjate de tu escritorio
Apaga el teléfono y sal un rato a andar. O programa una clase en ese nuevo estudio de yoga que llevas tiempo queriendo visitar. Existen numerosos estudios que han demostrado que la actividad física mejora nuestra salud mental. ¿Qué jefe no querría que tuvieras una mejor capacidad de atención y claridad mental? Sí, ahora tienes una excusa científicamente probada para alejarte de tu escritorio y mejorar tu rendimiento laboral.
Sé realista sobre el tiempo
Pensar que dispones de suficiente tiempo para hacerlo todo te hace menos productivo. Esto da lugar a que estés constantemente con la lengua fuera para completar todas tus tareas. En otras palabras, tienes una idea poco realista de cuánto tiempo vas a tardar en hacer las cosas.
Ser más realista sobre lo que se puede hacer en un día te ayudará a ser más organizado. Y ser más organizado te hará más productivo y reducirá tu estrés.
Ordena tu despacho
Tu entorno visual puede influir en la eficiencia de los procesos cerebrales, por lo que el desorden de tu escritorio puede afectar de forma negativa a tu productividad. Aunque solo limpies un cajón, esto te hará sentir realizado y listo para realizar otra tarea.
Tómate el tiempo que necesites para dibujar o soñar despierto
Tómate un descanso de tus hojas de cálculo y documentos y disfruta de una pausa creativa. Coge un lápiz y dibuja o garabatea algo. La próxima vez que vayas a una tienda, compra un libro de colorear para adultos.
Cambiar de tarea, aunque solo sea para soñar despierto, puede ayudar a mejorar tu productividad.
Limita el tiempo que pasas con tus compañeros fuera del trabajo
Trabajar con gente con la que te llevas bien es estupendo. Pero, ¿están los largos almuerzos y los descansos para tomar café afectando de forma negativa a tu productividad?
Para transmitir a tus compañeros el mensaje de que estás ocupado, actualiza tu estado en Slack o en el sistema de mensajería que utilices. Un simple estado de "En una reunión" informará a tus compañeros de que estás en la oficina pero estás ocupado.
Tómate unas vacaciones
¿Se te están acumulando los días de vacaciones? ¡Gástalos! Son muchos los trabajadores que no se toman todos los días de vacaciones a los que tienen derecho.
Disfrutar de tiempo libre del trabajo nos ayuda a reequilibrar nuestras mentes para volver al trabajo renovados y listos para emprender proyectos incluso con más pasión.