22 formas de despertarte temprano y con energía

Tu plan de éxito debería empezar a desarrollarse en el momento en el que abres los ojos.

Si no eres una persona madrugadora por naturaleza, las primeras horas del día pueden ser duras. Probablemente estés malhumorado y cansado, y no te sientas preparado para enfrentarte a la vida. Sin embargo, si quieres aprovechar al máximo todo el día, es importante que utilices las mañanas con sabiduría. Si te levantas temprano, con energía y ganas de empezar, tendrás un día productivo y exitoso.

El primer paso para que tu tiempo sea dinámico y eficaz es sentar las bases con una rutina que te ayude a crear una mañana gratificante y constructiva. Todo comienza en el momento en el que abres los ojos. Utiliza estos 22 consejos para asegurarte de que te levantas temprano, sintiéndote con energía y con poder.

Despertarte sintiéndote renovado y con energía depende de tus hábitos de la noche anterior. Construye una rutina nocturna intencionada que te ayude a relajarte y te prepare para dormir. Dedica unos minutos a prepararte para el día siguiente, por ejemplo, preparando la ropa que te vas a poner o teniendo el equipo de entrenamiento listo para salir si piensas ir al gimnasio.

Nada es tan desmotivador como despertarte con el fregadero lleno de platos sucios o con la habitación desordenada y con la ropa esparcida por todas partes. Tómate unos minutos antes de acostarte para ordenar tus espacios vitales. Así, te levantarás más relajado porque todo está limpio y ordenado. Esto te ayudará a sentir que cada día es un nuevo comienzo y una oportunidad para empezar de nuevo.

Antes de irte a dormir, dite a ti mismo que te vas a levantar renovado y que estás deseando que llegue el día de mañana. Acuéstate con pensamientos positivos sobre el día siguiente, de modo que te programes para despertarte sintiéndote feliz y con energía. Esto puede parecer una tontería, pero tus primeros pensamientos por la mañana suelen reflejar los últimos que tuviste antes de dormirte.

Los rituales para dormir son hábitos que indican a tu cerebro que es hora de acostarte. Deben ser pequeñas actividades tranquilizadoras que calmen tu mente y te permitan relajarte. Pueden incluir preparar una taza de té de manzanilla o leer un libro antes de dormir.

Si quieres sentirte fabuloso por la mañana, es importante que te permitas descomprimir y desconectar antes de acostarte. Deja de consultar el correo electrónico y evita las redes sociales al menos una hora antes de dormir. En su lugar, dedica un tiempo a reflexionar sobre tu día y a pensar en lo que te entusiasma para mañana.

Si te acuestas y te levantas a la misma hora todos los días, tu cuerpo sabrá qué esperar: cuándo es la hora de dormir y cuándo la de levantarte. Deberías aspirar a conseguir tu cantidad ideal de sueño la mayoría de las noches, normalmente entre siete y nueve horas.

Muchas personas de éxito y de alto rendimiento son madrugadoras y consiguen hacer muchas cosas antes de que la mayoría de la gente haya tomado su primer sorbo de café. Pero, como describe Hal Elrod en The Miracle Morning, no se trata solo de despertarte temprano, sino de tener un ritual matutino que te ayude a crear la vida que realmente quieres vivir.

Muchos de nosotros somos culpables de pulsar el botón de snooze cuando la alarma nos despierta. La cama es muy acogedora y es fácil querer dormitar unos minutos más. Sin embargo, pulsar el botón de snooze de la alarma indica que no estás preparado para el día, lo que te priva de despertarte con un propósito.

Si te levantas cada día con un sentido de ambición y sintiéndote decidido a hacer algo de tu día, te estás preparando para un día satisfactorio. Empieza tu día con intención y siéntete motivado para lanzarte a ello.

Si te sientes constantemente perezoso y aburrido por las mañanas, intenta cambiar la forma en la que afrontas el día cambiando tu actitud respecto al sueño. Por ejemplo, ¿alguna vez estuviste cansado la mañana de Navidad cuando eras niño, aunque no hubieras dormido mucho? Por supuesto que no. Eso es porque te despertaste emocionado. Aunque no hayas dormido lo suficiente, no ibas a bajar el ritmo.

Es difícil llenarte de energía si te levantas de mal humor. Te lo haces a ti mismo cuando te dices constantemente que estás agotado. Prueba con el sueño placebo para animarte rápidamente. Dite a ti mismo que te sientes descansado y que estás lleno de energía y listo para salir. Tu mente hará lo mismo.

Si mueves el despertador al otro lado de la habitación, te obligarás a levantarte para apagarlo. Esto reducirá las ganas de volver a dormir, ya que te hará levantarte y moverte a primera hora.

Mantén una rutina matutina corta y fácil de realizar. Si tienes una enorme lista de cosas que tienes que hacer cada mañana, no es de extrañar que te sientas abrumado y agotado incluso antes de salir de la cama. Si tienes una rutina matutina sencilla, serás más propenso a cumplirla y empezarás el día sintiéndote relajado y tranquilo.

En “El poder del hábito”, el autor Charles Duhiggs habla de cómo la creación de hábitos se reduce básicamente a tener una señal para hacer algo, seguida de una rutina, seguida de una recompensa. Asegúrate de que construyes tu rutina matutina de tal manera que estés creando un día positivo para ti. Tu rutina no debe ser solo para prepararte; debe ser para prepararte para el día.

No permitas que el estrés y la ansiedad hagan estragos en tu mañana. Tranquiliza tu mente dedicando tiempo al silencio intencionado. Es una oportunidad para meditar, practicar la atención plena o simplemente sentarte en silencio y permitirte sentir la paz. Empieza con cinco minutos y aumenta la duración con el tiempo si te resulta útil.

Como parte de esta práctica de encontrar la paz por la mañana, tómate un momento para reflexionar sobre tu vida y todas las cosas por las que estás agradecido. Empezar el día con gratitud puede cambiar toda tu perspectiva e influir en tu forma de reaccionar y tomar decisiones.

Sigue el consejo de Arianna Huffington: Cuando llegue la hora de dormir, guarda el móvil por la noche. Huffington lo mantiene fuera de su dormitorio. Otra opción es ponerlo en modo avión.

Otro beneficio de mantener tu teléfono fuera de tu habitación es que no tendrás la tentación de revisar el correo electrónico o las redes sociales a primera hora de la mañana. Hacer esto ayuda a evitar que el estrés y la ansiedad invadan tu mañana. No te distraigas empezando el día respondiendo a las necesidades de otras personas. Empieza tu día en tus términos.

Haz lo que es significativo para ti por la mañana y establecerás un tono positivo para todo el día. Si eso significa salir a correr porque valoras el ejercicio y quieres hacerlo, hazlo. Si valoras pasar tiempo con tu familia, entonces saca tiempo para eso.

Algunas mañanas no podrás cumplir con tu rutina. Surgirá algo, algo te despistará y no podrás hacer las cosas como las harías normalmente. No pasa nada. Sé flexible y reconoce que la interrupción de tu rutina matutina es inevitable, no significa que todo tu día esté arruinado.

Comienza el día con una mentalidad proactiva. Haz que tus mañanas se centren en atender tus propias necesidades y objetivos, y programa tu día en consecuencia. Empieza por eliminar al menos una tarea que esté en tu lista de prioridades.

La clave para elaborar el régimen matutino perfecto es experimentar con lo que mejor te funciona. Prueba diferentes rutinas y averigua lo que te hace feliz. Algunas cosas funcionarán mejor para ciertas personas que para otras: debes estar abierto a moldear tu mañana en función de lo que te funcione a ti.