Por desgracia, un número sorprendentemente alto de personas que ganan bastante dinero acaban teniendo problemas financieros.
Una vez vino a verme un amigo para pedirme consejo financiero. Ganaba mucho dinero, no tenía deudas, ni hijos, ni problemas de salud, ni hipotecas. Sobre el papel, todo parecía fantástico.
Sin embargo, las cosas no le iban tan bien en realidad. Estaba constantemente estresado, viviendo al día. No tenía ahorros, y la expresión de su rostro dejaba bastante claro que necesitaba ayuda de forma urgente.
Lo único que yo podía hacer era ofrecerle algunos consejos básicos, unos consejos que le daría a cualquiera, independientemente de sus circunstancias. Estos consejos me han ahorrado mucho dinero y dolor a lo largo de los años. Puede que también te sirvan a ti.
1. Vive como si tu paga extra no fuera a llegar
Cuando vayas a trabajar, hazlo a lo grande. Trabaja como si no hubiera un mañana. Esfuérzate por conseguir ese bonus tan duro como puedas, pero en tu vida diaria normal, compórtate como si estuviera fuera de tu alcance.
Nunca aumentes tu coste de vida por encima de tus ingresos iniciales. Nunca. Aplica esta regla a todo. Si es fin de semana y no puedes permitirte comer en un restaurante de lujo, vete a uno de comida rápida. Si no puedes permitirte comer en uno de comida rápida, come en casa.
No es necesario que veas la última película que acaban de sacar en el cine el día de su estreno. Puedes esperar hasta que la saquen en DVD. Todos estos pequeños sacrificios se traducirán en unos ahorros significativos. Cuando la paga extra acabe llegando, habrás aprendido mucho sobre la fuerza de voluntad durante el camino.
2. Ahorra para los días difíciles
Todos hemos escuchado esto mil veces, pero según un informe recientemente publicado por la CNBC, tan solo el 29% de los estadounidenses tiene ahorros para sobrevivir durante al menos seis meses. Un descorazonador 55 millones de estadounidenses no tienen ningún fondo de emergencia.
No puedes controlar lo que puede pasar en el futuro. Los días difíciles siempre acaban llegando; prepárate para ellos. Esa es una de las pocas cosas seguras. Algunas personas son mejores que otras a la hora de pronosticar desastres, pero la mayoría de nosotros nunca lo vemos venir. Un trabajo perdido, un miembro enfermo de la familia... todo esto resulta difícil de predecir.
Si no vives por debajo de tus posibilidades, si no tienes dinero ahorrado y de repente te enfrentas a una crisis, seguramente tendrás bastantes más problemas que si te hubieras preparado. Te endeudarás con tus tarjetas de crédito, por ejemplo. O cogerás el primer trabajo que se te presente, en lugar de tener un mes o dos más para buscar un trabajo mejor.
3. Elige un estilo de vida conservador
Cambiar un estilo de vida es verdaderamente difícil. Una vez que te acostumbras a un cierto nivel de lujo, resulta casi imposible bajar de categoría. Digamos que, debido a tu creciente nivel de ingresos, has pasado de ir a restaurantes de comida rápida a frecuentar los sitios más lujosos de tu ciudad.
Es una gran subida. Sin embargo, este es mi consejo: Incluso si puedes permitirte un nivel más alto de comodidad, mantente en el siguiente nivel más bajo tanto tiempo como puedas.
Esto se aplica a los restaurantes, a los coches, al barrio en el que quieres vivir y a tu teléfono móvil. Cuando empecé a trabajar en mi empresa actual, por ejemplo, mis ingresos llegaron a cero por primera vez en mi vida. Tardé dos años en volver a mi antiguo salario, pero durante esos dos años no conseguimos reducir nuestro estilo de vida de una manera razonable. Me crié en una granja; me considero una persona disciplinada y experta en asuntos de dinero y crédito; pero aún así era extremadamente difícil de hacer.
Si hubiéramos subido la escalera de lujo un poco más despacio cuando las cosas nos iban bien, no nos habríamos gastado nuestros ahorros cuando las cosas se torcieron. No importa dónde estés en la escalera, la vida cada vez se vuelve más cara.