Cómo trabajar con un idiota: Qué hacer si te toca un compañero de trabajo imbécil
Página principal Estilo de vida

Darius Foroux, empresario, bloguero, autor de podcasts sobre la productividad y la dilación, nos explica cómo comportarnos cuando tenemos la mala suerte de topar con una persona maleducada y simplemente mala persona en nuestro equipo.

¿Alguna vez has trabajado con una persona tan desagradable que odiabas el mero hecho de ir al trabajo? Es triste, pero algunas personas son capaces de arruinarlo todo.

En un mundo ideal, todo el mundo trataría a los demás con respeto, paciencia y amabilidad. Eso es lo que se supone que debemos hacer como seres humanos.

Marcus Aurelio, emperador romano entre el año 161 y 180, que en su momento fue el hombre más poderoso de la tierra, lo explicó bastante mejor:

"En cierto sentido, la gente es nuestra ocupación. Nuestro trabajo es hacerles el bien y aguantarlos".

Pero en la vida real, las cosas son un poco diferentes. La mayoría de nosotros nos enfrentamos a matones, traidores e imbéciles que no respetan a los demás a diario. En otras palabras: Los imbéciles están por todas partes.

Sin embargo, Robert Sutton, autor de "The Asshole Survival Guide" (guía para sobrevivir a los imbéciles), está comprometido a cambiar la situación.

Tener un compañero idiota en el trabajo es un serio problema. Provocan ansiedad, depresión, problemas de sueño, hipertensión arterial y relaciones deficientes con sus familias y parejas.

También he tratado con imbéciles en el trabajo en el pasado. Y debo ser sincero. Había días en los que no tenía ningunas ganas de ir a la oficina.

Así que después de tratar con éxito con estos imbéciles (utilicé la sugerencia número dos que muestro a continuación), y de entrevistar a Robert Sutton, quiero compartir tres consejos prácticos que te ayudarán a evitar una gran cantidad de estrés.

1. No juzgues a los demás

¿Alguien está teniendo un mal día? ¿Tiene problemas con su pareja? ¿Quizás no ha comido? Todo esto afecta a nuestro humor. Así que si alguien no es un imbécil, no juzgues rápidamente.

Entiende el comportamiento de otras personas. Un mal día lo tiene todo el mundo. Sin embargo, si uno de tus compañeros siempre se comporta de la misma forma, no te quedará más remedio que ponerle la etiqueta de imbécil.

El mero hecho de comprender la psicología humana básica te ayudará a relajarte. La mayoría de las cosas que hacemos, las hacemos porque somos humanos. No necesariamente porque seamos malvados.

Con demasiada frecuenta nos tomamos las cosas de manera personal y juzgamos con rapidez. Si no haces esas dos cosas, tu vida será mucho más fácil para ti y para las personas con las que trabajas.

2. Abandona cuando no te quede otra opción

"Creo en el hecho de abandonar", es lo que escribe Sutton. Estoy de acuerdo. No hay nada malo en arrojar la toalla.

Pero asegúrate de que no puedes (o no quieres) cambiar la situación primero. Si tienes un conflicto en el trabajo con un compañero, podrías intentar resolver esa situación.

Recuerda, podemos cambiar muchas cosas. Si trabajas en un entorno donde la política de oficina y traicionar a tus compañeros es lo normal, es poco probable que puedas cambiar la cultura de empresa a menos que seas ejecutivo o el mismo presidente.

En esos casos, no hay nada de malo en abandonar. De hecho, es lo que deberías hacer. Si trabajas para una organización que tiene valores diferentes a los tuyos, déjala. Pero sé práctico, cree en ti mismo y elabora un plan. Eso de entrar en el despacho de tu jefe y decir: "Renuncio, bastardo", solo pasa en las películas.

Cómo no dimitir

Saber cuándo abandonar no es tan complicado. Analiza tu situación y toma una decisión. Eso es lo que hice cuando me enteré de que mis valores personales eran diferentes a los de la empresa para la que trabajaba en el pasado. Así que simplemente me marché.

3. Devuelve el golpe

Los imbéciles en el trabajo suelen desenvolverse muy bien en la oficina. Así que no importa lo que hagas, nunca intentes vencer a un imbécil en su propio juego. Siempre ganarán. Y aunque ganes, no quieres convertirte en un imbécil como ellos, ¿verdad? En The Asshole Survival Guide, Sutton escribe:

"No te equivoques. Luchar con idiotas es arriesgado. Cuando se den cuenta de que estás intentando luchar contra su grosería o desprecio, pueden enfurecerse y vengarse, y acabar desquitándose contigo".

Si decides contraatacar, piensa en tu estrategia. En lo que respecta a los conflictos, prefiero contarle a la otra persona lo que siento sobre la situación.

No importa lo idiota que sea esa persona, los sentimientos son los sentimientos. Además, asegúrate de que siempre haya alguien más en la misma habitación cuando te enfrentes a un imbécil. Como Sutton me dijo en nuestra entrevista, tener un buen sistema de apoyo en el trabajo es de vital importancia.

No importa cuán perfecto seas, luchar sigue siendo difícil. Y no tengo una estrategia clara para ganar.

Sin embargo, puedo compartir algunas cosas que nunca deberías hacer:

  • Seguir tus impulsos. Sí, entiendo que algunas personas te molesten. Pero nunca actúes haciendo lo primero que se te ocurra. Cuando te encuentres con un imbécil, da un paso atrás. Y luego piensa en qué hacer después.
  • Llegar a una confrontación agresiva. Eso es simplemente poco profesional.
  • Llamar idiota a un imbécil. Eso te convertirá en un imbécil a ti también.
  • Vengarte. ¿En serio? No seas un imbécil.
  • Pedir ayuda. Si trabajas por tu cuenta, resulta obvio porque debes confiar en ti mismo. Pero si trabajas para una empresa, debes ser consciente de que el departamento de recursos humanos no es tu amigo. Están ahí para proteger los intereses de la empresa, no tus intereses personales. Y estoy seguro que me dirán que estoy equivocado. Pero ese es su trabajo. No es personal. Pero no esperes que te apoyen.

Devolver el golpe sigue siendo difícil, pero la recompensa es muy grande. Cuando peleas, les dices que no a los imbéciles, y eso te hace sentir que controlas tu vida.

Creo que, bajo ningún concepto hay que sentirse como una víctima impotente de la vida. Defiéndete con dignidad y orgullo.

Fuente: Darius Foroux

Por favor, describa el error
Cerrar