Las habilidades de Oprah Winfrey para entrevistar han resistido la prueba del tiempo debido a que es capaz de conseguir un gran equilibrio entre ayudar a los invitados a sentirse parte de una conversación íntima y también ayudar a su audiencia a sentirse parte de la entrevista.
Su reciente entrevista con Meghan Markle y el Príncipe Harry puso de manifiesto sus habilidades, ya que consiguió que la pareja se abriera a temas delicados y a su antigua vida en la familia real. A continuación te damos siete razones por las que Oprah es tan buena haciendo preguntas que sacan respuestas sinceras y honestas.
1. Se siente cómoda con el silencio
El silencio resulta incómodo tanto para el entrevistador como para el entrevistado. Y mientras muchos entrevistadores se apresuran a llenar cualquier pausa que dure más de un segundo o dos, Oprah se sienta y espera.
Es consciente de que sus invitados también se sienten incómodos. Y les permite llenar el vacío.
La pausa suele ser una señal de que el invitado está dudando en compartir más información. Sin embargo, cuando se produce un silencio incómodo, la mayoría de los invitados están dispuestos a llenarlo, incluso si eso significa contar el resto de una historia que no desean contar.
Esto es de vital importancia, ya que significa que sus invitados suelen compartir las partes más duras de sus historias o las emociones más crudas que están experimentando.
2. Es directa
Algunos entrevistadores adornan las preguntas incómodas. Otros parecen disculparse por preguntar sobre temas difíciles. Y unos pocos parecen disfrutar siendo intensos en sus preguntas como una forma de crear más tensión.
Oprah es amable cuando hace preguntas, pero también es directa. La forma directa en la que plantea las preguntas difíciles ayuda a que la gente se sienta más cómoda respondiendo.
Después de todo, si te disculpas o pareces incómodo al hacer una pregunta, la gente puede pensar que debe sentirse incómoda al responder.
3. Utiliza la escucha reflexiva
Las personas se abren más cuando saben que alguien les está escuchando de verdad. Sin embargo, escuchar no consiste solo en esperar pasivamente. Se trata de reflejar lo que oyes para demostrar que estás intentando comprender de verdad.
Cuando alguien comparte una historia y luego termina con una declaración como: "Fue un asunto muy difícil al que tuve que hacer frente cuando era niño", Oprah a menudo responde repitiendo las últimas palabras. Decir: "Eso suena duro para ti cuando eras un niño..." abre la puerta para que sigan hablando.
4. Hace preguntas de seguimiento
Las conversaciones de Oprah son orgánicas. No se limita a elegir de una lista de preguntas preestablecidas a sus invitados.
Hace preguntas de seguimiento que demuestran que quiere más información sobre lo que acaba de decir su invitado. Demuestra que está interesada en profundizar en su sabiduría y sus experiencias.
5. No conoce todas las respuestas
Algunos entrevistadores insisten en que solo hacen preguntas de las que ya conocen las respuestas para que nunca se sorprendan o se sientan desprevenidos. Ese no es el enfoque de Oprah.
Está claro que investiga a sus invitados. Esa información guía las preguntas que hace. Sin embargo, también hace preguntas que nunca le han hecho a la gente y muestra una respuesta genuina a sus respuestas.
6. Se inclina
Oprah parece relajada mientras espera que sus invitados respondan a sus preguntas. Así se asegura de que las personas entrevistadas no se sientan apuradas al responder a las preguntas.
También se inclina en el momento justo. Si se inclina hacia delante en su silla cuando los entrevistados comparten sus emociones, envía una clara señal de que está con ellos y desea que continúen. Las personas se sienten seguras cuando saben que están siendo escuchadas.
7. La conversación es auténtica
La conversación entre Oprah y sus invitados parece auténtica. Los invitados sienten que Oprah realmente quiere aprender de ellos y la audiencia siente que está viendo a dos personas manteniendo una conversación real, en lugar de a un experto interrogando a alguien sobre su historia.
Esa autenticidad es la razón por la que Oprah es un recurso tan fiable. Su lenguaje corporal y sus expresiones faciales coinciden con las palabras que salen de su boca.