Si eres empresario, administrar tu tiempo es una de las habilidades más importantes que debes dominar. Aunque creas que tienes un control total sobre tu tiempo, aprender a realizar las tareas con eficiencia a medida que estas se acumulan puede serte de gran ayuda a largo plazo.
Para la mayoría de las personas la planificación y la programación es una pérdida de tiempo, y lo es. Sin embargo, ambas cosas ayudan a recuperar algo de tiempo al final del proceso haciendo que se convierta en una inversión que realmente merece la pena.
La técnica pomodoro es una técnica ampliamente utilizada para ayudar a gestionar el tiempo.
¿En qué consiste esta técnica?
En la técnica pomodoro se requiere dividir el proyecto o tarea en trozos. A continuación, dedicas una cantidad de tiempo determinada para cada trozo, 25 minutos en la mayoría de los casos.
Una vez que los 25 minutos hayan pasado, debes dejar de trabajar en el proyecto y tomarte un corto descanso de unos 2-3 minutos. Repite este proceso 4 veces más, después de lo cual puedes tomarte un descanso más largo.
Si te distraes durante tu sesión de 25 minutos, entonces el reloj se reinicia y la sesión comienza de nuevo.
¿Por qué pomodoro?
La técnica pomodoro es realmente efectiva en el caso de las personas que se distraen fácilmente o están constantemente inundadas de trabajo proveniente de diferentes fuentes.
Esta técnica ayuda a compartimentar el trabajo y también te obliga a dedicar una cantidad de tiempo determinada a concentrarte únicamente en ese trozo de trabajo en particular.
La idea detrás de los 25 minutos es que se trata de un lapso de tiempo lo suficientemente grande como para hacer un trabajo significativo pero no lo suficiente como para sentirte abrumado. Cada vez que acabas un pomodoro o una sesión de 25 minutos, sientes una sensación de logro que alimenta tu próxima sesión de 25 minutos.
Este ciclo de feedback de hacer el trabajo te empuja a ser más eficiente, haciendo el trabajo de manera oportuna. La gente suele aglutinar unas cuatro sesiones de pomodoro juntas, lo que a su vez se convierte en una mañana productiva.
Pomodoro es una guía, no una regla
Cualquier técnica o práctica de productividad no es más que un conjunto de directrices que se pueden seguir. No son de ninguna manera unas reglas estrictas que uno deba cumplir a rajatabla. Cada persona es única con respecto a su estilo de trabajo y por lo tanto estas técnicas pueden ser utilizadas con ligeros cambios.
La pauta general para la técnica pomodoro es aprovechar esos 25 minutos para hacer tu trabajo y disfrutar de los siguientes 5 minutos como descanso. Sin embargo, tu trabajo puede requerir que tal vez tengas un espacio de 30-35 minutos para hacer un trabajo significativo. Esto es algo completamente aceptable.
Si es la primera vez que utilizas esta técnica y crees que 25 minutos es demasiado tiempo, puedes incluso poner una alarma para parar en 15 o 18 minutos. La idea es que dividas tu trabajo en trozos y dediques un tiempo estipulado para cada trozo sin que nada te distraiga.
Cualquier flujo de trabajo que se ajuste a estas pautas puede ser clasificado bajo la técnica pomodoro.