3 estrategias para aumentar tu motivación
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Seguramente te ha pasado que has tomado la decisión de mejorar tu salud, tu carrera o tus relaciones, y tan solo dos días después te rindes y dices: "No puedo motivarme".

A menudo decimos ese tipo de cosas sin saber lo que es realmente la motivación. La motivación es simplemente la razón (o razones) para actuar o comportarse de una forma determinada.

El problema radica en que la mayor parte de nuestra motivación es de corta duración. Algunos días nos sentimos motivados por la noche, pero cuando suena la alarma a la mañana siguiente, todas nuestras razones desaparecen por la ventana.

Aunque puedes recurrir a la autoconversación, los plazos, las rutinas y otras técnicas para motivarte, tú y yo sabemos que no te va a funcionar. Lo que realmente necesitamos es una estrategia para motivarnos y mantenernos motivados. Estas son 3 formas de conseguirlo.

1. Gestiona el juego interno

La idea que se esconde tras la motivación es tener un propósito para hacer algo. ¿No tienes ningún propósito? Entonces no hay que tomar ninguna acción. A eso es a lo que se reduce la motivación en última instancia.

Cuando careces de motivación, careces de propósito. Viktor Frankl, un psiquiatra y superviviente del Holocausto, dedicó el trabajo de su vida a este tema. En su libro "The Will To Meaning", escribe:

"Lo que el hombre realmente necesita no es un estado sin tensión, sino más bien el esfuerzo y la lucha por un objetivo que merezca la pena, una tarea elegida libremente".

Esta es la lucha interior a la que todos nos enfrentamos. ¿Por qué hacemos lo que hacemos? ¿De qué sirve? ¿Por qué te levantas por las mañanas?

De acuerdo con Frankl, quien sobrevivió a los horrores de un campo de concentración, somos los creadores de nuestro propio destino. Creamos motivación. No es algo que se nos dé. La motivación nace en el interior. Tú decides cuál es el propósito de tu vida y luego trabajas para conseguirlo.

Sin embargo, la cosa no es tan sencilla. Tanto tú mismo como otras personas te tentarán a hacer cosas diferentes. Nuestro estado mental natural es la distracción. Perseguimos diferentes objetivos y como resultado, estamos confundidos. Considera esto como el juego de la vida.

Cómo mantener la motivación en situaciones difíciles

Existen unas fuerzas que intentan alejarte de tu propósito. Tu tarea es gestionar el juego interno. Puedes escribir un diario para recordarte lo que te impulsa. También puedes buscar la incomodidad. Intenta hacer cosas nuevas. Desafíate a ti mismo. Practica la filosofía. Medita. Debes combinar diferentes hábitos que te ayuden a gestionar el juego interior.

2. Hazte responsable

La motivación nace dentro de nosotros mismos. Sin embargo, la vida no es solo sobre el individuo. Nuestro propósito siempre está relacionado con los demás - nuestra familia, cónyuge, hijos, amigos, e incluso desconocidos.

Luego, quieres hacerte responsable. La responsabilidad personal es la creencia de que estás dispuesto a asumir la responsabilidad de tus acciones. Eso te asegurará que sigas adelante cuando te equivoques. Pero, ¿cómo se establece un sistema de responsabilidad para ti mismo? Usa el principio de compromiso y consistencia.

La gente desea parecer consistente en su comportamiento. Si alguien te pregunta si eres un tipo aventurero, y dices que sí, tiendes a actuar de una forma que apoye esa idea.

Puedes usar este principio contra ti mismo. Simplemente comunica a la gente cuál es tu propósito. Dilo a menudo. Cuando simplemente hablamos de nuestros objetivos con un miembro de la familia, amigo, entrenador o compañero de trabajo, es más probable que cumplamos con nuestras palabras. Descubrirás que harás todo lo posible para estar a la altura de lo que has dicho.

3. Recompensa tu espíritu

Las recompensas son aconsejables para aumentar la motivación personal. No obstante, también pueden ser contraproducentes si eliges las recompensas equivocadas o permites que sean estas las que te impulsen.

La idea es muy simple. Deseas recompensarte consistentemente por tus pequeños logros. Cuando has progresado en tus objetivos profesionales, la gente te dice que deberías comprarte algo bonito.

Sin embargo, las recompensas materialistas no son recomendables. Lo último que quieres es estar motivado por las recompensas. Eso derrota todo el propósito. Y eso es en lo que la mayoría de la gente que escribe sobre motivación y recompensas se equivoca. Intentan ayudar pero al final acaban empeorando las cosas.

En lo que a recompensas respecta, debes limitarte a las cosas que te proporcionan satisfacción interior. Esas cosas no suelen costar demasiado. Por ejemplo, después de completar un gran proyecto, tómate una semana libre y únicamente lee libros, haz tareas en casa, queda con tus amigos y desconecta.

Mucha gente obtiene un inmenso placer de la comida. Eso también puede ser una recompensa. Haz lo que mejor funcione para ti. Simplemente ten en cuenta que lo que te das a ti mismo es un bonus. Incluso si no obtienes la recompensa, lo harás de todas formas.

Por ejemplo, no hagas ejercicio para así poder comerte un helado después. Una vez más, eso frustra el propósito. En lugar de permitir que las recompensas dicten tu comportamiento, haz cosas que realmente disfrutes. Encuentra una actividad física que te guste.

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