Muchos de nosotros creemos que la opinión de los demás es importante para alcanzar nuestro éxito.
Sin embargo, esto es un error. Si estás constantemente adaptando tu vida a las expectativas de los demás, no estás viviendo realmente tu propia vida. Estás viviendo una versión de una vida que crees que va a ser aprobada por los demás.
Deja de dar a otras personas ese poder sobre ti. Puedes elegir entre creer cómo te ven los demás, o puedes decidir por ti mismo quién eres y en qué vas a convertirte.
La elección es tuya. Puedes empezar con estas nueve simples formas de eliminar la preocupación y liberarte para ser tú mismo.
1. No intentes complacer a todo el mundo
Intentar complacer a todo el mundo saboteará tu éxito y felicidad. Es imposible cumplir con las expectativas de todos. La realidad es que a algunas personas no vas a gustarles. Todos tenemos diferentes antecedentes y personalidades, y algunas personas simplemente no encajarán contigo. Intenta centrarte más en estar a la altura de tus propios estándares y menos en los ideales de otras personas.
En vez de preocuparte por cómo hacer felices a los demás, intenta convertirte en la persona que quieres ser. Emplea tu tiempo y energía viviendo tu vida de la mejor manera posible, y considera cómo utilizar mejor tus talentos, dones y habilidades para hacer que el mundo y las personas a tu alrededor sean mejores.
2. Deja de hacer lo que te dice la gente
Deja de disculparte por todo, incluso cuando ni siquiera hayas hecho nada malo. Y deja de permitir que otros tomen decisiones por ti. Cuando lo haces, estás disminuyendo y desacreditándote a ti mismo.
Debes estar dispuesto a decirle a la gente que no; de lo contrario, estás permitiendo que la gente te presione para hacer cosas que no deseas hacer, simplemente porque te sientes culpable si no lo haces.
Sobre todo, deja de permitir que la gente se aproveche de ti.
Al estar constantemente haciendo lo que te dicen otras personas, estás dejando que todos los demás - incluso completos extraños - dirijan tu vida. Reconoce que nunca podrás ser realmente tú, o alcanzar tu máximo potencial, o cumplir tus sueños si vives según las ideas y reglas de los demás.
3. Reconoce que la mayoría de la gente está centrada en sí misma
Las personas suelen estar más preocupadas por sí mismas que por los demás. Pasan más tiempo centrados en sus propias inseguridades, preocupaciones y diálogo interior que pensando en los demás. Así que, cuando alguien expresa una opinión sobre tu vida, probablemente no es algo en lo que haya pensado demasiado.
La mayoría de la gente está demasiado absorta en sus propios pensamientos como para además pensar en ti. Una vez que empieces a darte cuenta de que la gente está obsesionada con sus propios problemas e inseguridades, te será más fácil dejar de preocuparte tanto por lo que los demás piensen sobre ti.
4. Deja de tomarte todo como algo personal
Si eres una persona muy sensible, esto puede resultarte difícil. Es fácil leer las cosas, como el tono de voz de alguien, las expresiones faciales y las reacciones. Sin embargo, lo que realmente necesitas hacer es dejar de pensar demasiado en todo.
Las personas suelen estar tan atrapadas en su propio diálogo interior y se preocupan tanto que no son realmente conscientes de que cómo dicen algo puede ser malinterpretado. Es probable que hayan hecho algo sin querer o lo hayan dicho con un tono diferente al que deseaban. Así que dales el beneficio de la duda.
5. Sé amable contigo mismo
Con el fin de dejar de preocuparte por lo que piensan los demás, debes recordar que primero debes amarte y respetarte a ti mismo. Necesitas tratarte a ti mismo como quieres que te traten los demás. Siempre debes tratar a los demás como quieres que te traten, pero también necesitas modelar este comportamiento tratándote a ti mismo con amabilidad y compasión.
Practica el auto-cuidado pasando tiempo alimentando tu cuerpo y alma. Concéntrate en lo que te hace feliz. Deja de preocuparte si los demás te aceptan o aprecian, y aprende a aceptarte y amarte a ti mismo.
6. Esfuérzate por ser tú
Imitar a los demás y querer encajar con la multitud forma parte de la naturaleza humana. Deseamos ser apreciados y queridos por los demás. Sin embargo, todos tenemos perspectivas e ideas únicas, nuestras propias peculiaridades e idiosincrasias. Todo lo que puedes ser es tú.
No intentes ocultar quién eres. Abraza tu individualidad. Intentar ser alguien que no eres te hará sentir insatisfecho. Acepta tus diferencias y ponte cómodo en tu propia piel. Cuanto más relajado estés contigo mismo, menos importará lo que piensen los demás porque sabrás que sus opiniones no tienen influencia sobre ti.
7. Deja la perfección a un lado
Intentar alcanzar la perfección es una búsqueda infructuosa. La perfección es una ilusión debido a que es subjetiva y cambiante. Lo que una persona piensa que es perfecto, otra puede verlo como defectuoso. Lo que la mayoría de la gente piensa que es perfecto tiene que ver con sus metas o deseos... por lo que es posible que tengas una perspectiva completamente diferente de la perfección. Esa es la razón por la que nunca podrás complacer a todos los demás, así como a ti mismo.
Así que deja de mantener unos estándares inalcanzables. Aprende que tu valor innato está completamente separado de lo "perfecto" que eres. Ten el valor de determinar por ti mismo tu propia medida de excelencia.
8. Encuentra tu tribu
No pierdas el tiempo aferrándote a esas personas que esperan que te conformes con sus deseos o ideas. Hazte amigo de personas que no te juzguen y sean abiertas, y que practiquen el respeto a sí mismos y a los demás. Busca modelos de conducta que admires. Llena tu vida con personas que encarnan el tipo de rasgos y características que admiras.
Trabaja para desarrollar conexiones profundas y significativas con personas en las que confíes y respetes. Esas son las personas que realmente te importan, y te cubrirán las espaldas, como tú lo haces con las suyas. Al rodearte de personas que realmente te importan, puedes aprovechar esa fuerza y el conocimiento de que no necesitas preocuparte por los que te odian. No hay espacio para ellos en tu vida de todas formas.
9. Deja de preguntarte cómo te juzgan los demás
Cuando entras en una habitación, ¿tienes la sensación de que todo el mundo está mirándote? Puedes pensar que todos te están mirando, juzgando un millón de defectos diferentes (reales o imaginarios). ¡Para! Nada bueno saldrá nunca de fijarse en lo que crees que los demás están pensando de ti.
Haz un esfuerzo consciente para dejar de asumir lo que otros pueden estar pensando. Siente lo liberador que resulta dejar esa preocupación a un lado. La vida es demasiado corta como para permitirte ser frenado por los juicios de los demás. No sabes lo que están pensando. Así que, en lugar de asumir lo peor, asume lo mejor. ¿Quién puede decir que están pensando algo malo de ti? Es hora de sacar sus pensamientos de tu mente.