Los datos inexactos y las obsesiones por la puntuación pueden provocar una ansiedad innecesaria.
El seguimiento del sueño puede ayudarte a determinar si estás descansando bien por la noche, sin embargo, podría agravar tus problemas en algunas circunstancias. Los científicos han advertido de que las aplicaciones y dispositivos de seguimiento del sueño pueden empeorar el insomnio tanto por la inexactitud de los datos como por el hecho de agravar la ansiedad.
En un estudio, por ejemplo, se ha observado que las personas pasaban demasiado tiempo en la cama (para aumentar sus estadísticas de sueño) y que informaban de afecciones inexistentes que daban lugar a un tratamiento inútil.
Esto no significa que los dispositivos no sean fiables, y los fabricantes se han apresurado a defender sus productos. El Dr. Conor Heneghan, de Fitbit, afirma que pocos usuarios padecen una ansiedad grave por el sueño, y que los datos de seguimiento podrían subrayar los efectos de los horarios de sueño constantes y los hábitos perjudiciales. También pueden señalar la frecuencia cardíaca y el movimiento asociados a las diferentes etapas del sueño.
Sin embargo, todavía no son tan precisos como las personas: el propio estudio de Fitbit ha demostrado coincidencias entre sus rastreadores y los equipos médicos solo en un 70% de las ocasiones, frente al 90% de los humanos. Además, sin regulación ni normas, los resultados que se obtienen pueden variar de un dispositivo a otro. Aunque los datos pueden ser útiles, es posible que quieras tomarlos con un grano de sal o incluso evitar el seguimiento del sueño por completo.