3 cosas que debes hacer antes de irte a la cama para ser más productivo

Las horas de sueño son importantes, pero a continuación te explicamos cómo prepararte para dormir mejor.

Estamos obsesionados con la aceleración. ¿Cuánto tarda un coche en pasar de cero a cien? ¿Cómo de rápido podemos llegar a un millón de usuarios? ¿Cómo de rápido podemos terminar este proyecto para poder meter más cosas en nuestro día?

La aceleración es un movimiento hacia adelante. Consiste en tomar impulso para llegar a donde tienes que ir. Sin embargo, cuanto más rápido vayas, más difícil será frenar. Pisar el freno cuando vas a ochenta por la autopista puede provocar un latigazo cervical.

Y lo mismo puede suceder con la calma después de un largo y ajetreado día. Pasar directamente de trabajar duro a dormirte es casi imposible. Seguramente acabarás dando vueltas en la cama durante horas hasta que tu mente se calme. Y no descansar lo suficiente hace que todo lo demás sea más difícil.

Aprender a descansar es de vital importancia. Debes aprovechar al máximo las pocas horas de trabajo. Y debes volverte más consciente de la transición del trabajo al descanso. Al ser deliberado sobre la primera y la última hora de tu día, conseguirás que todo lo que está en medio sea un poco más fácil.

A continuación te damos algunos consejos que puedes seguir para prepararte para una buena noche de descanso y disfrutar de un día altamente productivo la mañana siguiente.

El sueño es el momento en el que nuestro cuerpo se recupera. Las personas que duermen más aseguran estar menos estresadas y tener mejores resultados de salud que las que duermen menos. La falta de sueño afecta a lo que se come, a la forma de conducir, a la capacidad de resistencia frente a las enfermedades, etc. Estar bien descansado conduce a un mejor rendimiento, algo que los atletas conocen bien, pero que los líderes tecnológicos parecen olvidar.

Empieza por el final para saber cuándo debes empezar tu rutina antes de acostarte. Si tienes que levantarte a las 6 de la mañana para hacer ejercicio antes de una reunión a las 9, deberías intentar apagar las luces a las 10. A pesar de que las necesidades de sueño de cada persona son ligeramente diferentes, los expertos aseguran que casi todo el mundo debe dormir entre siete y nueve horas, y que cualquiera que diga que puede funcionar con seis o menos suele tener una falta de sueño crónica.

Los expertos recomiendan irse a la cama y levantarse a la misma hora todos los días, incluidos los fines de semana. Si te encuentras durmiendo hasta tarde los fines de semana, puede ser porque estás acumulando deuda de sueño durante la semana. La constancia ayuda a tu cuerpo a saber cuándo es el momento de relajarte y cuándo es el momento de despertarte.

De la misma manera que pones la alarma para despertarte por la mañana, pon una alarma recurrente una hora antes de acostarte para empezar a relajarte intencionadamente. Al programarla, es más probable que la cumplas. Si estás pensando en quedarte despierto para ver un episodio más de Netflix, recuérdate lo bien que se siente estar bien descansado.

Pasamos gran parte de nuestro día consumiendo información, ya sea a través de las noticias, Twitter o nuestro correo electrónico. Sin embargo, eso no significa que sea productivo, y desde luego no te ayuda a descansar.

Mantener nuestros teléfonos alejados por la noche es fundamental para dormir bien. La exposición a la luz azul afecta a la forma en la que nuestro cuerpo regula el sueño, incluida nuestra capacidad de producir melatonina. Las investigaciones sugieren que, incluso en el caso de las personas que se ciñen a una hora razonable de acostarse, el uso de una tablet antes de dormir afecta a su estado de alerta a la mañana siguiente. Los expertos recomiendan alejarse de las pantallas entre dos y tres horas antes de acostarse para reducir los efectos en nuestros ritmos circadianos.

Anotar las cosas por las que estás agradecido puede conducir a un mejor sueño, una mayor resistencia a las enfermedades y una mayor felicidad. La gratitud es un músculo. Cuanto más la usas, más fuerte se vuelve. La práctica de la gratitud puede hacer que seas más amable y aprecies más tu vida y a las personas que te rodean. Aunque un diario es una práctica privada, las personas que practican la gratitud interna suelen volcarla hacia el exterior con el tiempo, expresando su agradecimiento a amigos y familiares. Aunque no lo arregla todo, aumenta la satisfacción vital y reduce las preocupaciones.

Llevar un diario de gratitud no tiene por qué ser una práctica especialmente larga, tan solo necesitas pasar cinco o diez minutos antes de acostarte anotando cinco cosas por las que estés agradecido. No es necesario que sean grandes o que cambien tu vida; de hecho, es mejor que no lo sean. Si eliges centrarte en los pequeños aspectos positivos de tu vida, los haces más visibles cada día, ya sea la salud de tu familia o el aire fresco de un día de invierno.

Incorporar el diario de gratitud en la última hora del día hará que te resulte más fácil conciliar el sueño en un espacio mental positivo, lo que a su vez probablemente hará que tu sueño sea más tranquilo y rejuvenecedor. Al crear un ritual en torno a la relajación, tu cuerpo responderá a las señales de que te estás preparando para dormir. La meditación guiada y la relajación muscular progresiva también son excelentes herramientas si tienes problemas para calmar tu mente después de un largo día de trabajo.

Ser intencional sobre cómo pasar el tiempo en el trabajo y en casa hace que el tiempo sea más significativo. Puedes estar tan presente durante la relajación como durante las horas productivas. El descanso y la recuperación son fundamentales para el crecimiento, así que verás los beneficios de la última hora de tu día hasta bien entrado el siguiente.