9 formas en las que la gente feliz empieza el día

Aunque no puedes controlar todo lo que pasa durante el día, sí que puedes controlar cómo lo empiezas.

Comienza el día de la mejor forma posible siguiendo estos 9 hábitos de la gente feliz.

Una persona agotada no es una persona feliz. Nada puede acabar más rápido con tu felicidad que despertarte cansado y malhumorado. Si no duermes lo suficiente durante la noche, lo más probable es que empieces el día agotado e irritado. Resulta difícil tener una actitud positiva cuando lo único que deseas es volver a meterte en la cama.

Dormir bien por la noche es como un elixir mágico para tu salud física, y es esencial para tu sentido general de felicidad y bienestar. Las investigaciones han demostrado que el sueño es una de las formas más eficaces de mejorar la concentración, fortalecer el sistema inmunológico y mejorar el estado de ánimo y la sensación de bienestar.

Sin embargo, no dormir lo suficiente afecta de forma negativa a la memoria y aumenta los niveles de las hormonas del estrés. Por lo tanto, el primer paso para crear una mañana feliz y alegre es asegurarte de dormir lo suficiente por la noche. Fíjate un horario de sueño y síguelo.

La gente feliz empieza cada día de nuevo. Se despiertan con la mentalidad de que cada día es un nuevo comienzo, una oportunidad de avanzar y de no permitir que los fracasos del pasado les agobien. El hecho de que ayer fuera un día horrible no significa que hoy también tenga que serlo.

La gente feliz empieza el día con una afirmación. Declaran desde el principio cómo quieren que sea su día. Una afirmación positiva por la mañana puede ser una gran forma de empezar el día sintiéndote confiado y listo para el éxito.

Despertarte con un sentimiento de gratitud te permitirá empezar el día con buen ánimo. Un corazón agradecido es un corazón feliz. La gratitud es poderosa debido a que es tanto un sentimiento como una acción. Pensar de forma activa en cosas por las que estás agradecido, a su vez, te hace sentir agradecido. Se trata de un bucle de pensamiento positivo que es fácil de practicar y que tiene efectos beneficiosos en tu salud física y mental.

Puedes despertarte sintiéndote agradecido simplemente abriendo los ojos y dando las gracias por todas las cosas que te rodean. Reconoce lo maravilloso que es este momento, y lo bien que te sientes. El día de hoy es un regalo, y puedes hacer con él lo que quieras. Puedes elegir aprovecharlo al máximo. Puedes elegir la felicidad. Tómate un momento para reconocer todo lo que tienes y ver las posibilidades del día que tienes por delante.

La gente feliz no se despierta a toda prisa para prepararse y salir pitando por la puerta. Hacer esto te hará sentirte estresado y acosado todo el día. Empezar el día con una actitud satisfecha y pacífica requiere que tengas tiempo para despertarte adecuadamente y prepararte a un ritmo tranquilo y mesurado.

Las personas felices suelen mantener su rutina simple y manejable. Una rutina compleja es difícil de cumplir y puede hacerte sentir ansioso y exasperado a primera hora de la mañana. Deja de hacer varias tareas a la vez y rechaza las distracciones innecesarias, como revisar y devolver correos electrónicos mientras te preparas. Haz una cosa a la vez. Mantén tu mañana sin complicaciones y tan libre de estrés como te sea posible.

La meditación diaria, ya sea una práctica rápida de cinco minutos o una sesión más larga, puede ayudar a crear una mente satisfecha y feliz. Pasar tiempo meditando por las mañanas mejora la concentración, aumenta la autoestima y la confianza, y calma la angustia y la turbulencia mental con las que constantemente estamos luchando. Puedes meditar a cualquier hora del día, pero es mejor hacerlo por la mañana para así poder disfrutar de sus efectos a lo largo del día.

Para empezar la práctica de la meditación, empieza sentándote tranquilamente en una posición cómoda o en una silla durante dos minutos cada mañana. Esta es una oportunidad para que compruebes cómo te sientes, tanto en tu mente como en tu cuerpo. Concéntrate en el momento.

Presta atención a tu respiración o haz un escaneo del cuerpo, enfocándote en una parte del cuerpo a la vez. Reconoce tus pensamientos y sentimientos, y mantén una actitud amorosa hacia ti mismo. La meditación es una oportunidad para conocerte a ti mismo y ser consciente de cada momento en el que te encuentras.

Antes de sumergirte en un largo día de trabajo, asegúrate de tomarte un tiempo para hacer ejercicio. A algunas personas les encanta el aire fresco de primera hora de la mañana. Prueba a dar un paseo rápido, dar una vuelta a la manzana o ir al gimnasio. Otras personas pueden preferir empezar el día con un entrenamiento en casa, como estiramientos o yoga.

El ejercicio matutino hace que la sangre fluya y te da un impulso de energía para el resto del día. El ejercicio también libera unas sustancias químicas que te ayudan a sentirte bien, como la serotonina, la dopamina y la norepinefrina. Estas pueden amortiguar las sensaciones de estrés y ansiedad, y ayudar a aliviar los síntomas de la depresión. Las investigaciones han demostrado que el ejercicio mejora la forma en la que nos sentimos con nuestros cuerpos y nos brinda una sensación de bienestar.

Aunque parezca una tontería, empezar el día haciendo la cama puede prepararte para sentirte listo para enfrentarte al mundo. Según una encuesta realizada entre 2.000 participantes, las personas que hacen la cama tienden a ser aventureras, confiadas y sociables, mientras que las personas que no hacen sus camas suelen ser tímidas, malhumoradas y sarcásticas.

Muchas personas de éxito recomiendan hacer la cama como una forma sencilla de comenzar el día con el pie derecho.

Seguramente hayas oído antes que el desayuno es la comida más importante del día, y es cierto. Tomar el desayuno estimula el metabolismo y prepara el cuerpo y la mente para un día ajetreado. Las investigaciones han descubierto que los que desayunan tienen mejores dietas y consumen más fruta y verdura que los que no lo hacen.

Además, un cuerpo nutrido conduce a un mejor estado de ánimo. El hecho de desayunar también envía un mensaje positivo a uno mismo de que se está cuidando de la salud y el bienestar. Descubrirás que puedes concentrarte mejor si empiezas el día con una comida sana.

Es menos probable que te sientas fatigado y que tengas esa sensación de "hambre" a media mañana, lo que lleva a comer en exceso en el almuerzo. Los mejores desayunos combinan los carbohidratos con las proteínas para que tu cuerpo tenga energía y esté listo para funcionar.

La gente feliz suele tener un sentido de propósito. No vagan sin rumbo por la vida; trabajan cada día para progresar y cumplir sus tareas. Resulta satisfactorio haber establecido prioridades para uno mismo y esforzarse por cumplir los hitos. Las personas felices se aseguran de comenzar su día fijándose metas para sí mismas. ¿Qué quieres lograr hoy? ¿Cuál es el uso más eficiente y eficaz de tu tiempo?

Dedícale unos minutos cada mañana a determinar lo que deseas hacer ese día. Asegúrate de pensar cuidadosamente en tu lista de tareas. Solemos pasar demasiado tiempo en cosas que no son realmente importantes. Concéntrate en lo que importa y asegúrate de programar el tiempo de inactividad. Después de todo, el secreto de la felicidad duradera es encontrar formas de disfrutar cada día en su totalidad.