5 hábitos para alcanzar la paz mental
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Estos hábitos mentales disminuirán el estrés y reducirán la ansiedad.

La mente de la mayoría de la gente es ruidosa, caótica, y está llena de auto-juicios y negatividad.

Muchos de nosotros hemos aprendido a tener miedo de nuestros propios pensamientos. Así que ocupamos nuestro tiempo y atención con distracciones y ocupaciones con el fin de evitar que estos nos atrapen en cuanto permitimos a nuestra mente descansar un poco.

Sobra decir que esta estrategia de evasión nunca funciona realmente… Cuanto más tiempo evites el desorden y el caos de tu propia mente, peor será.

A continuación te presentamos cinco hábitos mentales que te ayudarán a tener una mente más tranquila y menos ansiosa.

Si deseas cultivar una mente más pacífica, comprométete a construir unos mejores hábitos mentales.

1. Limita el viaje mental en el tiempo

Una de nuestras mayores fortalezas como seres humanos es la capacidad de viajar a través del tiempo, recordando el pasado e imaginando el futuro.

A lo largo de la historia de la humanidad, hemos aprovechado esta capacidad para imaginar, planear y construir logros increíbles. Desde la erradicación de la viruela hasta la llegada a la Luna, nuestra capacidad de vivir en el pasado y el futuro tiene enormes beneficios para el presente.

Sin embargo, pasar demasiado tiempo alejados del tiempo presente también tiene sus efectos negativos…

Por un lado, a menudo es estresante y agotador. Imaginar problemas hipotéticos y cómo podríamos resolverlos es útil en pequeñas dosis. No obstante, cuando esto se convierte en nuestra forma de pensar por defecto, puede acabar produciendo estrés crónico y ansiedad.

7 hábitos que no hacen más que aumentar tu estrés

Quedarte atascado en el pasado y en el futuro también puede provocar que te pierdas el presente. Muchos de los momentos más agradables y significativos de la vida tienen lugar en el presente. Sin embargo, si tu mente está atascada preocupándose por el futuro o viviendo en el pasado, es probable que te pierdas esos preciosos momentos.

Visita el pasado y el futuro, pero nunca te quedes allí.

Recuerda que no podemos controlar lo que nos pasa, pero sí podemos controlar nuestra atención.

"Nada es mejor prueba de una mente bien ordenada que la habilidad de un hombre para detenerse donde está y pasar un tiempo en su propia compañía", - Séneca

2. Mantén tus expectativas bajo control

Las expectativas tienen pequeñas ventajas y grandes desventajas.

Este es un ejemplo: Después de tener una conversación "muy positiva" con tu jefe sobre tu método de comunicación preferido (conversaciones en persona) frente a su método preferido (mensajes de texto y correos electrónicos), esperas que a partir de ahora te envíe menos e-mails y se comunique principalmente en persona.

Desafortunadamente, sigues recibiendo correos electrónicos de él, incluso por la noche o durante el fin de semana. Además de la irritación que produce recibir demasiados correos electrónicos inútiles, cada correo te hace recordar esa charla que tuvisteis.

Esto significa que estás experimentando no una sino dos emociones difíciles cada vez que tu expectativa es violada. Esto es significativo debido a que las emociones dolorosas tienden a ser multiplicativas, no aditivas. En otras palabras, si la irritación valiera 4 unidades de angustia emocional por sí sola, cuando la combinas con 4 unidades de sorpresa, tu angustia emocional general se acerca más a 16 que a 8.

El problema con las expectativas es que estas son violadas todo el tiempo. Y estas violaciones tienen consecuencias emocionales que provocan frustración, decepción y ansiedad frecuentes o constantes, unas emociones que no ayudan en nada para tener una mente en paz.

Aún así, quizás todo este estrés mental de altas expectativas vale la pena si los beneficios son lo suficientemente altos…

Es posible. Pero hagamos algunos experimentos de pensamiento...

  • ¿Esperar que tu hijo adulto encuentre trabajo le ayudará a conseguirlo?
  • ¿Esperar que tu cónyuge sea infinitamente paciente y te apoye cada vez que te desahogues hace que sea así?
  • ¿Esperar que otras personas sean amables, corteses, justas y racionales da lugar a ese tipo de comportamiento?

El mundo y todas las personas que hay en él son sorprendentemente indiferentes a nuestras expectativas.

Si deseas tener una mente más tranquila y pacífica, necesitas reducir drásticamente el número de expectativas activas en tu vida.

Puedes empezar de la siguiente forma:

  • Haz una lista de las cinco personas más importantes de tu vida.
  • Enumera cinco expectativas que tienes para cada una de ellas.
  • Elimina tres de esas expectativas para cada persona.

Probablemente te sorprendas gratamente al ver que no solo el mundo no se acaba, sino que tu paz mental mejora de forma sustancial.

"Las expectativas eran como la cerámica fina. Cuanto más las sostenías, más probable era que se rompieran", - Brandon Sanderson

3. Practica la autocompasión

Es una extraña ironía de la naturaleza humana que tendamos a ser compasivos con los errores de los demás y estrictos con los nuestros.

Si un amigo te llamara, enfadado y preocupado por haber cometido un error en el trabajo, lo más probable es que le respondas con compasión y comprensión.

Por otro lado, si cometieras un error en el trabajo, tu propia charla sería mucho menos comprensiva y compasiva.

  • ¿Qué está pasando aquí?
  • ¿Por qué somos duros y críticos con nosotros mismos cuando cometemos errores, pero somos amables y compasivos con los demás?
  • ¿Por qué podemos ayudar a un amigo a mirar los errores desde diferentes perspectivas, pero no somos capaces de hacerlo con nuestros propios errores?
  • ¿Por qué saboteamos nuestra propia paz mental con una charla negativa y un autojuicio después de cometer un error?

Pensándolo bien, ni siquiera te molestes en buscar respuestas. Probablemente hay docenas, si no cientos, de factores que provocan estas situaciones.

En su lugar, considera lo siguiente. ¿Qué pasaría si pudieras tratarte a ti mismo de la misma forma en la que tratas a otras personas cuando cometes un error?

Sí, a lo largo de los años has desarrollado el hábito de autoflagelarte con juicios de valor y charlas negativas. Pero al final del día, sin importar su origen, esto es un hábito. Y los hábitos son algo que se puede cambiar:

  • ¿Qué pasaría si empezaras a sustituir tu hábito de ser duro contigo mismo por ser amable?
  • ¿Y si reemplazaras tu hábito de ser crítico contigo mismo por ser comprensivo?
  • ¿Y si reemplazaras tu hábito de ser crítico contigo mismo con la autocompasión?

La próxima vez que estés culpándote a ti mismo por haber cometido un error, intenta hablar contigo como lo harías con un buen amigo que está haciendo frente a algo similar.

Y recuerda: una mente pacífica es una mente compasiva.

"La autocompasión consiste simplemente en darnos a nosotros mismos la misma bondad que daríamos a los demás", - Christopher Germer

4. Cultiva una vida orientada a los valores

Las personas que carecen de tranquilidad se encuentran atrapadas en ciclos casi interminables de preocupación y otras formas de pensamiento estresante e improductivo.

Debido a que han estado mucho tiempo intentando librarse de la ansiedad, basan su vida en escapar de este sentimiento:

  • Evitan ciertos tipos de personas y actividades por miedo a sufrir ansiedad.
  • Evitan ciertos recuerdos o desencadenantes por miedo a ser arrastrados de nuevo a una época oscura.
  • Evitan estar completamente solos con sus propias mentes, manteniéndose ocupados todo el tiempo.

El problema es que, cuando basas toda tu vida en evitar cosas aterradoras e incómodas, huir se convierte en lo único que sabes hacer. Pero ese es el problema…

Es mucho más fácil dejar de preocuparte por el futuro cuando tienes algo significativo hacia lo que moverte en el presente.

Esa es la razón por la que es tan importante cultivar una vida orientada a los valores.

Cultivar una vida orientada a los valores significa que te esfuerzas por tomar decisiones basadas en tus valores - tus metas más altas, aspiraciones y principios - especialmente cuando tus sentimientos te llevan en una dirección diferente.

Piensa en ello de la siguiente forma:

  • Es más fácil ignorar un comentario desagradable de un compañero de trabajo cuando estás involucrado apasionadamente en la misión de la organización.
  • Es más fácil dejar de insistir en un viejo y doloroso recuerdo cuando tienes un proyecto emocionante en tu vida.
  • Es más fácil dejar de preocuparte por la vida de tus hijos cuando tienes cosas interesantes que hacer en tu propia vida.

Si quieres una mente más pacífica, dale un propósito real.

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"Es difícil seguir tu sueño. Es una tragedia no hacerlo", - Ralph Marston

5. Memento Mori

La filosofía estoica se caracteriza por tener un cráneo humano en tu escritorio u oficina. Esta práctica se llama memento mori, que en latín significa "recuerda que debes morir".

Posiblemente todo esto te suene un poco extraño, incluso espeluznante. Sin embargo, en realidad tiene mucho sentido, especialmente si deseas fomentar una mente más tranquila y pacífica.

Esta es la razón: La muerte es lo que da sentido a la vida. Debido a que tenemos un tiempo finito, estamos naturalmente obligados a maximizarlo. La muerte es un poderoso recordatorio de que solo tenemos una oportunidad para esta cosa llamada vida, así que mejor aprovecharla.

Desafortunadamente, la muerte es una idea incómoda, incluso aterradora. Y tiende a ser una idea especialmente aterradora si sabes que no has aprovechado muy bien tu tiempo hasta ahora.

Como resultado, muchas personas se distraen de la muerte y de su propia mortalidad. Se mantienen constantemente ocupadas, tanto mental como físicamente, por lo que no les sobra ni un segundo con el que reflexionar sobre su propia muerte inevitable y su vida desperdiciada.

Sin embargo, esta técnica de distracción tiene un alto precio: la ansiedad y el estrés constantes. Nunca tendrás verdadera paz mental si tienes miedo de estar a solas con tu mente.

Con el fin de ralentizar tu vida lo suficiente como para aliviar ese constante estrés y ansiedad, debes estar dispuesto a enfrentarte a tu propia mortalidad y responsabilidad de hacer algo significativo con tu vida.

Haz algo pequeño cada día que te recuerde un poco que la vida es corta. Si lo haces, empezarás a construir una tolerancia a la ansiedad de la muerte y a la vergüenza de desperdiciar tu tiempo.

La paz solo te encontrará cuando puedas tolerar tus miedos y ansiedades.

"Aquel que teme a la muerte nunca hará nada digno de un hombre que está vivo", - Séneca

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