¿Cada vez tienes más problemas para recordar las cosas? ¿Se te ha olvidado algo realmente importante? No te preocupes, ya que hay unas cuantas cosas que puedes hacer para mejorar tu memoria.
La creación y gestión de la memoria es un complejo proceso en el que el cerebro humano recoge, almacena y recuerda la información que necesitamos para diversas tareas. Sin embargo, estos recuerdos también desempeñan un papel más humano al ayudar a reconocer y recordar personas importantes y ocasiones especiales.
Algunas enfermedades cognitivas, como la demencia, el Alzheimer y el Parkinson, afectan de forma negativa a la memoria. Sin embargo, incluso sin estas terribles enfermedades, los empresarios ocupados pueden arriesgarse a perder los recuerdos almacenados así como la capacidad de formar y retener otros nuevos. El vertiginoso ritmo de vida actual también hace que durmamos menos y peor, lo que a su vez afecta a nuestra memoria.
En vez de permitir que nuestra capacidad de almacenar y recordar recuerdos se vea afectada, adopta un enfoque proactivo. La ciencia ha descubierto algunas cosas que podemos hacer para poner a punto esta esencial herramienta neurológica. A continuación te presentamos 5 trucos que deberías incorporar a tu rutina diaria.
1. Jugar a videojuegos y aplicaciones de entrenamiento del cerebro
Es posible que en un principio no te tomes esta recomendación en serio, especialmente si tus padres te decían que dejaras de jugar a la consola cuando eras un adolescente. Sin embargo, un estudio llevado a cabo en 2017 publicado en la revista Behavioral Brain Research llegó a la conclusión de que una amplia variedad de videojuegos mejora el funcionamiento de varias regiones del cerebro relacionadas con la memoria. La investigación encontró mejoras en áreas como la memoria semántica, que implica la capacidad general para recordar el conocimiento. Aunque probablemente no desees perder horas de tu tiempo jugando a videojuegos, es un buen pasatiempo para ejercitar el cerebro.
Si no te gustan los videojuegos, considera usar alguna app de entrenamiento del cerebro cuando tengas un descanso. Los estudios han demostrado que ayudan a evitar el declive cognitivo e incluso pueden reducir el riesgo de sufrir demencia.
2. Emplear reglas mnemotécnicas para recordar las cosas
Las reglas mnemotécnicas hacen mucho más que ayudarte a recordar información. En realidad, pueden incluso mejorar tu cerebro.
De hecho, un artículo de investigación publicado en 2017 en la revista Neuron reveló que las actividades de entrenamiento mnemotécnico remodelan el cerebro a nivel físico. Lo hacen a través de la creación de nuevas conexiones de red cognitiva que luego mejoran la función de la memoria. Existe una amplia variedad de actividades mnemotécnicas, así que seguramente no tendrás problema en encontrar alguna que se ajuste a tus intereses personales o de negocios.
Puedes crear o adoptar reglas mnemotécnicas que incorporen música, palabras, nombres, notas y rimas. Por ejemplo, puedes crear una regla mnemotécnica utilizando la primera letra de cada palabra en una lista de elementos que necesitas recordar en el trabajo, y luego darle el nombre de una persona o cosa.
Puedes crear o adaptar reglas mnemotécnicas para casi cualquier cosa, incluyendo una lista de empleados o proyectos, competidores o simplemente tu lista de la compra. Al crear y practicar la mnemotecnia, fortalecerás tu capacidad mental para formar, retener y recordar conocimientos y hechos importantes que necesitas para mantenerte alerta en los negocios.
3. Hacer ejercicio de forma regular
Mientras que no cabe duda de que el ejercicio mental ayuda a mejorar tus habilidades de memoria, el ejercicio físico también es de vital importancia. La ciencia ha descubierto que un estilo de vida sedentario parece promover la pérdida de memoria mientras que la actividad física estimula la retención y mejora de la memoria.
Varios estudios de investigación han concluido que el ejercicio físico regular beneficia las habilidades cognitivas, incluyendo la memoria. Los hallazgos incluyen mejoras en la función cerebral relacionadas con la duración e intensidad del ejercicio, lo que lleva a una función hormonal más equilibrada, a la vez que estimula los cambios neuroquímicos que mantienen el cerebro en forma.
Crea un régimen de ejercicio semanal que se ajuste a tu horario laboral. Independientemente de si decides correr, jugar al baloncesto, caminar o ir de excursión, nadar o jugar al baloncesto, encuentra algo que te guste y que te permita involucrar a otras personas, incluso a empleados o compañeros. Esto puede ayudar a motivarte a cumplir con tu horario. Como alternativa, contrata un entrenador personal o apúntate al gimnasio.
4. Reducir los niveles de estrés
Las investigaciones han descubierto que algunas personas que habían sido diagnosticadas con demencia realmente no sufrían esta enfermedad. Más bien, el estrés intenso y persistente simplemente había perjudicado su memoria y otras habilidades cognitivas.
El estrés puede afectar a una gran cantidad de funciones de la memoria, incluida la memoria a corto plazo y la memoria autobiográfica. Según varias investigaciones recientes, el cortisol, una hormona relacionada con el estrés, puede inundar los bancos de memoria del cerebro y disminuir el recuerdo y el reconocimiento.
Al incorporar métodos de reducción del estrés basados en la atención plena, los participantes en la investigación fueron capaces de recuperar e incluso mejorar la función de la memoria. Estos métodos incluyen la meditación, el pensamiento consciente y la reflexión. Encuentra otras formas de reducir el estrés delegando cuando te sientas abrumado, evitando situaciones y personas negativas y minimizando las situaciones de riesgo.
5. Comer verduras (y frutas)
Un estudio de la Facultad de Medicina de Harvard ha llegado a la conclusión de que las personas pueden mejorar su memoria comiendo más porciones de verduras y frutas. El extenso estudio incluyó a cerca de 28.000 personas de 50 años que respondieron a preguntas cada cuatro años durante dos décadas. Las preguntas se referían (entre otros factores de estilo de vida) a cuántas porciones de verduras, frutas y otros tipos de alimentos comían a diario.
Los participantes también hicieron pruebas que midieron sus habilidades de pensamiento y memoria durante los cuatro años anteriores al final del estudio. Para cuando el estudio terminó, los participantes ya tenían 70 años.
Los que comían seis porciones de verduras y frutas al día no vieron afectadas sus habilidades de pensamiento tan a menudo como los que comían tan solo dos porciones o menos al día.
Los científicos que participaron en esta investigación creían que los antioxidantes y las sustancias bioactivas, que incluían las vitaminas A, B, C y E, así como los carotenoides, flavonoides y polifenoles, ayudaban a reducir el estrés oxidativo en el cerebro. Este estrés puede causar pérdida de memoria relacionada con la edad.
Si deseas mejorar tu memoria o simplemente evitar que empeore, no dudes en poner en práctica estos útiles consejos.