Cómo estos cuatro empresarios utilizan el deporte para mantenerse en cabeza en el trabajo

El equilibrio entre el trabajo y la vida privada es imprescindible.

Los empresarios tienen que hacer muchos malabarismos. Desde responder a los correos electrónicos y las llamadas telefónicas, tratar con los clientes y llevar el negocio sin problemas, hasta gestionar la vida personal, siempre hay muchas cosas en su plato. Algunos fundadores de startups sacan tiempo de su apretada agenda y encuentran formas deportivas de relajarse y mejorar en su trabajo.

Cuatro de estos emprendedores han compartido sus experiencias.

Mike Davie, director ejecutivo y fundador de la empresa de datos centrada en blockchain Quadrant, ha sido durante toda su vida un apasionado de los deportes extremos. Pasó años practicando deportes no cardiovasculares, como el snowboard y la escalada, pero más tarde se decantó por el running como medio para dejar de fumar. "Acabé convirtiendo una carrera de 10 km en una media maratón a través de la zona desmilitarizada de Corea, lo que me llevó a mi primer triatlón antes de pasar a mi primer Xterra (triatlón todoterreno)", dice. Después de cada carrera, se esforzaba por mejorar su rendimiento. "Los triatlones me obligan a superar los límites y poner a prueba mis capacidades, obligándome a resolver problemas inesperados sobre la marcha, a encontrar vías de autodesarrollo, a hacer cosas que no haría de forma natural y a encontrar nuevas perspectivas sobre la vida y la definición del trabajo".

Davie cree que los triatlones todoterreno son los que mejor reflejan los altibajos de la gestión de una empresa, "fusionando obstáculos implacables y recorridos escénicos que alimentan la adrenalina con distancias largas que agotan la energía. He aprendido que no se trata solo de terminar una carrera, sino de terminar con los que me rodean, mis amigos, mi familia, mis compañeros y mis socios". Participar en carreras ha influido en su enfoque de los negocios.

"Correr triatlones fuera de pista y construir una empresa de éxito son ambas una serie de discusiones entre la parte de tu cerebro que quiere parar, y la parte que quiere seguir adelante".

Crecer como niño en la India en los años 80 significó crecer con el críquet, especialmente después de que el equipo indio ganara su primera Copa del Mundo en 1983.

"Entonces no teníamos televisión, así que yo, junto con mi padre, escuchaba los comentarios de cricket en la radio. Se puede decir que mis héroes de la infancia eran jugadores de críquet", dice Rohith Murthy, fundador y director nacional de la plataforma de comparación de finanzas SingSaver, empezó a jugar al cricket a los 4 años, recibió clases profesionales a partir de los 7 y jugó en el colegio. Durante sus años de instituto, la familia compró un televisor y Murthy se enamoró del tenis.

"Una vez que me trasladé a Singapur para cursar mis estudios universitarios y, años más tarde, a Rumanía por motivos de trabajo, el tenis se convirtió en el eje central de mis actividades deportivas", afirma. Murthy juega al tenis dos o tres veces a la semana, normalmente por las mañanas. El resto de los días va al gimnasio, a las 6 de la mañana.

"En esa hora de la mañana puedo desconectar mi mente del trabajo mientras sudo. El subidón de adrenalina da el tono adecuado para el resto del día. El ejercicio físico también te ayuda a fijarte objetivos. Recuerdo que hace cuatro años solo podía hacer una dominada. Me fijé el pequeño objetivo de hacer una dominada más cada mes y hoy puedo hacer entre 10 y 12 dominadas de una sola vez", dice.

David Wong empezó a jugar al golf hace 10 años, cuando tenía 25. Este malayo se había tomado un año de vacaciones y tenía un poco de dinero ahorrado, así que pensó que era el momento perfecto para empezar. "El deporte parecía difícil de dominar. Tanto la pelota como la cabeza del palo eran pequeñas, por lo que unirlas parecía un poco más difícil que el deporte habitual de pelota y raqueta", dice Wong. Le gustó tanto este deporte que creó una aplicación, Deemples, que conecta a golfistas de todo el mundo.

"Me empezó a gustar el golf porque era un reto. Golpear una bola pequeña con un palo largo no es solo un reto físico, sino también mental. Cualquier pequeño movimiento que no esté alineado te hará fallar la bola", añade. Una de las razones por las que a Wong le sigue gustando el golf es: "Una sesión supera con creces las múltiples reuniones de trabajo. He hecho muchos amigos gracias a él". El resto del tiempo, añade, es tiempo de calidad que se pasa con el compañero de golf, y una forma estupenda de mantenerse sano. "Como me gusta decir: cuando el negocio va bien, celébralo con un partido de golf. Cuando el negocio va mal, juega al golf, ya que no hay nada que hacer".

Para Ruth Hatherley, fundadora y directora ejecutiva de la empresa fintech Moneycatcha, la equitación ha sido una salida "increíble" para ayudar a equilibrar el intenso viaje que supone ser fundadora de una startup. De hecho, algunas de sus mejores decisiones estratégicas se han tomado justo después de haber cabalgado "en silencio durante una hora por el monte o de haber saltado una serie de saltos de un metro de altura, porque mi mente ha tenido la oportunidad de estar quieta y reflexionar tranquilamente mientras me concentraba en otra cosa que realmente disfruto". Esta madre de un niño, que monta un par de veces a la semana, dice que la combinación de estar en paz en el silencio del monte, trabajar la confianza necesaria en la relación caballo-jinete y plantear constantemente nuevos retos para que el caballo y ella los resuelvan juntos, proporciona "un equilibrio encantador a las exigencias de ser directora ejecutiva de una empresa tecnológica".

"He hecho todo un nuevo círculo de amigos, así que el aspecto social es genial... También disfruto mucho del entorno sano y seguro de superar nuevos límites", dice, y añade: "La planificación, la disciplina y la preparación necesarias para lograrlo son un reflejo del camino para alcanzar el éxito en muchas situaciones en los negocios".