Cómo mantener la motivación

Si deseas alcanzar tus objetivos, necesitas motivación. Necesitas el deseo de conseguirlo y la pasión de trabajar duro para conseguir lo que quieres.

Hoy en día hay mucha información sobre la motivación. Puedes oír hablar de ella todo el tiempo a través de conferenciantes de motivación, libros de motivación y vídeos de motivación.

Pero, ¿qué es realmente la motivación? ¿Y qué se hace cuando desaparece antes de alcanzar el objetivo?

Esta es la pregunta que se hace todo el mundo. ¿Cómo se puede mantener la motivación a largo plazo? Pues bien, te vamos a dar una ayuda para ello.

La definición de motivación, tal y como la describe el Diccionario de Oxford, es "una razón o razones para actuar o comportarse de una manera determinada". En pocas palabras, es la razón por la que haces las cosas que haces. Es la razón por la que te levantas y te cepillas los dientes por la mañana, por la que haces footing en lugar de quedarte sentado en el sofá todo el día.

Y es la razón por la que estás leyendo un artículo escrito por un orador motivacional, en lugar de ver la televisión o jugar en Internet. Sin embargo, estar motivado para hacer algo a corto plazo no te ayudará a mantenerte motivado durante el tiempo necesario para alcanzar algunos de tus objetivos más ambiciosos.

La motivación en sí misma no es algo bueno, en realidad es neutral. Puede que te motiven tus ganas de comer dulces para conseguir esa barra de caramelo de un millón de calorías. ¿Y cuál es una de las primeras cosas que busca la policía después de un homicidio? Así es, es la motivación del asesino.

Entonces, ¿qué es lo que convierte la motivación en algo bueno o malo, constructivo o destructivo? Es lo que eliges hacer con ella, lo que consigues. Y lo que es más, hay varias formas de aumentar tu propia motivación. Esto puede incluir cambios en la dieta y en la mentalidad. Esto significa que tienes muchas opciones para ayudarte a mantener la motivación.

De acuerdo con los psicólogos, existen dos tipos principales de motivación: extrínseca e intrínseca.

La motivación extrínseca se refiere a un factor externo que influye en el deseo de un individuo de realizar una tarea. Puede ser la necesidad de dinero, la presión familiar, la presión social, etc. Cualquier cosa externa a uno mismo que te empuje a hacer algo es considerada como motivación extrínseca. La motivación extrínseca puede ser una buena forma de motivarse para realizar tareas aburridas a corto plazo. Sin embargo, si la utilizas a largo plazo, en realidad puede disminuir tus niveles de motivación.

La motivación intrínseca es mucho más personal. Este deseo proviene de una parte muy arraigada del individuo y es menos cambiante que un factor externo. Tu motivación intrínseca puede provenir de tu sistema de creencias, de los valores con los que creciste o de un acontecimiento de tu pasado. No son fáciles de alterar por estímulos externos. Por estas razones, la motivación interna se considera la más poderosa cuando se trata de hacer las cosas. También es una de las herramientas más útiles que tienes en tu lucha por mantener la motivación.

Cuando empiezas algo nuevo, sueles estar entusiasmado y esperanzado con ello. Esto te da la motivación para hacerlo bien, y el empuje para seguir adelante incluso cuando las cosas se ponen difíciles. Sin embargo, al cabo de unas semanas, esto puede empezar a desvanecerse. El trabajo empieza a ser pesado, las cosas no avanzan tan rápido como te gustaría y puedes empezar a resentir el trabajo. Básicamente, quieres dejarlo porque no estás viendo los resultados que imaginabas.

Pero la cuestión es esta: más allá de ese muro de ladrillos está por lo que estás luchando. A menudo, cuando las cosas parecen más difíciles, ¡ya casi estás ahí! Así que no te detengas, o acabarás lamentándolo.

A no ser que tengas un impulso interior increíblemente fuerte, no siempre podrás mantener la motivación. Así son las cosas. La motivación es una emoción a corto plazo que se desvanece de forma natural con el tiempo. Y no importa realmente si obtienes los resultados que deseas, o si realmente disfrutas de la actividad que estás añadiendo a tu vida. Si confías en tus emociones para hacerlo cada día, tus emociones también se interpondrán en el camino.

En cambio, la autodisciplina es "la capacidad de controlar los propios sentimientos y superar las propias debilidades". Cuando eres disciplinado, haces las cosas incluso cuando no quieres. Es una parte de tu cerebro que puedes entrenar para hacer lo que es mejor para ti y tus objetivos. Cuando tienes disciplina, te controlas lo suficiente como para que tus emociones y caprichos no afecten siempre negativamente a tu comportamiento. Esto parece una forma aburrida de vivir, pero los estudios demuestran que las personas con autodisciplina suelen ser más felices que las que no la tienen. Los sujetos suelen ser más felices porque tienen una serie de pautas claras para la toma de decisiones, lo que reduce los niveles generales de estrés.

Para aumentar tu autodisciplina, puedes empezar con los siguientes sencillos pasos.

Elaborar un horario te ayudará a organizar tus pensamientos sobre lo que tienes que hacer, y también te ayudará a ver cuándo es tu tiempo libre.

La responsabilidad puede ser de un amigo, un familiar, otro estudiante o un profesor. No importa, siempre que sea alguien que te mantenga en el camino que has elegido. Es tu forma de darte una motivación externa para mantenerte motivado mientras construyes tu disciplina.

El tercer paso debería explicarse por sí mismo. Tienes que seguir tu horario, para eso lo has creado.

Como hemos dicho antes, la disciplina es más importante a largo plazo que la motivación. Sin embargo, la motivación te ayudará a empezar, y hará que el proceso sea más fácil. Por lo tanto, vamos a hablar también sobre algunas formas en las que puedes aumentar tu motivación.

Aunque mucha gente necesita motivación para hacer ejercicio, en realidad también puede aumentar tu motivación. Si haces ejercicio de forma regular, verás que tu estado de ánimo y tu claridad mental se disparan. ¡También te sentirás más dispuesto y capaz de hacer casi cualquier cosa!

La meditación es ideal para entrar en contacto con tu motivación intrínseca debido a que ayuda a silenciar todo el parloteo mental y los estímulos externos durante un rato. También le da a tu cerebro un descanso, reduce los síntomas de estrés y te hace más consciente de tu cuerpo y sus necesidades.

Está demostrado científicamente que la música mejora los entrenamientos y motiva a los deportistas. Pero no es solo para los levantadores de pesas y los corredores de maratón, sino para todos. Cuando necesites sentarte y concentrarte, ponte una música que te ayude a pensar. Para la mayoría de la gente, esto podría ser instrumental con poca o ninguna letra, pero el tipo de música es diferente para cada persona. Busca tu lista de reproducción, enciéndela y ¡adelante!

¿Alguna vez has comido una comida pesada y basura y luego has sentido que lo único que quieres en la vida es tumbarte en el sofá y no levantarte nunca? Eso es debido a que comer alimentos pesados y desagradables mina tu fuerza y altera tu cuerpo. No es el tipo de cosas que quieres comer en los días en que necesitas ser productivo. Intenta tomar comidas ligeras y saludables a lo largo del día para mantener tu cuerpo nutrido. Te sentirás mejor, más despejado y más motivado.

No vas a querer hacer nada si estás agotado. El agotamiento es un problema creciente en estos tiempos modernos, y es desastroso para tu determinación de mantenerte motivado. Intenta irte a la cama a una hora decente y dormir al menos entre 7 y 9 horas todas las noches. Si tienes problemas para superar las seis horas, baraja la posibilidad de echarte siestas de 20 minutos cuando sientas que tu energía disminuye durante el día.

La motivación puede ser una bestia escurridiza y difícil de domar. Sin embargo, no estás indefenso ante sus caprichos. Si estás realmente decidido a mantenerte motivado, tienes que incorporar a tu vida disciplina y prácticas que fomenten la motivación. Piensa en un área de tu vida en la que necesites más motivación y pon en práctica una de las ideas anteriores para realizar cambios reales. Esta es la mejor forma de ayudarte a conseguir tus objetivos, y también mejorará tu calidad de vida. Y lo que es más importante, no te rindas. Puedes hacerlo, y tú lo vales.