Ser empresario puede dar mucho de sí, pero es extremadamente exigente. Por lo general, se intenta abarcar más de lo que se puede y, aun así, se consigue que todo funcione con pura determinación. Los empresarios de éxito consiguen equilibrar sus numerosas responsabilidades y hacer malabarismos con muchas tareas esenciales. Lo consiguen utilizando su tiempo de forma eficiente.
Estos son algunos sencillos trucos que pueden ayudarte a hacer lo mismo.
1. Anticiparse a las interrupciones
La mayor parte del trabajo que realiza un directivo es de naturaleza ad hoc. Esto es aún más cierto en el caso de los empresarios. No se trata solo de las tareas que debes realizar, sino de mucho más. Por ejemplo, ¿qué pasa si tu empleado más productivo necesita una semana libre por una emergencia personal? ¿Qué pasa si tu coche se estropea de camino a la oficina por la mañana? La forma de gestionar esto es sencilla: no llenes el día hasta el tope. Deja tiempo para gestionar las interrupciones y lograrás mucho más que con una agenda llena.
2. Limitar el tiempo de las demandas no programadas
Un complemento a la gestión de las interrupciones es limitar el tiempo que dedicas a actividades no programadas. Por ejemplo, no más de 5 minutos en una llamada inesperada, no más de 2 reuniones no programadas en un día, etc. Las notificaciones de tu smartphone pueden quitarte mucho tiempo: prográmalas o programa cuándo las vas a consultar. Por ejemplo, cuatro veces durante la jornada laboral.
3. Programar tus prioridades
No priorices lo que tienes en tu agenda, más bien programa tus prioridades. Recuerda el principio de Pareto: el 80% de los resultados provienen del 20% de las tareas. Asegúrate de programar estas tareas vitales antes que todo lo demás. El principio de Pareto no solo te permite programar mejor, sino que también te indica que, dentro de cada tarea, debes esforzarte por obtener el 80% de los resultados a través del 20% de las tareas cruciales.
4. Automatizar las tareas habituales
Como empresario, tendrás que ocuparte de un montón de tareas repetitivas. Automatiza todas las que puedas. Empieza por las más sencillas: automatiza los pagos recurrentes, los correos electrónicos de seguimiento, las publicaciones en las redes sociales, los recordatorios de citas, etc. Incluso puedes automatizar el silencio de tu teléfono cuando tengas una reunión programada.
A continuación, automatiza todo lo que supervises de forma regular en la medida de lo posible: busca formas de establecer alertas. También podrías emplear la tecnología para crear algunas automatizaciones basadas en tus necesidades específicas. A continuación, encuentra procesos en tu flujo de trabajo que puedan automatizarse: utiliza una herramienta de gestión de flujos de trabajo, plataformas de colaboración, plataformas de gestión de contratos digitales, etc., en función de tus necesidades.
5. Delegar
Los empresarios de éxito valoran su tiempo y, por lo tanto, delegan lo que no es fundamental para su éxito. Solo debes realizar dos tipos de tareas:
- Tareas que no se puedan delegar.
- Tareas que se puedan delegar pero que sean cruciales para tu éxito.
- Todas las demás tareas deben ser delegadas. Recuerda que no delegas porque no quieras realizar ciertas tareas, sino porque:
- Hay una prima en tu tiempo.
- Necesitas construir tu equipo para el éxito.
Ser tu propio jefe es emocionante, pero los empresarios también tienen que lidiar con mucho estrés. Una de las mejores formas de reducir el estrés que esto conlleva es gestionar mejor tu tiempo y atención. Emplea las técnicas anteriores y comprueba la diferencia por ti mismo.