No es una coincidencia que los padres mentalmente fuertes críen hijos mentalmente fuertes. Aunque evitar los hábitos poco saludables que roban a los niños la fuerza mental, también es de vital importancia que los padres ayuden proactivamente a sus hijos a desarrollar sus músculos mentales.
Los padres mentalmente fuertes enseñan, practican, se involucran y modelan la fuerza mental para que sus hijos puedan aprender las habilidades que necesitan para convertirse en adultos mentalmente fuertes.
Estas son 10 cosas que los padres mentalmente fuertes hacen con sus hijos.
1. Pasan tiempo de calidad juntos
Independientemente de si están trabajando en un experimento científico o comprando juntos, los padres mentalmente fuertes trabajan para fortalecer sus lazos con sus hijos. Son conscientes de que la relación padre-hijo afectará a las relaciones futuras de sus vástagos, las interacciones sociales y la autoestima.
2. Hablan sobre sentimientos
Los padres mentalmente fuertes no cargan a sus hijos con su propia confusión emocional, sin embargo, están dispuestos a usar palabras de sentimientos en sus conversaciones diarias. Normalizan los sentimientos de tristeza, frustración, miedo y enfado, y animan a sus hijos a compartir cómo se sienten.
3. Practican habilidades para hacer frente a las situaciones difíciles
Los padres mentalmente fuertes no solo les dicen a sus hijos que se "calmen" o "dejen de llorar" sin proporcionarles habilidades saludables para sobrellevar las situaciones. Les enseñan estrategias que les ayudan a gestionar sus sentimientos de una manera saludable. Luego, ofrecen recordatorios del tipo "Respira hondo" o "Descansa un minuto" para guiar a sus hijos cuando necesitan un poco de ayuda.
4. Se involucran en ejercicios de fuerza mental
No solo piden a sus hijos que se "endurezcan". Por el contrario, trabajan juntos en ejercicios de fortalecimiento mental para que toda la familia pueda pensar, sentir y comportarse lo mejor posible. Independientemente de si participan regularmente en ejercicios de gratitud o practican yoga juntos, la construcción de músculos mentales es una actividad familiar.
5. Establecen metas
La fijación de objetivos es una habilidad valiosa, y los padres mentalmente fuertes son conscientes de que sus hijos pueden aprender de cada una de las metas que se proponen. Los errores, el fracaso y el éxito proporcionan valiosas lecciones de vida. Así que ya sea que estén estableciendo una meta personal de acondicionamiento físico o creando una meta académica cada mes, ayudan a sus hijos a desafiarse a ellos mismos.
6. Cuidan de ellos mismos
El desarrollo de la fuerza mental no consiste en infligir dolor y sufrimiento, sino que implica el autocuidado. Por lo tanto, los padres mentalmente fuertes hacen que el cuidado de sus cuerpos y mentes sea una prioridad. Modelan la importancia de una buena dieta y un buen descanso, e invitan a sus hijos a hacer ejercicio y a participar en actividades sociales saludables.
7. Procesan eventos difíciles
Independientemente de si se trata de la muerte de una mascota o de la expulsión de un equipo, los padres mentalmente fuertes procesan eventos difíciles con sus hijos. Validan los sentimientos de sus hijos y hablan sobre cómo sortear las inevitables dificultades de la vida.
8. Revisan las reglas
No esperan que sus hijos comprendan de forma automática que deben comportarse de forma diferente en el recreo que en la biblioteca. Así que revisan las reglas - y explican las razones de esas reglas - con anticipación. Esto ayuda a sus hijos a comprender lo que se espera de ellos y les brinda la oportunidad de practicar sus habilidades.
9. Resuelven problemas
Aunque pueda resultar tentador lanzarse y arreglar los problemas, los padres mentalmente fuertes se resisten a ese impulso. En su lugar, resuelven los problemas junto con sus hijos. Les invitan a compartir cómo podrían resolver sus propios problemas - y hacen una lluvia de ideas para encontrar soluciones juntos.
10. Juegan y se divierten
Los padres mentalmente fuertes no se pasan el día trabajando. Reconocen la importancia del juego, tanto para los niños como para los adultos. Ya sea que estén jugando a la pelota en el patio o construyendo un castillo con bloques, se relajan y disfrutan juntos de los pequeños momentos de la vida.
Los niños no nacen siendo mentalmente fuertes, pero pueden aprender y practicar ejercicios que fortalezcan su mente. Así que convierte el entrenamiento de la fuerza mental en una prioridad continua en tu familia.