Todos tenemos momentos en los que lo único que queremos hacer es abandonar. Los obstáculos siempre aparecen en los momentos equivocados, las dificultades se acumulan y parecen imposibles de superar, y la vida en general parece hacer todo lo posible para ir en contra de nosotros. Todos nos hemos sentido así en alguna ocasión.
Siempre habrá cosas que intentarán detenerte, y habrá momentos en los que sentirás la tentación de abandonar. No obstante, eso nunca es la respuesta. Nunca conseguirás ningún éxito, felicidad o valor si abandonas. Así que no lo hagas.
Estas son 8 cosas que debes recordar justo en los momentos en los que tengas la tentación de abandonar.
1. Recuerda tu verdadera fuerza
¿Cuántas veces has fracasado? Probablemente muchas, ¿verdad? Y sin embargo, aquí estás, vivito y coleando. A pesar de creer que todo tu mundo iba a desmoronarse, te las arreglaste para encontrar una forma de levantarte y seguir adelante. Ese es el significado de ser fuerte.
Habrá momentos en los que te sentirás de la misma manera, como si todo tu mundo fuera a irse al garete cuando experimentes un fracaso. Durante este tiempo, reflexiona sobre todo lo que ya has logrado y superado en tu vida. Has fracasado antes y volverás a fracasar. De la misma manera, te has levantado antes, y tienes la fuerza para levantarte una vez más.
2. El éxito no llega de la noche a la mañana
A nadie le gusta esperar. Cuando nos viene algo a la mente, lo queremos, y lo queremos en ese momento. Sin embargo, el éxito no es algo que suceda de la noche a la mañana. Se trata de algo que llega a las personas que están dispuestas a luchar por sus creencias hasta que estas se hacen realidad.
Puede que encontremos nuestro éxito hoy, tal vez sea mañana, o tal vez sea dentro de veinte años. Sin embargo, una cosa es segura… si te rindes, nunca encontrarás ese éxito.
3. Recuerda cómo te sentiste la última vez que te rendiste
Una de las mejores cosas que puedes hacer para mantener la motivación es mirar hacia atrás y ver cómo te sentiste todas esas veces en las que has abandonado en el pasado. Independientemente de si se trata de renunciar a un deporte, a un trabajo o a cualquier otra área de la vida, siempre se tiene esa desgarradora sensación de desear haber seguido adelante.
Cuando nos damos por vencidos, también nos damos por vencidos en cualquier posibilidad de convertir nuestros deseos en una realidad. Aprovecha ese sentimiento que tuviste la última vez que te rendiste para motivarte a no renunciar para seguir adelante.
4. Siempre hay un mañana
Sí, es posible que hayas tenido un mal día. ¿Adivina qué? Mañana es un nuevo día. Lo que pasó ayer no determina lo que va a pasar hoy. Lo que pasa hoy no determina lo que pasará mañana.
Trata cada día como lo que es: un nuevo comienzo. Olvídate del ayer. Concéntrate en lo que puedes hacer ahora y en cómo puedes ayudar a prepararte para tener más éxito mañana.
5. Las luchas solo te hacen más fuerte
Soportar las luchas y no querer renunciar es difícil, pero al echar la vista atrás hacia las luchas que has librado, ¿cuántas de ellas no te han ayudado a convertirte en una mejor persona? Ninguna.
Cualquier lucha u obstáculo al que te enfrentes en la vida solo te hará más fuerte. Estas te obligarán a salir de tu zona de confort, te empujarán a pensar de formas en las que nunca has pensado antes, y te darán experiencia.
6. Todo el mundo experimenta reveses
A veces, tendrás que dar un paso atrás para llegar adonde quieres ir. Recuerda que nada en esta vida es inmediato. La vida es un proceso, y necesitas centrarte en el gran cuadro de la vida en vez de buscar las breves recompensas.
No pienses en los contratiempos como fracasos. Piensa en ellos como herramientas de aprendizaje. Aprende de tus reveses y evita cometer los mismos errores a medida que avanzas.
7. Todo va a ir bien
Muchas veces queremos rendirnos porque creemos que todo va a ir mal. Llegamos a estas conclusiones por cómo creemos que puede ir una situación, y permitimos que esa conclusión nos impida seguir adelante. Sin embargo, siempre solemos estar equivocados en este sentido.
Al final del día, todo estará bien. No importa cuánto desees rendirte, no importa cuánto hayas fracasado, y no importa cómo te sientas sobre tu pasado, sigues aquí. Estás aquí y sigues viviendo el mayor regalo de la historia, el regalo de la vida. Todo se resuelve por sí mismo, así que sigue adelante y sigue creyendo en todo lo que vales.
8. El éxito llega a los que abrazan el fracaso
No es divertido pensar en ello, pero si quieres tener éxito, tienes que estar dispuesto a fracasar una y otra vez hasta que lo hagas bien.
Cuando aprendes a abrazar el fracaso, estás eliminando el pensamiento y la idea de rendirte. Rendirse es la única cosa que puede impedirte alcanzar el éxito que te imaginas, así que si te rindes, nunca lo alcanzarás.
Si no estás dispuesto a fracasar, entonces no estás dispuesto a tener éxito. La vida puede ser dura, pero debes recordar que tú eres más duro. El éxito llega a las personas que son pacientes, a las que están dispuestas a hacer todo lo posible por alcanzar sus sueños, y a las que están dispuestas a encontrar fuerza dentro de sí mismos para superar cualquier obstáculo que se interponga en su camino.
Sé esa persona. Trabaja por tus sueños, sé paciente, y nunca permitas que el fracaso te impida vivir tu vida. Así es como encontrarás el éxito en los momentos en los que lo único que quieras sea abandonar.