Cómo el fracaso puede acercarte al éxito
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J.J. Pryor, colaborador de Medium, nos cuenta por qué perseguir el fracaso puede ayudarte a ser más productivo.

Uno de los períodos más productivos de mi vida fue cuando lo único que hacía era intentar fracasar. A pesar de ser una construcción paradójica, acabó siendo muy útil para mí durante el año siguiente.

Me marché de Canadá y empecé a trabajar en Taiwán "enseñando" inglés. He usado comillas por la simple razón de que era realmente malo haciéndolo. No es mi profesión, pero es muy respetable para las personas que lo hacen bien.

Por supuesto, enseñar inglés fue un verdadero desafío. Lidiar con aulas llenas de niños gritando en otro idioma fue toda una pesadilla. Tampoco me ayudó demasiado el hecho de que no tuviera ni idea del idioma local al principio.

Fue un desafío interesante y ciertamente se sumó a la emoción que sentía durante esos días de nueva aventura. Sin embargo, mi mente siempre estuvo en otra parte durante ese primer año.

Objetivos

No fui a Taiwán únicamente para enseñar inglés y ganar 2.000 $ al mes. No era más que un paso intermedio. Cada día era un nuevo desafío de lenguaje, clima, scooters e interacciones.

También tenía que centrarme en mis objetivos a largo plazo. Fui allí después de dejar mi trabajo como auditor de tabaco para el gobierno de Canadá. Seguía teniendo la intención de terminar en el mundo de las finanzas, pero no por una vía tan tradicional.

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Tenía varios objetivos durante mi primer año en Taiwán, algunos de ellos recién encontrados y otros que ya llevaba tiempo barajando:

  • Aprobar la primera ronda de la certificación de analista financiero colegiado.
  • Aprobar el único examen restante de la certificación de contable público certificado.
  • Hacer un triatlón Ironman en primavera.
  • Aprender un nivel aceptable de mandarín.

Estudiar

De vuelta en Canadá, ya había completado una ronda completa de las pruebas de contable y conseguí aprobar 3 de ellas (una de ellas haciendo un segundo examen). Sin embargo, debido a que estaba estudiando por mi cuenta, el proceso me resultó arduo y bastante difícil.

Más tarde descubrí que la mayoría de candidatos estaban dando clases para ayudarles a aprobar. Si hubiera tenido el dinero o el trabajo para hacerlo, mi vida probablemente habría sido muy diferente de lo que es actualmente.

La lucha de consumir tales cantidades de conocimiento no fue fácil. Ni tampoco estaba destinado a serlo.

Sin embargo, en ese momento supe que necesitaba probar un sistema diferente si quería tener éxito en cualquiera de estos esfuerzos en esta nueva vida en Taiwán.

Me sentí bastante mal cuando suspendí 2 de los exámenes de certificación.

El fracaso no es una sensación agradable

Pensé mucho en ese sentimiento un día mientras viajaba en scooter a una de las sucursales de la escuela. ¿Existe alguna forma de eliminar la gravedad que se esconde tras la sensación de fracaso? ¿Qué aspecto tendría un argumento en una novela si esta fuera sobre una criatura de fracaso personificada?

"Bueno, todas las líneas argumentales necesitan un giro, ¿verdad?" Pensé.

Y qué mejor giro en esa hipotética historia que que alguien persiga realmente el fracaso.

Este es un pensamiento absurdo que me tuvo cautivado durante una semana. Me resultaba imposible dejar de pensar en si se trataba de un método que podría ayudar a alcanzar objetivos.

Si persiguieras el fracaso, le quitarías su poder. Si persiguieras el fracaso, no tendrías problemas de perfeccionismo a los que hacer frente. Si persiguieras el fracaso y fracasaras, podrías estar de alguna manera satisfecho.

Si intentara fracasar, trabajando como un burro, ¿podría realmente tener éxito?

Intentar fracasar

Qué concepto tan extraño, y ese es el único año de mi vida en el que lo apliqué. Mis días se llenaron rápidamente de rutina.

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Estudié durante 30 minutos cuando me despertaba. Nadaba por las mañanas antes de ir al trabajo. Estudiaba varias horas al día cuando no estaba enseñando. Corría una hora por las noches. Finalmente empecé a ir en bicicleta al trabajo en lugar de usar una scooter - por lo que tardaba 2 horas en llegar.

Aproveché el tiempo que pasaba en la bicicleta para practicar la pronunciación de algunas palabras nuevas en mandarín, todos los días. Dejé la fiesta para el fin de semana, cuando me tomaba un día libre para relajarme un poco.

Esas acciones me describieron. Después de todo, somos lo que hacemos todos los días.

Resultados

Nueve meses después ya había logrado muchos de mis objetivos, pero no todos.

Aprobé el primer examen de analista.

Suspendí el último examen de contable, aunque esto probablemente sucedió porque solo dormí 3 horas durante los 2 días antes de la prueba, que duró 5 horas.

Hice ese triatlón, llegando el último de entre cientos de personas. Fue una de las cosas más difíciles que he hecho en mi vida y estoy muy orgulloso de haberlo hecho, aunque me costó una importante lesión de rodilla.

A finales de año, fui capaz de mantener una conversación en mandarín.

Mirando hacia adelante

Después de ese año, me mudé a otra ciudad y no perseguí ningún objetivo durante un tiempo (la operación en la rodilla también evitó que siguiera entrenando).

Mi actual búsqueda de proyectos personales me ha permitido revisar muchos aspectos de mi vida. A menudo, cuando pienso en los períodos dorados de mi vida, siempre vuelvo a ese mismo año en Taiwán.

Voy a seguir esta estrategia ahora para mis nuevos proyectos, ¡y estoy deseando hacerlo!

Cuando intentas fracasar, no permites que el fracaso controle tus pensamientos. Así que si fracasas, realmente aprendes nuevas habilidades y lo haces lo mejor que puedes. Perseguir el fracaso te permite concentrarte en el corto plazo y en los hábitos diarios que necesitas para alcanzar tus objetivos.

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