¿Cómo encontrar la fuerza suficiente para llegar a la cima incluso después del peor de los fracasos?
Cuando se toca fondo, la derrota y la constancia se convierte en millones.
Arruinarse. Tocar fondo. Hundirse. Da igual cómo lo llamemos, estos empresarios megatriunfadores – miembros de Los Oráculos – ha pasado por ello. Todos comparten una historia: cómo perderlo todo les ayudó a alcanzar un mayor éxito.
1. Averigua tu obsesión
Cuando era un chaval, una vez se me cayó en una alcantarilla una moneda de 25 centavos que llevaba en la mano al entrar en una tienda, y no había forma de recuperarla. Estaba cabreado. Mi padre me había dicho que tuviera cuidado con el dinero, pero mi abuelo dijo:
“El problema no es que hayas perdido 25 centavos, el problema es que eran tus únicos 25 centavos”.
Este mismo principio es válido hoy en día para mucha gente. Lo gracioso es que en mi caso, tenía más dinero a los 12 años que a los 25. Estaba absolutamente sin blanca – era un adicto a las drogas – e inicié un programa de rehabilitación. Hoy en día soy un pentamillonario y gano más al día de lo que ganaba en un año, y todo se debe a que me tomé la licencia de obsesionarme con el éxito.
Cuando empecé a asumir el hecho de que estaba obsesionado con fantasías personales sobre la riqueza y la fama indestructibles, así como con el deseo de crear un legado que pudiera perpetuar mi huella en este planeta, el mundo me pareció diferente y actué de otro modo. La obsesión es la herramienta más valiosa que tenemos para construir la vida que soñamos. Desgraciadamente la mayoría de la gente no averigua nunca cuál es su obsesión porque les han enseñado a negar todas sus obsesiones.
No seas uno de ellos. Busca una obsesión y abrázala.
Grant Cardone, alto experto en ventas que ha construido un imperio inmobiliario valorado en 500 millones de dólares, y autor del betseller del NYT "Be Obsessed or Be Average” (Puedes tener una obsesión o ser mediocre). Siga a Grant en Facebook o en YouTube.
2. Adáptate a las nuevas realidades
Cuando el mercado entró en crisis entre 2007 y 2009, me propuse dar servicio a los clientes ante esta nueva realidad. Me adapté a las condiciones del mercado. Aposté más fuerte en el negocio dedicado a ayudar a los clientes a gestionar la transición de sus propios negocios, los ayudé a pasar de la venta minorista tradicional (registro y venta) a un enfoque más diversificado de trabajo con los bancos para la venta de viviendas y activos embargados por estos, y ventas al descubierto. Debido a que esto implicaba la venta de un gran número de viviendas durante la crisis, el negocio sobrevivía. Ayudábamos a nuestros clientes poniéndolos en contacto con conocidos que les facilitaran las operaciones bancarias, y también les dirigimos a los convenios adecuados y a las certificaciones exigidas en el camino hacia el triunfo en este nuevo campo de juego.
Contraté a una de las mejores y más cotizadas escritoras que existían, Laura Morton, para que colaborara conmigo escribiendo un libro que reflejara un punto de vista útil para la gente en estos tiempos de necesidad, proporcionara valor y creara conciencia. Incluso di mi primera conferencia - Success Summit – y reduje el precio para ayudar a más gente.
Eché toda la carne en el asador para aportar algo y adaptarme a los tiempos difíciles. Cultivé más relaciones, proporcioné más valor y me convertí en un early adopter en los canales de redes sociales. Todo ello marcó la diferencia en mi negocio.
Tom Ferry, fundador y director ejecutivo de Tom Ferry International, valorado como el número uno de los preparadores del sector inmobiliario en el ranking Swanepoel Power 200, y autor del bestseller del NYT "Life! By Design”.
3. El trabajo duro no es la respuesta
Hubo un momento en que solo tenía 47 dólares en mi cuenta bancaria, ningún título universitario, no tenía coche ni trabajo, ni perspectivas reales de futuro. Los libros y mis mentores me apartaron de todo eso, incluido mi primer mentor Mike Stainback, que me dio un trabajo y me enseñó finanzas.
Incluso entonces, estaba estancado. Trabajaba cada vez más pero no veía nada positivo más allá de recibir una paga regular, y eso es porque, a posteriori, solo hay una manera muy sencilla de desbloqueo: trabajar de forma más inteligente, no trabajar más, lo que supone asignar la cantidad correcta de tiempo al correspondiente volumen de trabajo. La meta nunca es trabajar mucho.
Una de las razones por las que la gente se estanca tanto tiempo, y yo me estanqué, es que nos creemos la mentira de que hay que reventarse a trabajar. Nada de eso. Las 10 personas más ricas del planeta no eran en absoluto las más trabajadoras. Concentraban en una hora de trabajo el equivalente a 100 horas.
Estas historias de éxito – gente como Bill Gates y Warren Buffett – tuvieron mentores que les ahorraron gran cantidad de trabajo enseñándoles los atajos. De igual forma que un coche de bajo consumo que puede recorrer más kilómetros con menos gasolina, la meta real es trabajar la mitad y conseguir el doble de rendimiento.
Tai Lopez, inversor y consultor en muchos negocios multimillonarios, que ha construido un imperio online por valor de enormes cifras.
4. Resurge de las cenizas
Perdí a mis padres en 2007 de forma trágica. No tenía ni idea de cómo abordarlo, de manera que me dediqué a la empresa que había fundado, MavenWire. Hicimos una enorme apuesta financiera por nuestra infraestructura hosting basada en los compromisos de la compañía. En 2008 la empresa fue declarada en quiebra y tuve que afrontar cientos de miles de dólares de deuda personal que no pude devolver.
Trabajé semanas de más de 100 horas, vi cómo mis relaciones se deterioraban y cómo el colapso financiero comenzaba a arraigarse: los clientes alargaban sus plazos de pago y no entraban nuevos contratos. Mi ego y mi identidad iban absolutamente unidos a mi empresa. Cuando se hundió, me vi a mí mismo como un fracasado. Me aislé a mí mismo sin ver una salida. Empecé a conducir mi moto de forma temeraria – literalmente arriesgando mi vida. Me sentía vacío y sin realizar.
Ante esta reacción, un amigo me habló de unirme a ese grupo de insensatos llamado The Adventurists, que van conduciendo hasta Mongolia. No me podía quitar la idea de la cabeza y unos meses después me vi con dos amigos conduciendo una ambulancia 16.000 km desde Reino Unido hasta Mongolia. El viaje nos llevó casi dos meses. En el trayecto me encontré a mí mismo, empecé a conocerme, a saber lo que quería, quién se preocupaba por mí y cómo podía destacar.
Cuando le di poder a mi empresa para sobrevivir sin mí, esta empezó a prosperar más de lo esperado. Se convirtió en el periodo de más éxito y realización de mi vida en aquel momento, que desde entonces he superado. Comparto esto porque no importa en qué situación nos encontremos ahora; no estamos solos. Siempre es posible un futuro de triunfo.
Chris Plough, autor, orador, consultor y socio fundador de ExponentialU. Prepara a épicos emprendedores para el mundo del mañana.
5. No te rindas
El quedarse sin blanca es algo relativo. Mi padre trabajaba en la construcción y siempre le despedían temporalmente cuando no había trabajo. Los tiempos eran duros pero nunca pasábamos hambre. Podía haber sido mucho peor.
En 2008 no pude vender ni una bolsa de abono, nadie quería gastarse dinero en el paisajismo. Mi casa estaba embargada y los recolectores del embargo se llevaron mi coche a mitad de la noche. Debía 80.000 dólares de mi tarjeta de crédito y otras cantidades a más gente también. Me cortaron el teléfono y la luz en varias ocasiones. Pero no me rendí. Nada de todo esto importó, no quería perder el hogar de mi familia. Nunca me rendí así que trabajé con márgenes inferiores.
Llevaba bolsas llenas de cambio a la tienda para comprar comida.
Tuve que trabajar por cuenta ajena durante un año para llegar a fin de mes. No me gustaba vivir el sueño de otro, pero era una lección de humildad. Trabajaba para mí y para esta empresa, haciendo todo lo necesario para poder volver.
Tardé casi siete años en recuperarme pero ahora todo es mejor que nunca y pude pagar todas mis deudas. Hay que continuar y nunca jamás rendirse.
Steve Griggs, fundador y director ejecutivo de Steve Griggs Design, diseña y construye jardines residenciales personalizados para clientes adinerados que quieren resultados rápidos.
6. No lo hagas todo tú solo
En 2014 cometí el error de expandir mi negocio a una nueva localización con demasiada rapidez. No había establecido los sistemas y procesos necesarios para dirigir y aumentar un negocio próspero. Gasté miles de dólares de mis ahorros para cubrir gastos generales durante semanas. No podía comprar un regalo a mi novia, ni dar bonificaciones a los empleados, ni siquiera cobrar yo mi sueldo. Le expliqué a mi equipo que, o cerraba y despedía a la gente o se nos ocurría un plan para salir del atolladero.
Fue el momento más terrorífico y aleccionador de mi vida. Me di cuenta de que necesitaba confiar y apoyarme en los demás si quería lograr alguna vez algo importante.
Aprendí a delegar los sistemas, vender más, subir los precios y producir mucho.
Pasé de tener un saldo negativo en la cuenta a tener casi 500.000 dólares en 2015. En 2016 lancé una empresa consultora que ayuda a la gente a salir del agujero, como hice yo, y a construir un negocio adecuado. Conseguimos ganar más de 1,6 millones de dólares en el primer año, lo cual nunca habría sido posible sin el equipo. Nadie puede lograr nada importante solo.
AJ Rivera, empresario, consultor de empresas y orador motivacional.