No importa cuánto talento tengas o lo que hayas conseguido, hay ciertas frases que cambian instantáneamente la forma en que la gente te ve y pueden arrojar para siempre una luz negativa.
Hay algunas cosas que simplemente no debes decir nunca en el trabajo. Estas frases tienen un poder especial: tienen una extraña habilidad para hacerte quedar mal incluso cuando las palabras son ciertas. Y lo peor de todo es que no hay vuelta atrás una vez que se han dicho.
No me refiero a los chistes de mal gusto o los pasos en falso políticamente incorrectos. Estas no son las únicas formas de quedar mal.
A menudo son los comentarios sutiles - los que nos pintan como incompetentes y poco seguros - los que hacen más daño.
Independientemente del talento que tengas o de lo que hayas conseguido, hay ciertas frases que cambian instantáneamente la forma en la que la gente te ve y que pueden hacer que quedes mal parado para siempre. Estas frases están tan cargadas de implicaciones negativas que minan las carreras en poco tiempo.
¿Cuántas de estas frases has escuchado últimamente en la oficina?
1. "No es justo"
Todo el mundo sabe que la vida no es justa. Decir que no es justo sugiere que crees que la vida debe ser justa, lo que te hace parecer inmaduro e ingenuo.
Si no quieres quedar mal, tienes que ceñirte a los hechos, ser constructivo y dejar de lado tu interpretación. Por ejemplo, puedes decir: "Me he dado cuenta de que le has asignado a Javier ese gran proyecto que esperaba. ¿Te importaría decirme qué ha sido lo que ha determinado esa decisión? Me gustaría saber por qué pensaste que yo no era una buena opción, para poder trabajar en mejorar esas habilidades".
2. "Así es como se ha hecho siempre"
Los cambios impulsados por la tecnología se producen con tanta rapidez que incluso un proceso de hace seis meses puede quedar obsoleto. Decir que siempre se ha hecho así no solo te hace parecer perezoso y resistente al cambio, sino que puede hacer que tu jefe se pregunte por qué no has intentado mejorar las cosas por tu cuenta. Si realmente estás haciendo las cosas como siempre se han hecho, es casi seguro que hay una forma mejor.
3. "No hay problema"
Cuando alguien te pide que hagas algo o te da las gracias por hacer algo y tú le dices que no hay problema, estás dando a entender que su petición debería haber sido un problema. Esto hace que la gente se sienta como si te hubiera impuesto algo.
Lo que debes hacer en cambio es mostrar a la gente que estás contento de hacer tu trabajo. Di algo como "Ha sido un placer" o "Estaré encantado de ocuparme de eso". Es una diferencia sutil en el lenguaje, pero que tiene un gran impacto en la gente.
4. "Esto puede ser una idea tonta..."/"Voy a hacer una pregunta estúpida"
Estas frases excesivamente pasivas erosionan instantáneamente tu credibilidad. Incluso si acompañas estas frases con una gran idea, sugieren que te falta confianza, lo que hace que las personas a las que te diriges pierdan la confianza en ti.
No seas tu peor crítico. Si no tienes confianza en lo que dices, nadie más la tendrá. Y, si realmente no sabes algo, di: "No tengo esa información ahora mismo, pero lo averiguaré y te lo diré enseguida".
5. "Esto solo te llevará un minuto"
Decir que algo solo lleva un minuto socava tus habilidades y da la impresión de que te apresuras en las tareas. A no ser que vayas a completar literalmente la tarea en 60 segundos, no dudes en decir que no te llevará mucho tiempo, pero no hagas que parezca que la tarea se puede completar antes de lo que realmente se puede terminar.
6. "Voy a intentarlo"
Al igual que la palabra "pensar", "intentar" suena a tentativa y sugiere que te falta confianza en tu capacidad para ejecutar la tarea. Asume plenamente tus capacidades. Si te piden que hagas algo, comprométete a hacerlo o ofrece una alternativa, pero no digas que lo intentarás porque suena a que no te vas a esforzar mucho.
7. "Es un vago/incompetente/imbécil"
No hay nada bueno en hacer un comentario despectivo sobre un compañero. Si tu comentario es acertado, todo el mundo lo sabe, así que no hay necesidad de señalarlo. Si tu comentario es inexacto, eres tú quien acaba pareciendo un idiota.
Siempre habrá personas maleducadas o incompetentes en cualquier oficina, y lo más probable es que todo el mundo sepa quiénes son. Si no tienes el poder de ayudarles a mejorar o de despedirles, no ganas nada difundiendo su ineptitud. Anunciar la incompetencia de tu compañero es un intento inseguro de hacerte parecer mejor. Tu insensibilidad se volverá inevitablemente contra ti en forma de opiniones negativas de tus compañeros de trabajo.
8. "Eso no aparece en la descripción del trabajo"
Esta frase, a menudo sarcástica, te hace parecer como si solo estuvieras dispuesto a hacer lo mínimo necesario para seguir cobrando un sueldo, lo cual es algo malo si te gusta la seguridad laboral.
Si tu jefe te pide que hagas algo que te parece inadecuado para tu puesto, en lugar de moral o éticamente inapropiado, lo mejor es completar la tarea. Más tarde, organiza una conversación con tu jefe para discutir tu papel en la empresa y si la descripción de tu puesto necesita una actualización. Así evitarás parecer mezquino. También permite que tú y tu jefe desarrolléis un entendimiento a largo plazo de lo que debe y no debe hacer.
9. "No es culpa mía"
Nunca es buena idea echar la culpa. Rinde cuentas. Si has tenido algún papel - por pequeño que sea - en lo que ha salido mal, asúmelo. Si no es así, ofrece una explicación objetiva y desapasionada de lo ocurrido. Limítate a los hechos y deja que tu jefe y tus compañeros saquen sus propias conclusiones sobre quién es el culpable.
En el momento en que empiezas a señalar con el dedo es cuando la gente empieza a verte como alguien que no se responsabiliza de sus actos. Esto pone a la gente nerviosa. Algunos evitarán trabajar contigo por completo, y otros atacarán primero y te culparán cuando algo vaya mal.
10. "No puedo"
A la gente no le gusta oír "no puedo" porque cree que significa que no lo haré. Decir "no puedo" sugiere que no estás dispuesto a hacer lo necesario para llevar a cabo el trabajo.
Si realmente no puedes hacer algo porque realmente careces de las habilidades necesarias, tienes que ofrecer una solución alternativa. En lugar de decir lo que no puedes hacer, di lo que puedes hacer. Por ejemplo, en vez de decir "no puedo quedarme hasta tarde esta noche", di "puedo venir mañana temprano. ¿Te parece bien?". En lugar de "No puedo hacer esos números", diga "Todavía no sé cómo hacer ese tipo de análisis. ¿Hay alguien que pueda enseñarme para que pueda hacerlo por mi cuenta la próxima vez?"
11. "Odio este trabajo"
Lo último que alguien quiere oír en el trabajo es que alguien se queje de lo mucho que odia su trabajo. Hacerlo te etiqueta como una persona negativa y baja la moral del grupo. Los jefes se dan cuenta rápidamente de los detractores que bajan la moral, y saben que siempre hay sustitutos entusiastas esperando a la vuelta de la esquina.
En resumen
Eliminar estas frases de tu vocabulario resulta muy rentable. Tienden a aparecer a hurtadillas, por lo que tendrás que controlarte hasta que hayas consolidado el hábito de no decirlas.