La forma más fácil de resolver problemas difíciles es también la última en la que solemos pensar.
Imagina que te enfrentas a un problema en el trabajo: quizás tu gran presentación no está funcionando, tu nuevo diseño tiene alguna carencia o tu estrategia de contratación necesita una puesta a punto. ¿Cómo puedes resolver este problema?
Pide consejo a una docena de personas diferentes y es posible que recibas una docena de sugerencias diferentes. Desde una nueva estrategia de contratación hasta una diapositiva adicional o una nueva característica del producto, todo el mundo tendrá algo que añadir, pero ¿sabes qué es lo que probablemente nadie sugiera? Quitar algo de la forma en la que haces las cosas actualmente.
De acuerdo con un estudio publicado recientemente en Nature, los seres humanos tienen una tendencia generalizada a añadir cosas cuando buscan soluciones, y eso hace que nos perdamos un montón de grandes ideas.
1. A los cerebros humanos les encanta sumar, pero se olvidan de restar
Ya hay un gran número de sesgos conocidos que estropean nuestra toma de decisiones, pero como informó recientemente Diana Kwon en Scientific American, los investigadores de la Universidad de Virginia pueden haber descubierto otro más que añadir a la lista.
Después de que el ingeniero Leidy Klotz se diera cuenta de que las personas tienden a añadir características adicionales cuando intentan resolver problemas, reclutó a su colega, la psicóloga Gabrielle Adams, para que investigara el fenómeno. Mediante una serie de experimentos que incluían desde la estabilización de estructuras de Lego hasta la simetría de formas abstractas, los investigadores confirmaron que, independientemente del problema, la gente suele añadir elementos en lugar de quitar los existentes.
Esto es así incluso si la sustracción es la forma más rápida y sencilla de resolver el problema. Y era particularmente cierto si los sujetos del estudio estaban apurados o distraídos, aunque dar incentivos monetarios para el pensamiento sustractivo hizo que los participantes fueran más propensos a elegir soluciones minimalistas.
"Las soluciones aditivas tienen una especie de estatus privilegiado: tienden a venir a la mente rápida y fácilmente", resume el coautor del estudio, Benjamin Converse. "Las soluciones sustractivas no son necesariamente más difíciles de considerar, pero requieren más esfuerzo para encontrarlas".
2. Cómo reducir nuestro sesgo de sustracción
En resumen, si se os deja a vuestro aire, tú y tu equipo probablemente haréis lo que os resulte natural cuando os enfrentéis a un problema, y lo que os resulta natural a los humanos es añadir más complejidad. Esto significa que tu empresa probablemente está perdiendo soluciones más sencillas, más baratas y más innovadoras, y estás creando una hinchazón y una burocracia innecesarias en tus productos y sistemas.
La investigación sugiere que poner a las personas bajo menos presión de tiempo y ayudarles a concentrarse debería ayudar a corregir este sesgo. Sin embargo, los líderes empresariales inteligentes ya tienen otros enfoques innovadores para animar a su gente a considerar soluciones sustractivas. Steve Jobs era un minimalista fanático, y el cofundador de Stripe, Patrick Collison, tuiteó sobre su propio enfoque del problema en respuesta a la investigación:
Podrías preguntarte si la optimización de la velocidad podría generar el tipo de presión de tiempo que los investigadores sugieren que empuja a la gente a favorecer la adición en lugar de la sustracción, pero lo más importante es que los líderes inteligentes son conscientes de la tendencia de la gente a añadir complejidad y piensan en cómo garantizar que las soluciones minimalistas también sean consideradas de manera justa.