7 señales de que tu vida es extraordinaria

Las siguientes siete cualidades definen una vida extraordinaria, así que si reconoces alguna de ellas, entonces no te va tan mal como creías.

Este es un compromiso que te haces a ti mismo para hacer algo cada día, para siempre, y define tu carácter e individualidad - compromiso de carácter.

Por ejemplo, una persona podría comprometerse a escribir y tocar el piano. Juntas, estas dos pasiones pueden proporcionarte satisfacción y significado.

Aunque no estés familiarizado con el término, es posible que hayas tomado un camino similar. Si te has comprometido a hacer algo que te apasiona o algo que produce algún bien en el mundo, y has seguido haciéndolo con el tiempo, sin importar el éxito exterior, te mereces un trofeo.

Piensa en tu vida de hace diez o veinte años. ¿Te avergüenzas de algo de eso?

Si estás más orgulloso de tu pasado que de tu presente, entonces no has reconocido tus errores, no has mejorado en lo que haces, no has crecido como individuo.

Si miras hacia atrás y te avergüenzas de tu inmadurez o de tu inmerecida arrogancia, entonces felicítate. Has crecido, madurado y mejorado. Esto es algo que algunas personas nunca hacen.

Probablemente conoces a familiares y amigos que se aferran con uñas y dientes a puntos de vista anticuados que dejaron de ser válidos hace tiempo, sin embargo, les falta la madurez y el coraje suficientes para admitir que están equivocados. Una persona extraordinaria ve estas situaciones como oportunidades para crecer. Aceptan que algo de lo que creen hoy será reemplazado por algo que aprenderán mañana.

Sin embargo, la mayoría de la gente no adopta ese enfoque. Consideramos los errores como "evidencia de nuestros más graves fracasos sociales, intelectuales y morales". Así que, en lugar de evaluar la información conflictiva, nos negamos a considerarla.

Las personas que admiten que están equivocadas y abandonan las ideas que no pasan la prueba de la verdad poseen una mente abierta y humildad.

En lo que respecta a las relaciones interpersonales, solemos pertenecer a una de estas 3 categorías. Algunos actúan como una carga para otros, agotando la energía de la gente e infectándola con una negatividad tóxica. Después de encontrarte con una persona así, te sientes agotado, enfadado y abatido, todo al mismo tiempo.

La mayoría de nosotros aspiramos a inyectar alegría en nuestras interacciones y dejar a las personas en un mejor estado que cuando nos encontraron.

En realidad, probablemente nos quedamos en un punto intermedio en la mayoría de las ocasiones. Incluso podemos tener algunos días malos, forma parte de la naturaleza humana.

Sin embargo, si puedes hacer que otros se sientan felices, inspirados o agradecidos algunas veces mientras permaneces neutral el resto del tiempo, eres un activo positivo.

Nadie se pasa la vida diciendo siempre las palabras correctas, tomando las acciones correctas y teniendo los pensamientos más amables. Esa es la razón por la que admiramos a la gente que reconoce sus errores y hace todo lo posible para limpiar cualquier desorden que persista a su paso.

No hay que avergonzarse de meter la pata; es la forma en la que respondes a los errores lo que te define.

La curiosidad es la brecha entre lo que sabes y lo que deseas saber. Tomar medidas para cerrar esa brecha será mucho más satisfactorio que cualquier recompensa externa.

Todos albergamos curiosidades que anhelan ser exploradas. Si has dedicado una parte de tu vida a explorar tus curiosidades, felicítate por una vida bien vivida.

Tal vez sea la cultura, la naturaleza humana o una combinación de ambas. Todo el mundo cree que para alcanzar la felicidad, debes cumplir con resultados específicos en la vida.

Si has aceptado que la satisfacción no depende de conseguir un ascenso, mucho dinero o cualquier objetivo casi imposible de alcanzar, o tienes más de 40 años o eres un individuo realmente bien ajustado.

Es bastante posible que hayas alcanzado alguno de estos objetivos. ¿Y si no lo has hecho? No te preocupes. Todavía tienes tiempo.