7 mitos sobre la disciplina que debes dejar de creer
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Si deseas comprender realmente lo que significa usar la restricción y el autocontrol para tener una vida mejor, primero debes destruir estos 7 mitos sobre la disciplina. Tan solo entonces podrás aprovechar tu impulso interior y entender lo que te empuja.

1. Si te falta disciplina, acabarás siendo un perezoso sin dirección

La autodisciplina puede ser útil a veces, en los momentos en los que necesitas un estímulo para superar la inercia, sin embargo, confiar únicamente en ella puede ser un error. Esto es debido a que la autodisciplina no necesariamente te ayuda a alcanzar los mejores resultados. Si te obligas constantemente a realizar tareas que odias, puedes tener éxito en ellas, pero ¿cuántas probabilidades hay de que las hagas lo mejor que puedes?

En vez de forzarte a hacer algo, intenta concentrarte en lo que esperas obtener de la tarea que temes. Si tienes un objetivo final que estás motivado a alcanzar, concentrarte en ese objetivo alimentará tu deseo de hacer lo necesario para alcanzarlo.

Concentrarte en tu deseo tendrá mayor influencia sobre tus acciones, ayudándote incluso a centrar tu atención cuando hagas tareas que no te gusten.

La autodisciplina puede ser una herramienta complementaria realmente útil, especialmente cuando sientes que las barreras y los obstáculos se interponen en tu camino hacia tus objetivos, o cuando tu motivación cae. No obstante, la autodisciplina pura es una solución a corto plazo. Para alcanzar una meta a largo plazo, necesitas comprender el propósito y estar conectado a tu "por qué". Esta es la clave para lograr tu ambición.

2. La autodisciplina es la única forma de alcanzar el éxito

Mucha gente cree que la única forma de alcanzar el éxito es a través de una fuerte autodisciplina. Creen que la autodisciplina es el ingrediente clave para mantenerse centrado y alcanzar sus objetivos. Sin embargo, cuando la rompes, la autodisciplina no te llevará a ninguna parte sin unos objetivos claramente definidos. De hecho, puede que te falte totalmente la autodisciplina y aún así tengas éxito, pero nadie tiene éxito sin un plan y la motivación necesaria para seguirlo.

Considera lo siguiente: puedes ser la persona más autodisciplinada del mundo, pero sin un objetivo y la motivación necesaria para lograrlo, no tendrás éxito. La motivación es la llama interna que te inspira y te impulsa a seguir adelante. Es lo que te hace actuar, dirige esas acciones de manera coordinada y sostiene esas acciones a lo largo del tiempo.

Algunas personas creen que la autodisciplina es un componente de la motivación, y para algunos, eso puede ser cierto. Sin embargo, más importante que tener un concepto rígido es saber qué es exactamente lo que estás intentando conseguir. Puedes tener la autodisciplina de levantarte todos los días a las 5 de la mañana, pero no trabajas diligentemente porque no tienes claro a qué aspiras. Si tienes un objetivo claro y la persistencia para levantarte y cargar con el peso, tendrás éxito.

3. La autodisciplina es dura

La autodisciplina puede parecer difícil en ocasiones. Después de todo, necesitas un esfuerzo para obligarte a hacer cosas que no te apetece hacer. Pero es mucho más difícil vivir una vida sin autodisciplina. Sin disciplina, tendríamos la tentación de tomar decisiones fáciles a corto plazo, aunque el resultado pueda tener consecuencias negativas a largo plazo.

Por ejemplo, si caes en la tentación y comes comida basura con demasiada frecuencia, puede parecer una elección fácil en el momento, pero a largo plazo tendrás que afrontar las consecuencias, como el sobrepeso o el riesgo de desarrollar otras enfermedades. Esos son los resultados problemáticos de vivir sin autodisciplina.

A largo plazo, ¿qué es más difícil: aprender a seguir una dieta bien equilibrada, o permitirte comer mal todo el tiempo y luego enfrentarte a la incomodidad mental y física de ser el responsable de tus problemas de salud? La autodisciplina significa aceptar el malestar a corto plazo. Cuando ves el panorama general, las opciones se vuelven más fáciles.

4. La fuerza de voluntad es lo mismo que la autodisciplina

La disciplina consiste en formar hábitos saludables que apoyen las acciones que deseas tomar para mejorarte a ti mismo. Tras un tiempo, estos hábitos se convierten en una forma de vida... se convierten en un comportamiento automático, que es más fácil de mantener. Sin embargo, la fuerza de voluntad implica ser consciente de tu comportamiento y de las elecciones que estás haciendo. La fuerza de voluntad puede requerir una gran cantidad de energía y determinación continuas.

Tal vez hayas estado a dieta y hayas ido a una fiesta en la que solo hay comida que no deberías tomar. Se necesita fuerza de voluntad para evitar caer en la tentación y comértelo todo. La autodisciplina es aceptar que no puedes comer esas cosas, así que te colocas junto a la bandeja de frutas y verduras, o simplemente evitas la comida. Con suficiente práctica, la fuerza de voluntad puede convertirse en autodisciplina.

5. Tener autodisciplina significa mantener siempre el control

Hay un mito según el cual cuanta más disciplina tenemos en la vida, más control tenemos. Esto se deriva de nuestra necesidad de crear estabilidad y seguridad en nuestra vida. Deseamos sentir que controlamos el mundo que nos rodea, y que a través de la fuerza de voluntad, podemos organizar nuestro dominio sobre nuestro entorno.

Sin embargo, la verdad es que solo tenemos control sobre nosotros mismos. Tener autodisciplina significa aprender a controlarnos a nosotros mismos y a nuestras acciones, pero ninguna cantidad de disciplina nos dará jamás un control completo sobre nuestro entorno.

Sin embargo, tener autodisciplina te ayudará a mantener el autocontrol, que es una parte importante de ser capaz de autorregular tu comportamiento, tus emociones y cómo reaccionas ante los demás. Puedes fortalecer y mejorar tu autocontrol con el tiempo. Si se usa con prudencia, el autocontrol puede ayudar a evitar el comportamiento impulsivo y negativo.

6. La autodisciplina significa estar desprovisto de emociones

Ser humano, por nuestra propia naturaleza, significa tener emociones. No importa cuánta disciplina te inculques, siempre sentirás y experimentarás emociones. Como parte de ser autodisciplinado, también debes buscar ser emocionalmente autoconsciente reconociendo y aceptando cómo te sientes.

Esto significa controlarte a ti mismo, y ser consciente de cómo te sientes. Sin embargo, habrá momentos en los que deberás tener autocontrol para trabajar con calma en una situación y seguir participando y escuchando sin permitir que tus emociones te abrumen.

Durante las situaciones difíciles o estresantes, necesitarás tomarte el tiempo necesario para permitirte sentir y conectar con tus emociones. Mediante la autodisciplina y el autocontrol, puedes evitar que esas emociones se proyecten en los demás. Esto es especialmente importante cuando se trata de emociones negativas, como el miedo, la ira y la ansiedad.

7. La autodisciplina significa no llegar nunca a hacer lo que quieres

La gente está equivocada al creer que las personas autodisciplinadas viven una existencia restringida y estrecha en la que nunca llegan a soltarse o a hacer las cosas que desean. Puede ser fácil mirar a alguien que tiene autodisciplina y ver todas las cosas que no están haciendo. Sin embargo, lo que otros no ven es todo lo que están haciendo, y la libertad que su autodisciplina les ha dado para vivir la vida que realmente quieren.

En lugar de reaccionar constantemente a las cosas, dejarte llevar por la tentación o sentirte ansioso por intentar tomar buenas decisiones, tener autodisciplina significa que has establecido los hábitos que respaldan tus valores fundamentales, y esto te ayuda a tomar continuamente decisiones que respaldan tus objetivos.

Esto te proporciona libertad para vivir más plenamente en el momento, sin la carga de la ansiedad o el estrés de tener que enfrentarte a la tentación de forma constante. Vivir con autodisciplina significa que eres mejor a la hora de fijar límites, sin dejarte arrastrar por situaciones negativas o relaciones tóxicas. La autodisciplina te ayuda a organizar tu vida de manera que se produzcan situaciones más positivas, amistades de apoyo y conexiones.

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