Tomar la decisión de dejar tu trabajo y lanzar tu propio negocio es un riesgo, sin embargo, este proceso es mucho más llevadero si empiezas en un sector en el que ya tienes conocimiento, conexiones y credibilidad. En ese sentido, la empresa que has decidido abandonar puede convertirse en un activo clave en tu nueva aventura empresarial, o en un obstáculo para tu éxito.
A finales de 2009, Ian McAfee dejó un puesto ejecutivo de nivel medio en una conocida firma de corretaje de divisas para fundar una empresa en el mismo sector. Con menos de 15.000 $, Ian y dos socios crearon Shift Forex, una empresa que proporciona servicios de consultoría a empresas de divisas. En su primer año completo de actividad, Shift Forex generó 200.000 dólares en ingresos.
Ian dice que parte de su éxito durante el primer año se debe a la buena relación que mantiene con su antiguo jefe. Y no es el único.
A continuación te enseñamos cómo puedes convertir a tu antiguo jefe en un activo que ayudará a que tu nuevo negocio tenga éxito.
1. Muestra respeto
Deseas que tu empresa sepa que mientras trabajaba para ellos, hiciste todo lo posible para servir a los intereses de la compañía. En términos prácticos, esto significa no hablar con los clientes, proveedores y compañeros de trabajo de la empresa (que no sean sus cofundadores) sobre tu nueva empresa hasta que te hayas marchado de forma oficial.
Si tus jefes se enteran de tu nueva aventura a través de un cliente existente, es bastante posible que vuestra relación acabe bastante mal. Antes de marcharte, debes limitar tus actividades a la investigación, la elaboración de estrategias, la planificación y la obtención de fondos.
Para evitar la tentación de hablar con clientes potenciales antes de marcharse, Ian y sus socios fijaron una fecha de inicio específica para su nueva empresa. Saber que se dedicarían a la nueva aventura en pocas semanas les dio la fuerza que necesitaban.
2. Comparte tu plan cuando te vayas
Cuando los dueños y gerentes de tu actual empresa se enteren de que te marchas para lanzar una empresa en el mismo sector, es posible que se preocupen de que les vas a robar a sus clientes o vayas a lanzar un producto idéntico al que ofrecen ellos. Aunque puede haber alguna superposición, es probable que tu empleador actual tenga una propuesta de valor o enfoque en el cliente diferente.
Compartir tu plan con tu jefe, y posiblemente con algún ejecutivo o propietario de alto rango, te brinda la oportunidad de hacer que se sientan menos amenazados por tu nueva empresa. Es posible que todavía tengan la sensación de que vas a convertirte en la competencia, no obstante, tus acciones demostrarán un alto grado de integridad. Además, si hay algo en tu plan que realmente no les gusta y creen que tienen el derecho legal de evitar que desarrolles tu nuevo negocio, te darán la oportunidad de llegar a un acuerdo amistoso.
Cuando Ian avisó de su marcha, mantuvo una conversación con su jefe, quien dirigía la división de educación de la firma de corretaje. Este no tenía ninguna objeción a que trabajara en el sector de las divisas, siempre y cuando se mantuviera alejado del desarrollo y la comercialización de cursos educativos durante un período de tiempo prudencial. Con esta tranquilidad, su jefe apoyó su nueva empresa.
3. Ofrece ayuda con la transición
Probablemente estés desempeñando un papel importante para tu empleador actual y tu partida puede dejar un hueco que tardará un tiempo en cubrir. Cuando te marches, puedes ofrecerte a realizar ciertas tareas o gestionar algunas responsabilidades durante un período de tiempo determinado, como consultor remunerado. Aunque es posible que no decidan aceptar tu oferta, esto envía el mensaje de que te preocupas por la empresa y deseas continuar teniendo una buena relación en el futuro.
Ian y su jefe hablaron de los proyectos en los que Ian estaba trabajando. Había un par de proyectos que estaban a punto de finalizar que proporcionarían grandes beneficios a la empresa, por lo que Ian accedió a finalizarlos como consultor. Como el nuevo negocio tardó varios meses en generar ingresos, este dinero le vino muy bien.
4. Hazles saber cómo pueden ayudar
Una de las principales ventajas de marcharte y mantener una buena relación es que puedes pedirle a tu antiguo empleador que te ayude. Este podría proporcionarle a tu empresa referencias, pasarte clientes o proporcionarte condiciones de vendedor favorables. La idea original de Ian era ayudar a los revendedores de su antiguo empleador, así como a sus competidores, con asesoramiento de marketing y ventas.
Pidió a sus antiguos compañeros de trabajo que le presentaran a revendedores que buscaban mejorar sus esfuerzos de marketing y ventas. Debido a la forma en la que gestionó su partida, la empresa se sintió cómoda confiando en él con las relaciones, aunque su nueva firma también trabajaba con sus competidores. También alentó las referencias manteniéndose en contacto con sus antiguos compañeros, invitándolos a tomar algo de vez en cuando.