Emplea estas técnicas para conseguir una mejor salud mental y física.
Independientemente de si se trata de un estrés fugaz o a largo plazo, es de vital importancia encontrar técnicas saludables que permitan que tu mente y cuerpo se relajen y reagrupen.
Evitar el estrés o la sensación de estar abrumado es casi imposible, ya que esto es una parte natural de la vida y superar los desafíos es lo que nos permite crecer y convertirnos en mejores versiones de nosotros mismos. Sin embargo, cambiar la forma de ver el estrés y aprender a entenderlo mejor y a asociarse con él de forma saludable es posible.
Si el estrés no es reconocido y gestionado de forma correcta, este puede provocar cambios de peso, problemas digestivos, niebla cerebral e incluso depresión. Averigua cómo evitarlo.
1. Reduce el estrés poniéndote siempre en primer lugar
Tú eres el único director ejecutivo de tu cerebro y cuerpo y el mayor factor de tu éxito, así que intenta invertir en tu tranquilidad con actividades de relajación. La meditación es una de las mejores técnicas, sin embargo, puede ser algo difícil al principio. Si deseas tener éxito en la meditación, primero debes ser capaz de hacer dos cosas: relajarte y concentrarte. Estas son dos habilidades que nuestra estimulante cultura moderna de la tecnología, las redes sociales, el exceso de trabajo y la multitarea han hecho muy difícil.
Empieza con técnicas de respiración suave, yoga reconstituyente y encuentra pequeñas formas de ser bueno contigo mismo y de divertirte más. Podrías probar con dar paseos, pasar tiempo en contacto con la naturaleza, escribir o llevar un diario, realizar actividades artísticas y tocar un instrumento o escuchar música tranquila sin letra (las letras pueden desencadenar recuerdos.) Si puedes practicar una de estas cosas todos los días durante al menos diez minutos al día durante las próximas tres semanas, no tardarás en ver los resultados.
2. No te olvides de respirar
Respirar de forma adecuada te ayudará a liberar la tensión física, a calmar el sistema nervioso, a llevar nueva energía al cerebro y a pulsar el botón de reinicio cuando te encuentres con desafíos y te sientas abrumado. La respiración es el mejor método para alejarse de cualquier pensamiento que pueda estar provocando que te sientas estresado o ansioso, y volver al momento presente, donde puedes tomar alguna medida desde un estado mental más calmado.
Puedes probar este rápido ejercicio de un minuto: cierra los ojos y cuenta diez largas y lentas inspiraciones y espiraciones. Respira profundamente. Concéntrate en contar, soltando pensamientos y distracciones mientras exhalas.
3. No hagas varias tareas al mismo tiempo
Una vez que hayas adoptado la meditación y las prácticas de autocuidado, controla tu trabajo y agiliza tu flujo de trabajo. La atención es simplemente el arte de vivir más plenamente en el momento presente, experimentando la vida tal como está sucediendo. Cuando trabajas desde este estado de intención consciente, reduces las distracciones y mejoras la concentración productiva. Para traer la atención plena a tu flujo de trabajo diario, intenta reservar tiempo para tus actividades y centrarte en una tarea exclusivamente hasta que la termines antes de empezar otra.
En lugar de hacer varias tareas a la vez, céntrate primero en las áreas que más valor añaden, trabajando en tu lista de tareas de una en una. Cuando trabajes en tareas que no te gustan demasiado, en vez de afrontarlas como una tarea, dale rienda suelta a tu creatividad y descubre nuevas experiencias dentro de una rutina familiar, siendo consciente de cada aspecto de tus acciones como si fuera la primera vez. Sé consciente de cada paso y sumérgete completamente en el progreso hasta que hayas terminado lo que tienes entre manos.
4. Date un respiro y celebra
Recuerda estar orgulloso de todo lo que consigas en un día o durante la semana. No importa cuán grande o pequeño parezca, enorgullécete de lo que haces y de lo que eres. Coge las tres cosas por las que estás agradecido o los logros que deseas celebrar y anótalos en un papel. Luego pégalo en el espejo del baño, en el teclado del portátil, en la puerta de un armario o en cualquier otro lugar donde lo veas a menudo, lo que te permitirá recordar lo que has logrado y por lo que estás trabajando tan duro. Este es un gran motivador para mantenerte en el camino de las metas/pasiones y lo que te trae alegría.
Convierte el estrés en un activo
Al trabajar para implementar cada una de estas cuatro ideas en tu vida diaria, empezarás a encontrarte gestionando situaciones estresantes con más facilidad y mayor claridad mental. Empezarás a moverte hacia tus metas y ambiciones con renovada energía, propósito y motivación. Estas técnicas no te darán resultado de la noche a la mañana. Requieren tiempo y paciencia. Sin embargo, juntas te ayudarán a encontrar el equilibrio en la vida y a conectar con tu propósito y trayectoria profesional.