Anthony Moore, colaborador de Medium, nos da algunos trucos para lograr tus metas mucho más rápidamente.
Después de pasar años estudiando sobre la motivación, la fijación de objetivos y la creación de impulso, he descubierto que si deseas lograr tus objetivos 10 veces más rápido, tienes que dejar de seguir las rutinas.
Sé lo que estás pensando, pero permíteme explicarme.
Las rutinas no le funcionan a la mayoría de las personas. Si tienes hijos pequeños, mascotas, viajas mucho, trabajas desde casa o tienes una discapacidad… seguir la misma rutina todos los días es realmente complicado. Si sigues intentándolo, acabarás frustrado y abandonando.
Antes de que mi esposa y yo adoptáramos a nuestro pequeño cachorro, teníamos un horario bastante estable. Me despertaba temprano casi todos los días para escribir, y seguía casi la misma rutina todos los días.
Sin embargo, todo cambió cuando nuestro cachorro llegó a casa.
Se despertaba una o dos horas antes que nosotros, ladrando y llorando hasta que jugábamos con él, arruinando así nuestra rutina de sueño. Cuando se despertaba, se pasaba el día correteando por la casa y poniéndolo todo patas arriba, por lo que me resultaba imposible sentarme a trabajar.
El resto de nuestro horario también se vio seriamente afectado: teníamos que sacar al perro a pasear, llevarlo al parque de perros, a la clase de entrenamiento de perros, teníamos que bañarlo y muchas cosas más.
Por esta razón, dejé de intentar seguir una rutina.
Y fue entonces cuando empecé a conseguir mis objetivos mucho más rápidamente que antes.
Las metas son para los perdedores. Los sistemas son para los ganadores
Las metas funcionan muy bien para situaciones simples. Sin embargo, el mundo actual no suele ser simple.
No sabes cómo va a ser tu carrera dentro de un año. No sabes qué va a pasar con la economía, o qué nuevas tecnologías lo revolucionarán todo.
Tu vida personal es igual de impredecible. El futuro es una gran bola de complejidad si miras lo suficientemente lejos. Y eso significa que las probabilidades de elegir el mejor objetivo para ti son escasas, y las probabilidades de alcanzarlo son todavía más escasas, ya que todo es un objetivo en movimiento.
Así, en vez de objetivos, prueba sistemas que mejoren tus probabilidades de éxito con el tiempo.
Escoge proyectos que mejoren tu valor personal sin importar cómo vaya el proyecto en sí. Encuentra sistemas para tu alimentación y ejercicio físico que sustituyan la fuerza de voluntad.
No te concentres en fijarte objetivos; en su lugar, crea mejores sistemas que te permitan hacer pequeños progresos a diario, sin importar tu horario.
La gente común se centra en los resultados, mientras que la gente extraordinaria se centra en el proceso
En su autobiografía, Bryan Cranston (quien da vida al personaje de Walter White en la popular serie Breaking Bad) describe una lección que le ayudó a pasar de ser un actor mediocre a uno extraordinario. Esto es lo que escribió:
"Al principio de mi carrera, siempre me estaba esforzando. Haciendo anuncios, invitando a estrellas, haciendo castings como un loco. Me ganaba la vida decentemente... pero me sentía atrapado. Entonces, Breck Costin [su mentor] me sugirió que me centrara en el proceso más que en el resultado.
No iba a ir a un casting para conseguir nada: un trabajo, dinero o validación. No iba a competir.
Iba a dar algo.
No estaba allí para conseguir un trabajo. Estaba allí para hacer un trabajo. Estaba allí para hacer una actuación. Si me aferraba al resultado, me estaba preparando para esperar, y por lo tanto para fracasar. Mi trabajo era ser convincente. Asumir riesgos. Disfrutar del proceso".
Cranston sigue diciendo que tras este cambio de mentalidad, se sintió mucho más relajado y libre. Ya no había ninguna presión debido a que el resultado era irrelevante. "Una vez que hice el cambio, empecé a ejercer un gran poder en cada habitación en la que entraba", escribe. "Lo que significaba que podía relajarme. Era libre".
Poco después de este cambio, Cranston consiguió un papel en la popular serie Malcolm in the Middle, por el que recibió 3 nominaciones en los premios Emmy. Ahora es uno de los actores más respetados y conocidos del mundo.
Cuando te concentras en el resultado, estás socavando tu crecimiento. Pierdes el enfoque en el aquí y el ahora. Los verdaderos campeones se centran en el proceso. Son conscientes de que los campeones no se hacen en el cuadrilátero, se hacen en la arena de práctica, todos los días durante meses.
El Boston Globe estudió en una ocasión un día típico para los snowboarders olímpicos. Los atletas se "levantan al amanecer, estiran, ven un video del día anterior, van a las pistas hasta el almuerzo, van a clase, hacen más deporte, cenan y luego van a la sala de estudio durante una hora y media. Como mucho, tienen una hora de ‘tiempo libre' al día, pero normalmente la emplean para hacer los deberes".
Estos atletas se convirtieron en los mejores del mundo en su oficio. Se convirtieron en campeones mucho antes de empezar su primera competición olímpica; son campeones porque practicaron todos los días.
Esta motivación es lo que les ayuda a seguir adelante. En el famoso libro de Anders Ericcson "Número uno: Secretos para ser el mejor en lo que nos propongamos", el autor dice que "en el fondo, la práctica es una búsqueda solitaria".
El compromiso con la nave puede ser solitario, aburrido y tedioso. A menudo lo es. Sin embargo, esta es la diferencia entre los buenos y malos escritores, snowboarders, directores ejecutivos, cantantes y malabaristas - los buenos practican constantemente. Se centran en el proceso de mejorar, cada día.
Los malos no lo hacen.
La gente común se centra en el resultado. La gente extraordinaria se centra en lo que puede controlar - el proceso.