La mayoría de las personas no crecen aprendiendo mucho sobre sus emociones - lo que son, cómo funcionan, o cómo gestionarlas de forma adecuada.
Esto significa que hay mucha gente con niveles perfectamente normales de inteligencia académica o social, pero con una inteligencia emocional sorprendentemente baja.
Es necesario reconocer los signos de una inteligencia emocional baja debido a que tener relaciones sanas con estas personas es realmente difícil.
Independientemente de si estás barajando la posibilidad de hacer negocios con alguien, casarte o contratar a un entrenador, es esencial que seas capaz de reconocer las características de las personas con una inteligencia emocional baja desde el principio.
1. Evitan hablar sobre sus sentimientos
Si realmente deseas averiguar cuánta inteligencia emocional tiene alguien, presta atención a cómo habla sobre sus sentimientos.
Algunas personas con una inteligencia emocional muy baja simplemente se niegan a hablar sobre sus sentimientos. Sin embargo, lo más normal no es que se nieguen, sino que no sepan hacerlo correctamente. A menudo utilizan un lenguaje vago o metafórico para describir cómo se sienten: "Estoy un poco estresado" o "Estoy enfadado". A veces intelectualizan sus emociones, usando un lenguaje abstracto y conceptual para evitar describir cómo se sienten realmente - "Estoy un poco abrumado".
Por otro lado...
Las personas con una inteligencia emocional alta no temen describir sus sentimientos con un simple lenguaje emocional.
Dicen cosas del tipo: "Me siento triste", "Estoy enfadado", "Me siento decepcionado y un poco molesto en este momento".
2. Se critican a sí mismos por cómo se sienten
Debido a que muchas emociones como el miedo o la tristeza son desagradables, es fácil pensar que son malas o que somos malos por sentirlas. Esto suele sucederle a personas que han sido castigadas o ridiculizadas por expresar sus emociones cuando eran niños.
En cualquier caso, un signo común de baja inteligencia emocional es que la gente se critica a sí misma por sentir emociones difíciles. Piensan que sentir miedo es malo. Piensan que sentirse triste es vergonzoso. Creen que enfadarse es un signo de debilidad.
Juzgarte a ti mismo por cómo te sientes solo hará que te sientas peor a largo plazo.
Las personas con una gran inteligencia emocional entienden que el hecho de que algo se sienta mal no significa que sea malo. Así que se tratan a sí mismos con compasión y amabilidad cuando se sienten mal.
3. Intentan controlar sus emociones
Las personas con una baja inteligencia emocional piensan que las emociones difíciles son unos problemas que deben resolver. Esto significa que cada vez que surge un estado de ánimo o una emoción dolorosa, inmediatamente intentan deshacerse de ella. Sin embargo, cuando tratas constantemente tus emociones como problemas, enseñas a tu cerebro a verlas como tal. Esto solo te hará más temeroso de tus emociones y reactivo hacia ellas en el futuro.
La gente emocionalmente inteligente ve las emociones como mensajeros, no como amenazas. Y aunque te guste o no el contenido del mensaje, no tiene sentido disparar al mensajero. La mejor forma de liberarte de las emociones dolorosas es validarlas y permitir que se resuelvan por sí solas en lugar de intentar controlarlas.
4. Únicamente notan sus emociones fuertes
Aunque es muy común experimentar más de una emoción a la vez, las personas con poca inteligencia emocional suelen notar únicamente la emoción más grande y fuerte.
Las personas con una inteligencia emocional alta tienen suficiente conciencia de sí mismas para ver todas sus emociones, incluso las que se ocultan detrás de sus emociones primarias.
5. Siguen ciegamente sus emociones
Otra clara señal de baja inteligencia emocional es creer todo lo que te dicen tus emociones. Las emociones suelen darnos información útil, como por ejemplo, sentir miedo cuando suena una alarma de incendios. Sin embargo, también es probable que nos engañen: sentir ira cuando nuestra pareja nos señala un error y nos pide que lo corrijamos.
Las personas emocionalmente inteligentes escuchan todas sus emociones pero nunca confían ciegamente en ninguna de ellas.
No hay nada místico en nuestras emociones. Y puede ser tan peligroso sobrevalorarlas como subvalorarlas.
6. Intentan "arreglar" tus emociones
Se puede aprender mucho sobre el nivel de inteligencia emocional de una persona por la forma en la que gestiona las emociones dolorosas y los estados de ánimo de otras personas.
Las personas con poca inteligencia emocional tienen miedo de los sentimientos dolorosos de los demás, por lo que suelen intentar hacerlos desaparecer. Por ejemplo: empiezan inmediatamente a darte razones por las que no deberías sentirte de esa manera o intentan solucionar tu mal humor. Estos son indicios claros de que su inteligencia emocional es baja.
Por otro lado, si alguien es bueno a la hora de validar tus emociones y está dispuesto a ayudarte sin juzgarte ni aconsejarte, esto suele ser un signo de inteligencia emocional muy alta.
7. Fingen ser felices todo el tiempo
La gente que dice ser feliz todo el tiempo y nunca admite que se siente triste, asustada, avergonzada o simplemente molesta no es de fiar. Insistir en ser feliz todo el tiempo es un signo de una baja inteligencia emocional.
Debido a que no entienden muy bien sus estados de ánimo y sus emociones, las personas con baja inteligencia emocional viven en la negación de las emociones que no les gustan - las dolorosas e incómodas. Y esperan que si se dicen a sí mismos que son felices todo el tiempo, serán felices todo el tiempo y nunca tendrán que sentirse mal.
La gente emocionalmente inteligente comprende que no hay emociones buenas o malas. Están lo suficientemente seguros como para sentirse mal y estar bien con ello.