8 malos hábitos que no son tan malos después de todo
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Pocas cosas son del todo buenas o del todo malas, incluyendo la mayoría de los hábitos.

En lo que respecta a los hábitos, el autor James Clear dio en el clavo al escribir: "Los malos hábitos interrumpen tu vida y te impiden alcanzar tus objetivos. Ponen en peligro tu salud, tanto mental como física". Ah, sí, también "te hacen perder tiempo y energía".

Basta con decir que hay que trabajar para romper los malos hábitos y sustituirlos por los buenos. ¿Qué prácticas deberías abandonar? Bueno, hay algunas evidentes: me vienen a la mente fumar y consumir comida basura.

Sin embargo, hay algunos hábitos que consideramos "malos" que en realidad pueden ser beneficiosos. Estos son ocho "malos hábitos" que no son tan perjudiciales como pensabas.

1. Saltarte el desayuno

Todos hemos oído que el desayuno es la comida más importante del día, y si haces ejercicio todas las mañanas como yo, necesitas repostar. Las investigaciones demuestran que hay beneficios probados de desayunar, como mejorar tu rendimiento, darte energía, ayudar a perder peso y mejorar tu estado de ánimo.

Sin embargo, de acuerdo con Self.com, puedes saltarte el desayuno si quieres. "Si tienes hambre, tómate el desayuno", ha dicho a Self el profesor de pediatría Aaron Carroll. "Pero no te sientas mal si prefieres saltártelo, y no escuches a los que te dan lecciones. El desayuno no tiene poderes místicos".

La dietista-nutricionista titulada Karen Ansel, citada en el mismo artículo, añade que "algunas personas se sienten realmente mal después de desayunar y, si ese es el caso, no tiene sentido hacerte sentir peor". En su lugar, tómate un tentempié a media mañana o espera hasta el almuerzo.

2. Distraerte

La lucha contra las distracciones es real. ¿Cómo puedes mantenerte concentrado en una tarea importante cuando no dejas de recibir notificaciones en tu teléfono o de hablar con tus compañeros de trabajo? Al mismo tiempo, las distracciones pueden ser una ayuda.

Para empezar, el cerebro está programado para distraerse. "El cerebro no puede procesar todo lo que hay en el entorno", explica Ian Fiebelkorn, investigador asociado del Instituto de Neurociencia de Princeton (PNI), en un artículo publicado en Wired. "Ha desarrollado esos procesos de filtrado que le permiten centrarse en cierta información a expensas de otra".

Además, "las distracciones pueden ser una poderosa herramienta para reducir el impacto de las experiencias dolorosas o negativas", escribe Nir Eyal en Psychology Today. Eyal añade que las distracciones también pueden ayudar a controlar los impulsos, como consumir alimentos grasos, y ayudarnos a estar más presentes.

La clave está en bloquearlas cuando eres productivo, pero ser más tolerante con las distracciones cuando te quedas sin fuerzas. Deja algunos espacios en blanco en tu calendario para permitir que tu mente se distraiga un poco.

3. Dormir hasta tarde o echar la siesta

Existe la idea de que las personas que se quedan dormidas son perezosas y carecen de autodisciplina. Aunque algunos somos madrugadores, la mayoría de la gente duerme hasta que suena el despertador, pero es mejor que escuchemos nuestros ritmos circadianos. Ellos te harán saber cuándo es el momento de salir de la cama. De hecho, es bueno para el metabolismo, escribe Gabrielle Moss en Bustle.com.

¿Por qué debes echarte una siesta en el trabajo?

También ha habido una pequeña reacción contra las personas que se echan siestas. Sin embargo, la Clínica Mayo afirma que echar la siesta es mejor que estar fatigado. Las siestas son relajantes, aumentan el estado de alerta y mejoran nuestro estado de ánimo. Se ha demostrado que dormir la siesta conduce a un tiempo de reacción más rápido y a una mejor memoria.

4. Mascar chicle

Mascar chicle no es el hábito con más clase del mundo, pero hay una serie de ventajas al mascar chicle recopiladas por Wisebread.com, como:

  • Aumentar el rendimiento mental, como la memoria y la concentración.
  • Aumentar el estado de alerta.
  • Reducir el estrés y la ansiedad.
  • Ayudar a dejar de fumar.
  • Mejorar los hábitos alimenticios.

5. Jugar a videojuegos

Mucha gente cree que jugar a videojuegos es una pérdida de tiempo, o incluso adictivo, pero con moderación los videojuegos pueden ser extremadamente beneficiosos para ti, dice Mental Floss.

Las investigaciones han descubierto que los videojuegos pueden ayudar a las personas a superar la dislexia, a tomar decisiones más rápidas, a reducir el estrés y a mejorar la visión. Pero, espera... los videojuegos también pueden ayudar a aliviar el dolor, ralentizar el proceso de envejecimiento, ayudar a crear nuevas conexiones sociales y neuronales... e incluso fomentar los rasgos de liderazgo.

6. Mantener las notificaciones encendidas

Las notificaciones del smartphone son una distracción frustrante. Sin embargo, una investigación llevada a cabo por el Center for Advanced Hindsight de la Universidad de Duke descubrió que apagar el teléfono puede hacernos sentir aún más estresados, gracias al FOMO.

La solución es comprobar las notificaciones por lotes. La investigación muestra que deberías revisar tus notificaciones solo tres veces al día - durante tu viaje matutino o cuando llegas al trabajo, después del almuerzo y cuando estás de vuelta a casa por la noche.

7. Soñar despierto

"El vagabundeo mental se asocia típicamente con cosas negativas como la pereza o la falta de atención", escribió la profesora Kalina Christoff, del Departamento de Psicología de la Universidad de Columbia Británica, y autora principal de un estudio realizado en 2009, según el cual "nuestros cerebros son muy activos cuando soñamos despiertos, mucho más activos que cuando nos centramos en tareas rutinarias".

"Cuando sueñas despierto, puede que no estés logrando tu objetivo inmediato - por ejemplo, leer un libro o prestar atención en clase, pero tu mente puede estar aprovechando ese tiempo para abordar cuestiones más importantes en tu vida, como avanzar en tu carrera o en tus relaciones personales", añade Christoff.

¿Recuerdas ese espacio en blanco que dejaste abierto en tu calendario? Aprovecha ese tiempo para seguir soñando despierto un rato.

8. Ser desordenado

Por último, a menudo se recomienda mantener nuestros espacios de trabajo ordenados y limpios. Un escritorio desordenado o un desorden en el suelo pueden distraernos de nuestro trabajo, mientras que un espacio ordenado evita la pérdida de tiempo en la búsqueda de objetos extraviados.

Sin embargo, un poco de desorden tiene sus ventajas, de acuerdo con Reader's Digest. Las personas desordenadas tienden a ser más creativas, espontáneas y flexibles. Las investigaciones han demostrado que las personas que trabajan en entornos desordenados tienen mejores ideas. Las personas desordenadas también tienen sus propios sistemas de organización y no se preocupan tanto por las cosas pequeñas.

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