12 hábitos de las personas de éxito

Si quieres ser el mejor en lo que haces, en el trabajo o en tu vida personal, se necesita disciplina. Debes estudiar las mejores prácticas, perfeccionar tus habilidades y crear el tipo de espacio mental que permita alcanzar la máxima creatividad, concentración y disciplina. ¿Cómo puedes conseguirlo? Empieza con los hábitos de las personas de éxito.

Como líder, es de vital importancia mantener la calma ante cualquier situación. Todas las mañanas debes meditar durante 10 minutos sobre las cosas que vas a hacer durante el resto del día. Visualizar lo que va a suceder ese día y cómo abordarías los problemas es el mejor antídoto para la frustración. También puedes tomarte otros 10 minutos para ser proactivo en esbozar tres cosas que tienen que pasar ese día, pase lo que pase.

Al recordarte a ti mismo que debes "pensar en gris", evitas formarte opiniones sobre los asuntos hasta que tenga suficientes datos para tomar decisiones bien informadas. Esto significa poner menos énfasis en las primeras impresiones y más en las ideas presentadas por los miembros del equipo que son expertos en sus campos.

Ser capaz de dejarte convencer por tus empleados crea confianza y libera la mente para abordar cuestiones estratégicas de alto nivel. Disponer de tiempo suficiente para centrarte en los objetivos estratégicos puede ser un reto cuando no dejas de recibir correos electrónicos que intentan organizarte el día. Así, debes despejar tu bandeja de correo electrónico y liberar tu calendario de tareas no importantes. De esta manera podrás profundizar en nuevas ideas, analizar los temas actuales y gestionar los desafíos a los que se enfrenta tu equipo con una mentalidad más proactiva.

Cada uno de nosotros ve el mundo a través de su propio y único punto de vista. Esa es la razón por la que es tan importante encontrar un momento cada día para abandonar esa estrecha visión del mundo y descubrir algo nuevo. Puede ser grande o pequeño, pero aprender una cosa nueva - pararte un momento y celebrar las ideas de otra persona - te ayudará a seguir adelante incluso en los días más largos. Intenta escuchar tantos puntos de vista como te sea posible. Lee historias de escritores del otro lado del mundo o escucha podcasts de expertos en áreas con las que no estés familiarizado. Esto te brinda la oportunidad de ampliar tu pensamiento.

Muchas personas son adictas al trabajo. Cuando se lleva una startup y vas de un lado a otro haciendo videoconferencias o leyendo correos electrónicos, resulta fácil sentir que te has visto absorbido por Internet. Escoger una actividad que te ayude a desconectar y a estar más presente puede dar miedo tras un largo día de trabajo. Así, para obligarte a colgar el teléfono, comprométete por ejemplo a preparar la cena para tu pareja todas las noches.

El día a día de los directores de empresas es realmente estresante. Estos suelen tener una gran cantidad de reuniones. Pueden pasar horas enteras revisando las capacidades de los nuevos productos, y luego unirse a una videoconferencia de ventas, seguida de una reunión urgente sobre el presupuesto.

Con tantas tareas tácticas y sensibles al tiempo, estos necesitan un tiempo de reflexión tranquilo para pensar sobre la estrategia y el panorama general. El cerebro tiene que cambiar de un modo de trabajo a un modo de pensamiento más profundo, y para hacerlo, como rutina, puedes reservar dos o tres horas a la semana para pensar. Estas deben ser unas horas en las que no estarás delante de tu ordenador ni con el teléfono encendido. Siéntate en el sofá, coge bolígrafo y papel, mira por la ventana, y deja que tu cerebro e imaginación te lleven en la dirección que necesitas.

Saca tu ropa de deporte la noche anterior para dar prioridad al ejercicio. Empezar la mañana con energía haciendo deporte mientras la mayoría de la gente todavía está en la cama te hará sentir realmente bien. Empieza el día sintiéndote realizado. El éxito lleva a más éxito.

Todos tenemos una noción de lo que podemos y no podemos hacer en nuestra vida, y solemos tener razón. Todas las personas de éxito tienen un sentido de su destino, y visualizan cómo es ese futuro con gran detalle. No basta con visualizarlo, también hay que creer en él. Creer en nuestros destinos permite a nuestras mentes subconscientes empezar a pensar en formas de ayudarnos a alcanzar nuestros objetivos, mientras dormimos o mientras hacemos nuestra vida diaria. Aunque parezca que la mente consciente es el motor de nuestras acciones, en realidad es la mente subconsciente.

Llevar una lista corta y diaria de todas las tareas que quieres completar te ayuda a aumentar tu productividad. Al saber exactamente todas las cosas que deseas hacer, puedes aprovechar esos 10 o 15 minutos entre reuniones para tachar una de esas tareas más pequeñas.

Al tener una lista de tareas diarias, serás capaz de ser proactivo y definir lo que realmente necesitas hacer, en lugar de dejar que sea tu bandeja de entrada la que decida por ti. Tachar todas las tareas de tu lista de tareas pendientes te proporcionará un sentido más profundo de logro al final de cada día, y te ayudará a ponerte manos a la obra a la mañana siguiente.

Cuando tengas la tentación de sentir autocompasión o preocupación, recuérdate a ti mismo que debes mirar el lado positivo de las cosas. La positividad no solo te ayudará a sentirte mejor, sino que también es más saludable y mejora la calidad de tu trabajo y tus relaciones.

Resulta fácil sentir la necesidad de mantenerse ocupado con el trabajo. Con el fin de evitarlo, intenta participar en diferentes actividades. Escucha música, toca la batería o date una vuelta con el coche. Es muy importante aceptar la diversión en la vida y no permitir que el trabajo domine cada aspecto de tu semana. Si no consigues desconectar del trabajo, no podrás ocuparte de tus asuntos más tarde. Así que intenta disfrutar de un poco de diversión. En última instancia, tener estos momentos de alivio te ayudará a agudizar tu concentración y a cerrar más tratos.

Empezar el día con la cabeza despejada y la bandeja de entrada vacía es lo mejor que puedes hacer para tener un día productivo. Puedes empezar cada día con un café en un ambiente inspirador y dedicarle unos momentos a respirar, organizar tus pensamientos y ordenar tus correos electrónicos.

Tras estos pocos momentos de tranquilidad, durante el resto del día debes centrarte en hacer las cosas lo más rápido, proactiva y eficientemente posible. Mantenerte al tanto de tu correo electrónico debe ser una de tus principales prioridades.

Tomarte un tiempo para meditar antes de que empiece el día te ayudará a abordarlo con una mente abierta. Meditar te ayudará a estar en el estado de ánimo adecuado para hacerle frente a cualquier reto con el que te enfrentes, desde evitar distracciones durante las reuniones de negocios importantes hasta la toma de decisiones efectivas. Te sorprendería lo que no pensar durante media hora cada día puede hacer por tu bienestar.