Olvídate de la típica lista de tareas y comprueba tu bienestar general.
El acto de llevar un diario es una antigua tradición japonesa que se remonta al siglo X. Sabios, monarcas y presidentes han escrito diarios, cada uno con su propio propósito. Y muchos de nosotros recordamos haber abierto la llave de latón de nuestro diario y haber vertido nuestra alma en esas pequeñas páginas.
El diario ha vuelto a aparecer a lo largo de los años, y muchas personas de éxito afirman que es la parte más importante de su día cuando se trata de establecer objetivos, dar las gracias y encontrar un propósito. Sin embargo, la mayoría de los diarios se limitan a lo que se transcribe en la página. La mayoría trata únicamente un aspecto de la totalidad de tu persona. ¿Cómo sabes si no estás pasando por alto algo que podría ser primordial para tu salud y bienestar totales? El viejo dicho empresarial, "No puedes gestionar lo que no mides", cobra especial relevancia hoy en día, y nos gustaría mostrarte lo que puedes hacer para llevar tus objetivos, tu propósito y tu fortaleza mental al siguiente nivel.
Una lista de tareas no garantiza que vayas a hacer nada
Todos nos despertamos con buenas intenciones para hacer añicos nuestra lista de tareas y conseguir hacer todo lo posible. El problema radica en que la realidad no siempre lo refleja. Nuestro entorno ha cambiado, y está teniendo un grave impacto en nuestra capacidad de concentración, nuestros niveles de energía y nuestra salud mental. Y a pesar de que muchos lo achacan a la falta de fuerza de voluntad, nuestra investigación demuestra lo contrario. Descubrimos que los más afectados también tenían problemas de salud intestinal, deficiencias nutricionales, malos hábitos alimenticios, una dependencia excesiva de la cafeína y experimentaban dolor crónico y eran muy propensos a tener sobrepeso.
¿Cuál es la relación? La inflamación. La primera parte del cuerpo que se ve afectada por la inflamación es el cerebro. La inflamación libera citoquinas que provocan estragos en los procesos cognitivos y se ha demostrado que alteran el comportamiento. Los investigadores ahora creen que la inflamación crónica elimina la motivación al reducir la dopamina, ya que tiene un impacto muy real en el metabolismo de nuestros neurotransmisores. Por eso, cuando nos sentimos mal, no tenemos ganas de hacer nada. Esta podría ser la forma que tiene el cuerpo de reducir el gasto de energía para funciones más críticas como la curación.
La cosa no acaba ahí. Por eso animamos a los que llevan un diario para optimizar el rendimiento a que también tengan en cuenta los siguientes factores, ya que todos ellos están relacionados con la inflamación y la disminución de la productividad. Aunque son factores de los que raramente se habla, son esenciales para tu misión de conseguir hacer más cosas en menos tiempo.
1. Una mala salud intestinal
Según un informe médico especial de la Facultad de Medicina de Harvard, los investigadores afirman que "el tracto gastrointestinal es sensible a las emociones. La ira, la ansiedad, la tristeza, la euforia y otras pueden desencadenar síntomas en el intestino. El cerebro tiene un efecto directo sobre el estómago y los intestinos".
El simple hecho de posponer las cosas estresantes (es decir, las respuestas conductuales) provoca una respuesta emocional como la depresión o la indecisión que genera síntomas físicos como dolores de estómago, náuseas o falta de concentración. Si gestionas tus comportamientos en torno al estrés, puedes aliviar el círculo vicioso que puede causar otros muchos problemas. En tu diario, comprueba tu estado de ánimo a primera hora de la mañana. ¿Cómo se siente tu estómago hoy? ¿Está hinchado? ¿Tienes problemas para ir al baño? Esto podría ser un síntoma de estrés psicológico. También podría ser un síntoma de un desequilibrio intestinal y de sensibilidades alimentarias que están alterando tu equilibrio natural.
Anota en tu diario los alimentos que hayas ingerido recientemente y que hayan podido provocar esta situación, ya que la salud intestinal tiene un profundo impacto en nuestra psicología. Si te sientes cansado y aletargado, no es tan simple como culpar al estrés psicológico solamente. Hay que profundizar. Solo entonces pueden comenzar los cambios reales en el rendimiento.
2. Deficiencias nutricionales
La deficiencia de vitaminas y minerales esenciales, especialmente de vitamina D, puede estar provocando niebla cerebral, fatiga y, sí, incluso depresión. Seguramente nunca habías pensado que no estás recibiendo suficientes nutrientes en tu dieta, pero nuestra industria agrícola ha cambiado hasta el punto de que no estamos recibiendo la calidad que nuestros cuerpos necesitan.
Qué flaco favor estamos haciendo a miles de personas que saben que hay algo que no funciona, cuando un simple análisis de sangre podría darles las respuestas que necesitan. Pregúntate a diario si crees que las deficiencias nutricionales podrían estar ejerciendo un impacto negativo en tu psicología.
3. Efectos secundarios de la medicación
Los viejos modelos de tratamiento nos dejan con más preguntas que respuestas. El modelo médico diagnostica y trata la enfermedad, a menudo recetando pastillas para controlar los síntomas sin descubrir siempre la causa de fondo, lo que da lugar a posibles efectos secundarios. Hemos visto demasiadas muertes trágicas e innecesarias en el mundo de los famosos debido a la mala gestión de los medicamentos recetados.
Tenemos que ser nuestros propios defensores y mirar de cerca lo que nos recetan. En realidad podría estar causando los mismos síntomas que se intentan tratar.
Si tienes síntomas, habla con tu médico para averiguar si hay tratamientos alternativos disponibles sin efectos secundarios. A medida que envejecemos, es posible que nos receten medicamentos y no seamos conscientes de su impacto en nuestra salud mental. Resulta fácil pasar por alto algo que puede tener un poderoso efecto en la forma en la que percibimos el mundo.
4. Niebla cerebral
Este es uno de los primeros síntomas que detectamos cuando nuestro cuerpo ya no es capaz de soportar nuestra mente estresada. Las deficiencias de vitaminas esenciales, minerales e incluso dopamina pueden provocar niebla cerebral, que se siente como una presión en la cabeza similar a un dolor de cabeza, pero aumentada por un efecto de embotamiento en el que parece que no puedes encontrar las palabras o sentir claridad en tu pensamiento. El estrés, la mala salud intestinal y la dieta y otras deficiencias podrían ser la causa.
Así que, si te encuentras mirando tu lista de tareas pero sin poder realizarlas, esto podría ser el resultado de una deficiencia debida al estrés o a la dieta. Como posible solución, el magnesio es uno de los minerales más importantes que podríamos tomar en momentos de estrés para ayudar a calmar el sistema nervioso.
5. Una dieta deficiente
La mala alimentación es el némesis de tu intestino. Los azúcares, el exceso de alcohol, los alimentos procesados, los transgénicos... la lista continúa; nuestros cuerpos están inundados con tantas opciones pobres en los pasillos de alimentos, y nuestros cuerpos han acabado sufriendo las consecuencias.
Nuestra mala alimentación puede desencadenar depresión, ansiedad, pensamientos suicidas, niebla cerebral y otros problemas mentales. Nuestro cuerpo necesita una absorción adecuada de minerales para ayudar en cientos de funciones de nuestra vida diaria.
Elegir alimentos integrales cultivados orgánicamente en suelos ricos, sin químicos ni pesticidas, le da a tu cuerpo la oportunidad de recuperarse y recibir nutrientes de calidad.