10 formas de gestionar mejor el equilibrio entre la vida laboral y personal como padre y empresario
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No hay una solución mágica para encontrar un equilibrio perfecto entre la vida laboral y la personal, sin embargo, hay varias tácticas que se pueden utilizar para aliviar el estrés y maximizar la felicidad.

Encontrar el equilibrio entre el trabajo y la vida privada no es una tarea fácil. ¿Cómo puedes pasar tiempo de calidad con tus hijos si no llegas a casa hasta las siete de la tarde cada noche? No es de extrañar que cada vez más personas exijan más flexibilidad en sus horarios para ayudar a conseguir este objetivo.

Por desgracia, dirigir tu propio negocio es una historia diferente. No siempre se puede acabar tan temprano como se desea cuando se lanza un negocio o un nuevo proyecto. Dado que la responsabilidad recae en ti, es tu responsabilidad apagar los incendios lo antes posible.

Entonces, ¿cómo puedes seguir estando ahí cuando tu empresa te necesite sin poner en peligro ese valioso tiempo con tu familia? Prueba estos diez consejos para hacerlo más llevadero.

1. La programación es la clave

"Tener un horario es clave si vas a dirigir un negocio y equilibrarlo con tu familia y tu vida personal", escribe Choncé Maddox en un artículo para Calendar. "Es importante saber qué vas a hacer cada día al levantarte, para no perder tiempo y energía".

"Planifica las cosas en tu calendario, así estableces expectativas realistas para el día", añade Choncé. Acostúmbrate a crear una rutina y un horario diarios para que tus días sean predecibles. He comprobado que esta preparación previa garantiza que no te pille desprevenido. Lo más importante es que la programación te permite a ti y a los demás saber cuándo vas a trabajar, pasar tiempo con tus hijos, hacer ejercicio o desconectar.

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Choncé también recomienda crear un horario para tus hijos. Un horario separado para los niños no solo te mantiene organizado y productivo, sino que también crea una estructura a la que los niños responden bien. Por ejemplo, establecer horarios para ir a la cama y actividades que puedan hacer por su cuenta mientras tú trabajas.

Es importante tener en cuenta que debes crear el horario que más te convenga. A menudo esto viene determinado por factores como cuándo eres más productivo o cuándo los niños están en el colegio. No tengas miedo de experimentar con un par de horarios diferentes hasta que encuentres el que más te convenga. Una vez que hayas determinado tu horario y hayas rellenado tu calendario, asegúrate de compartirlo tanto con tu equipo como con tu familia.

2. Saber qué hay que sacrificar y qué no es negociable

Esto no es algo que vaya a endulzar. Si quieres encontrar un equilibrio saludable entre tu empresa y tu familia, vas a tener que hacer sacrificios. Créeme. Es la única forma de poder gestionar tu tiempo.

Sin embargo, tienes que identificar lo que debes sacrificar y lo que no es negociable. Por ejemplo, a mí me encanta viajar por trabajo. Es una forma estupenda de salir de mi zona de confort, hacer un poco de networking y dar a conocer mi negocio a los demás. Al mismo tiempo, he tenido que reducir el número de eventos a los que asisto anualmente porque tengo una familia en casa. He eliminado varios eventos que, en última instancia, no merecen la pena, tanto desde el punto de vista económico como de tiempo.

Pero tampoco voy a escatimar en tiempo de calidad con mi familia. Estoy en casa todos los días a las 18.00 para poder cenar juntos. Los fines de semana, el plan es no trabajar para poder tener tiempo de calidad con mi familia. Si están ocupados o dormidos, puedo escaparme y ponerme al día, o adelantar algo de trabajo... pero nunca cuando es tiempo de familia.

3. Involucrar a los niños en tu trabajo

Obviamente, esto no significa ponerlos a trabajar a tiempo completo. Pero hay formas creativas de pasar tiempo con tus hijos y con tu negocio al mismo tiempo. Por ejemplo, se puede incluir a un niño en el marketing, las pruebas de productos o los grupos de discusión. Dependiendo de tu negocio y de tu edad, tu hijo (adolescente) podría ser más práctico. He oído historias de emprendedores que iniciaron negocios como la fabricación de joyas en los que sus hijos también pudieron fabricar el producto.

También podrías involucrarlos en otras áreas, como establecer una rutina diaria. "Haz fotos o dibujos de cada paso como recordatorio visual del siguiente paso del proceso", explica a Fatherly Ann DeWitt, terapeuta matrimonial y copresentadora del podcast Passport to Parenting. "Los niños deben participar en la elaboración y adaptación de la rutina, para que la acepten y la hagan suya. La participación en el juego no es algo que tengamos que imponer a nuestros hijos. Verás que les encanta, y les está ayudando a aprender un gran hábito que les beneficiará para toda la vida".

4. Seguir la regla de "tocarlo una vez"

"Tardamos mucho tiempo en hacer algo y luego en rehacerlo debido a que realmente no lo hicimos del todo la primera vez", dice la experta en productividad Nicole Bandes a la CNBC. ¿La solución? La regla de "tocarlo una vez".

La esencia es sencilla, y me recuerda un poco a la regla de los "2 minutos" de David Allen. Cada vez que toques algo, como una pieza de correo o una carpeta que necesita ser archivada, actúa inmediatamente. Si haces esta pequeña tarea rápidamente, no tendrás una lista gigantesca de cosas a las que llegarás más tarde. Hazlas y termina con ellas para que no estén abarrotando tu mente o tu espacio de trabajo.

5. Aprovechar el tiempo que tienes sin los niños

Lo que quiero decir aquí es que debes hacer todo el trabajo posible cuando los niños no están cerca. Estos pequeños necesitan atención, y cuando los ignoras continuamente porque estás ocupado, lo notan. Tal vez esto signifique que fijes tu horario de trabajo mientras ellos están en la escuela. También podría ser limpiar tu bandeja de entrada durante tu viaje matutino. O podría ser despertarte antes que los demás en tu casa para no distraerte.

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La idea es no descuidar a tu familia cuando está cerca. Por el contrario, se trata de hacer las cosas cuando no estás en la tarea de ser padre.

6. Priorizar tu bienestar

Sé lo que estás pensando: "¿Cuándo tengo tiempo para cuidar de mí mismo?". La realidad es que todo el mundo puede sacar diez minutos al día para centrarse en actividades como hacer ejercicio o meditar. Probablemente incluso puedas realizar esas actividades en tu oficina cuando te tomes un merecido descanso por la tarde.

Además, asegúrate de que duermes lo suficiente y comes de forma saludable. Al igual que tus hijos, también deberías tener una hora de acostarte para poder dormir esas seis u ocho horas cada noche. Además, deberías empezar a llevar tu comida al trabajo y llenar la oficina con tentempiés saludables.

Al cuidarte, estarás menos ansioso, estresado y tendrás la energía necesaria para ser padre y empresario.

7. Utilizar el Método Ivy Lee

El Método Ivy Lee fue desarrollado por, bueno, Ivy Lee allá por 1918. Y, desde entonces, es una técnica de productividad popular y eficaz.

Funciona así. Cuando los niños estén en la cama, tómate 15 minutos y escribe las seis cosas más importantes que tienes que hacer mañana. A continuación, priorízalas por orden de importancia. Cuando llegues al trabajo por la mañana, ponte con la primera tarea. Una vez terminada, pasa a la segunda y así sucesivamente. Lo que quede sin terminar se traslada al día siguiente.

Este truco funciona porque te permite planificar y preparar el día siguiente. Como resultado, reduces la fatiga de las decisiones y siempre tendrás suficiente energía para terminar tus tareas más importantes.

8. Delegar, subcontratar y automatizar

¿Deseas saber por qué muchos de nosotros luchamos con el equilibrio entre la vida laboral y personal? Es porque no podemos soltar el control. Si esto te suena, es hora de aprender qué actividades pueden o deben delegarse, subcontratarse o automatizarse.

En lo que respecta a la delegación, si has formado a tu equipo correctamente y le has dado las herramientas y los recursos necesarios para tener éxito, debería ser más que capaz de realizar cualquier trabajo que le propongas. Es necesario que expongas tus expectativas y que confíes plenamente en ellos.

La subcontratación es similar a la delegación. La diferencia es que pagas a expertos ajenos a tu organización para que realicen un trabajo. Por ejemplo, puedes contratar a un desarrollador web autónomo para que construya tu sitio web si no tienes un desarrollador interno.

En cuanto a la automatización, se trata de herramientas que realizan tareas mundanas y repetitivas por ti. Podrían ser chatbots o respuestas de correo electrónico que gestionan las consultas de los clientes cuando no estás conectado. Otros ejemplos podrían ser el software de contabilidad que emite automáticamente las facturas o los calendarios inteligentes que hacen sugerencias inteligentes sobre cómo planificar su próxima reunión.

9. Dominar el arte de la preparación de lotes

Soy un defensor de la división por lotes. Personalmente, creo que es uno de los mejores trucos para gestionar el tiempo en casa y en el trabajo.

La idea es sencilla. Agrupa las tareas similares y hazlas a la vez. De este modo, no se realiza una multitarea, no se pierde tiempo guardando las cosas y se proporciona una estructura.

Por ejemplo, en lugar de revisar tu correo electrónico cada vez que lo recibes, programa momentos específicos a lo largo del día para revisar tu bandeja de entrada. En lugar de tener reuniones diarias, reserva un día a la semana para todas ellas. Y, haz toda la comida los domingos para no tener que hacer la cena todas las noches.

10. Comprometerte al 100% y eliminar las distracciones

"Las personas con mentalidad de éxito no quieren ganar solo en un área", dice el autor y experto en ventas Grant Cardone". "¿Quién quiere tener éxito en los negocios y fracasar en casa? Ya sea la salud, la riqueza o la paternidad, una vez que empiezas a ser 'mediocre' en un ámbito, esa mediocridad se extiende a otras partes de tu vida".

Si quieres ser como Grant y tener tu pastel y comerlo también, tienes que ser productivo en el trabajo y en casa. "Para conseguir tiempo de calidad, paso una hora con mis hijos por la mañana sin distracciones antes de empezar mi día", añade. "Cuando estoy presente, estoy presente. Cuando hago el trabajo, me dedico a él. Hagas lo que hagas, ve a por ello al 100%".

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