Cómo hacer ejercicio a diario puede aumentar tu productividad

No importa si haces ejercicio por la mañana o por la tarde, siempre te ayudará a recargar las pilas.

Es bastante común que estemos todo el tiempo escuchando a personas, empresas y medios de comunicación hablar sobre las bondades del ejercicio físico.

Este ejerce unos efectos realmente positivos en nuestras vidas, razón por la que seguramente estés acostumbrado a ver a mucha gente haciendo deporte por las calles o llenando las salas de los gimnasios.

Si bien sus principales beneficios están relacionados con la salud, desde un punto de vista profesional, el ejercicio también ayuda a la productividad. A pesar de necesitar tiempo para hacerlo, las personas que hacen deporte con frecuencia suelen tener más éxito.

A continuación te damos 6 razones por las que el ejercicio diario puede ayudarte a aumentar tu productividad.

Hacer ejercicio te permite liberar espacio mental. Ayuda a eliminar los pensamientos aleatorios y te enseña a estar más presente, ya que el ejercicio es una experiencia centrada en el momento. Como resultado, las personas que hacen ejercicio a diario poseen una mayor claridad.

Este mayor sentido de concentración y presencia afecta de forma positiva a la productividad. Cuando estás trabajando, te resulta más fácil pensar en la tarea que tienes entre manos con toda tu energía.

Uno de los mayores enemigos de la productividad es distraerse. Navegar por Internet, soñar despierto u olvidar en qué estabas trabajando es algo que suele sucederle a mucha gente, especialmente ahora que la tecnología nos ofrece un sinfín de distracciones. Al tener una mente más tranquila, podrás eliminar las distracciones y prestar más atención a la tarea en la que estás trabajando.

El deporte libera endorfinas que aumentan la felicidad de la gente. Cuando seas más feliz, serás más positivo, optimista y productivo. Verás el trabajo desde un punto de vista diferente.

Esto te permitirá completar todo tipo de tareas de una forma mucho más eficiente. Este es especialmente el caso de las más complicadas. Cuando no te encuentras bien, lo último que deseas hacer es ponerte a trabajar en una tarea que te parece complicada. En cambio, cuando estás de buen humor, la ves como un desafío que quieres superar.

La gente que hace deporte a diario aprende disciplina. Encontrar motivación para empujar físicamente a tu cuerpo no es fácil. Por lo tanto, cuanto más tiempo pases haciendo deporte, mayor será tu disciplina.

Este hábito de productividad también puede aplicarse a una gran cantidad de áreas de la vida, incluyendo tu trabajo. El deporte hace que te resulte más fácil sentarte durante un tiempo prolongado para trabajar, trabajar más horas en un día y permanecer centrado en una tarea.

Una mayor disciplina conlleva una productividad significativamente mayor.

La creatividad está estrechamente relacionada con la productividad. Esto se debe a que la realización de tareas complejas requiere un alto nivel de creatividad. De lo contrario, puede que tengas que volver a hacerlas y hacer cambios o pasar más tiempo pensando en ideas y soluciones.

Cuando haces ejercicio, activas diferentes partes del cerebro y cuerpo que aumentan la creatividad. Eso hace que te resulte más fácil completar el trabajo y hace que el trabajo sea más creativo.

Uno de los mayores asesinos de la productividad son los bajones que sufre la mayoría de la gente en algunos momentos del día. Si bien la hora es diferente para cada persona, mucha gente experimenta bajones en algún momento durante su jornada laboral. Durante este período, se realiza menos trabajo, hay más desorden, y el tiempo, en última instancia, acaba desperdiciándose.

El ejercicio es un gran remedio para este problema. Independientemente de si haces deporte por la mañana o por la noche, este hábito aumenta tu energía. Esa es la razón por la que mucha gente atribuye toda su productividad al deporte.

Uno de los mayores argumentos contra el ejercicio frecuente es que te roba tiempo. Sin embargo, en realidad te hace más productivo.

La gente dice que el ejercicio te roba demasiado tiempo, por lo que hacerlo te priva del preciado tiempo que necesitas para completar todas las tareas. Sin embargo, eso es una falacia. Casi siempre hay suficiente tiempo en el día para hacer ejercicio, incluso aunque solo sea 30 minutos.

Cuando tienes mucho trabajo, la sensación de urgencia es realmente alta. Además, si tienes una sesión de entrenamiento por la tarde, la necesidad de terminar las tareas antes de salir del trabajo es todavía mayor.

Si haces deporte por la mañana, dispondrás de un poco menos de tiempo en la oficina para realizar todas tus tareas. Cuando sentimos la presión del tiempo, solemos ser más productivos. Eso significa lograr más en períodos de tiempo más cortos. Cuando hay demasiado tiempo, por otro lado, tendemos a trabajar más lentamente simplemente porque podemos.