3 hábitos de la gente supersimpática
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Ser simpático, hacer amigos y construir mejores conexiones sociales es una habilidad que puedes aprender.

Nuestras conexiones y contactos sociales tienen más influencia en nuestras vidas de lo que podemos imaginar, y a pesar de ello muchas personas no invierten el tiempo suficiente en la construcción o mantenimiento de estas importantes redes.

¿Qué pasaría si te volvieras proactivo en tu vida social? Esto mejoraría todos los aspectos de tu vida. Por ejemplo, serías capaz de conocer a más gente y, lo que es más importante, te permitiría combinar esos amigos para crear un increíble círculo social.

Nuestro éxito en la vida y en el trabajo depende en gran medida de la riqueza y la profundidad de nuestras relaciones personales y profesionales. Cuanto más simpáticos somos, más profundas son las relaciones personales y profesionales que construimos y más ricas y amplias son nuestras redes.

Ser agradable o simpático es una habilidad que se puede aprender. Estos son algunos comportamientos clave que pueden ayudarte a mejorar tus habilidades sociales.

1. Proyectar tu auténtico yo

¿Cuándo fue la última vez que te perdiste en una conversación? El verdadero tú es la herramienta más poderosa a tu alcance para formar conexiones reales y ser simpático.

No existe una forma correcta o incorrecta de interactuar con los demás. Tan solo existe la manera auténtica - ser tú; lo que significa conectar con los demás de una forma que te haga sentir bien.

La autenticidad se trata de ser tu verdadero yo - el verdadero tú es tu mejor versión. La gente se siente atraída por las personas que no temen comprometerse completamente - en la debilidad y en la fortaleza.

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Nuestras relaciones se desarrollan más fácilmente y son más duraderas cuando nos sentimos mejor con nosotros mismos y con las personas con las que nos relacionamos de forma personal y profesional.

La construcción de relaciones no se basa en transacciones, sino que se trata de conexiones. Consiste en crear oportunidades para llevar a cabo interacciones honestas y auténticas y hacerlas ventajosas para todas las partes involucradas. Se trata de gustar y ser querido.

Al compartir tus reacciones honestas, tu energía natural y todo lo real sobre ti con otras personas, estás construyendo unas relaciones más profundas con los demás.

Intentar ser una persona que no eres es agotador. Para ser auténtico, no intentes hacer nada o premeditar tus acciones. Simplemente sé tú mismo. Olvídate de intentar ser simpático.

2. Mostrar más curiosidad de la que esperan los demás

La curiosidad hace que las conversaciones fluyan. Los humanos suelen interesarse por sí mismos. Todos queremos que nos gusten.

La gente no está interesada en ti. No están interesados en mí. Están interesados en ellos mismos - mañana, mediodía y después de la cena.

A la gente le encanta hablar sobre sí mismos si les incitas a ello preguntándoles algo interesante sobre ellos mismos o algo que sabes que les parece interesante. Para relacionarte mejor con los demás, haz preguntas mejores y más abiertas. Haz preguntas que hagan pensar a la gente que tienes en cuenta sus intereses.

En cualquier conversación, muestra un interés genuino aprendiendo más sobre tu compañero de conversación, esto aumentará tu simpatía y te abrirá a oportunidades. Cuando alguien cuente una historia, evita la tentación de seguir la conversación añadiendo un ejemplo de tu propia vida.

Incluso si la conversación llega a un callejón sin salida, haz una pregunta abierta para ayudar a que siga adelante. Conforme habléis, intenta descubrir lo que podéis tener en común y el valor que puedes aportar a la otra persona.

La curiosidad saca lo mejor de nosotros y nos impulsa a mantener un buen contacto visual, la compostura o a imitar el lenguaje corporal de la otra persona. El resultado final es que mejoramos nuestras conexiones.

3. Escuchar de forma inteligente

Con el fin de conectar mejor con los demás, escucha más de lo que hablas. La escucha activa requiere que te concentres en lo que la otra persona está diciendo, lo absorbas e interpretes sin juzgar. Independientemente de si estás hablando con una persona que acabas de conocer o con un viejo amigo, mantente abierto a la posibilidad de que tus percepciones no sean del todo exactas; solo puedes darte la oportunidad de fortalecer el vínculo.

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Al escuchar de forma efectiva puedes construir confianza, descubrir intereses e identificar pasiones y puntos en común. Escuchar es de vital importancia para aumentar la simpatía. Te ayuda a construir una relación y a expresar empatía.

La escucha activa es parte de lo que haces cuando sientes curiosidad por una persona con la que estás hablando. Sé un buen oyente y anima a los demás a hablar sobre sí mismos. Cuando la gente se sienta bien al hablar contigo, asociarán esos buenos sentimientos contigo. Esa es una fórmula ganadora para hacer amigos e influir en la gente.

Escuchar es un acto de empatía. Es esencial para las relaciones saludables. Aprende a valorar el silencio cuando estás escuchando. No tengas miedo al silencio; aprende a mantenerlo. Aunque puede resultarte incómodo, no lo será para la persona que necesita expresar lo que siente.

A pesar de que practicar la escucha activa te resulte difícil al principio y requiera mucha práctica antes de que se convierta en un hábito, si trabajas en ella, acabará resultándote muy fácil.

En resumen, puedes aprender a ser simpático. Puedes relacionarte con facilidad, conectarte significativamente con los demás, sacar lo mejor de todos los que te rodean y divertirte en el proceso.

Aprende a convertirte en la persona más simpática de tu círculo de amigos siendo más auténtico, mostrando interés en los demás, haciendo que los demás se sientan importantes y animando a los demás a hablar. Ser simpático depende únicamente de ti.

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