Todos nos sentimos atraídos por la estabilidad, pero no se puede construir una carrera fantástica si nos quedamos en el lugar de siempre. Estas son 10 razones para cambiar de trabajo más a menudo – al menos cada tres o cinco años – si deseas avanzar lo más rápido posible en tu carrera profesional.
Cuando te quedas en la misma organización, gradualmente pierdes contacto con el mundo exterior. Tu campo de visión disminuye y comienzas a pensar solo en las prioridades internas (quién está arriba y quién está abajo políticamente, tu próxima posición, y tus metas actuales) en lugar de centrarte en el mundo más amplio fuera de las paredes de tu empresa. Uno de los mayores peligros de permanecer en un trabajo demasiado tiempo es que pierdes de vista todo lo que está sucediendo en tu industria.
A menos que tu empresa está creciendo muy rápido, es difícil o imposible conseguir nuevas experiencias, nuevos retos o moverse en diferentes direcciones. Tenemos que trabajar mucho más duro para aprender rápido en una empresa con la que estamos familiarizados que entrando en otras nuevas.
Es desagradable sentirse incompetente, pero es fácil olvidar que aprendemos más cuando somos menos competentes. Tan pronto como nos familiarizamos con un trabajo, parte de nuestro cerebro se duerme. No tenemos que abrirnos a nuevas cosas ni sentir curiosidad. Cuando cambias de trabajo con frecuencia, tienes que estar en modo entrenamiento, y aprender a no sufrir de un sentimiento de incompetencia.
Cada vez que cambies de trabajo, tienes la oportunidad (e incluso la obligación) de restablecer tu valor. Cada vez que cambias de trabajo consigues redefinirte en sus propios términos. Si aprendiste mucho de tu último trabajo y estabas listo para convertirte el Jefe de Departamento pero no pudiste hacerlo porque ese puesto estaba ocupado por tu jefe, puedes subir a un nuevo nivel moviéndote a una nueva empresa. Puedes racionalizar la decisión de quedarte en tu papel anterior de muchas maneras, pero la verdad es que lo único que nunca tendrás que venderle a un empleador o cliente es tu experiencia, y la única manera de crecer es agarrar cada nueva oportunidad de aprendizaje que encuentres.
Cuanto más a menudo cambies de trabajo, más cómodo te sentirás en las entrevistas, y negociando tu futuro salario. No fortalecerás esas habilidades quedándote siempre en el mismo puesto de trabajo.
Cuando cambias de trabajo con frecuencia, tu intuición se hará más fuerte. Aprenderás a evaluar a los empleadores tanto como ellos te evalúan a ti. No perderás tu tiempo trabajando para gente que no tiene ni idea o que no te ayudan a avanzar en tu carrera, y en cambio, tendrás más posibilidades de encontrar un lugar con gente interesante.
Cuando te quedas en el mismo puesto de trabajo durante mucho tiempo, empiezas a realizar tu trabajo de manera mecánica. Tu oferta de nuevas ideas comenzará a disminuir y luego desaparecerán. Necesitas “gafas” frescas para mantener un canal abierto a la conciencia colectiva o de donde vengan tus mejores ideas. Si estás durmiendo en tu trabajo, no serás tan creativo ni tendrás energía para probar cosas nuevas.
Hay empresas que no contratan a personas que suelen cambiar de trabajo (incluso empleos que duraron dos o tres años). Si este es tu caso, ¡no te preocupes! Si una empresa así te rechaza, habrás esquivado una bala. ¿Por qué trabajar en una empresa que rechaza a cualquier persona que no haya permanecido en un mismo lugar durante 5 o 10 años? Tú competencia no puede brillar en un lugar como ese. Da las gracias por la carta de rechazo que te enviaron, y sigue adelante.
Mientras en más empresas trabajes, más crecerá tu reputación en tu campo, y más gente conocerás. Mientras en más empresas trabajes, más cómodo te sentirás caminando en nuevas situaciones de negocios y averiguando qué es importante. Solo con la experiencia puedes hacerle frente a todo ello.
Cuanto más tiempo permanezcas en una empresa – incluso si cambias de trabajo internamente – más estable y sólida se hará tu caja. Cuanto más a menudo y con menos temor salgas de tu zona de confort, más se ampliará esta. Si no lo haces, comenzarás a creer que no sirves para otra cosa. No verás tus propias posibilidades. Cambiar de trabajo a menudo ayuda a romper estas fronteras artificiales. Recuerda que eres capaz de hacer cualquier cosa, independientemente de los empleos que hayas tenido hasta ahora.
No permitas que nadie – ni siquiera tu empleador – te limite. En su lugar, toma las riendas y construye tu propia carrera.