Los introvertidos suelen centrarse en su interior, su "mundo real" está dentro de su cabeza, mientras que los extrovertidos viven principalmente en el mundo exterior. Estas diferencias tienen una serie de implicaciones para el funcionamiento y para los negocios.
Últimamente ha habido un gran impulso en torno a la introversión. Los introvertidos están saliendo del armario, contentos de saber por qué son diferentes y decididos a estar orgullosos de sus diferencias. Y eso es estupendo. Sin embargo, esto a menudo viene acompañado de una reacción contra los extrovertidos. Tanto los extrovertidos como los introvertidos son necesarios en las empresas y en el mundo en general. Entre estos dos tipos de personas puede existir un equilibrio natural necesario para el buen funcionamiento y la productividad.
Las palabras introvertido y extrovertido son etiquetas, y siempre hay problemas con las etiquetas. Tienen el efecto de atrapar a las personas en expectativas de comportamiento y personales que pueden ser perjudiciales para su crecimiento y funcionamiento. Sin embargo, si son utilizadas de forma correcta, también pueden ser útiles. Por ejemplo, estas etiquetas no se refieren necesariamente a reglas estrictas de comportamiento. En cambio, se refieren a las pautas de energía y al enfoque de los individuos.
Los introvertidos obtienen su energía estando solos, mientras que los extrovertidos la obtienen haciendo cosas en el mundo exterior, ya sea hablando con otros o completando tareas. El enfoque también es diferente para estos dos tipos de personalidad. Los introvertidos suelen centrarse en su interior, su "mundo real" está dentro de su cabeza, mientras que los extrovertidos viven principalmente en el mundo exterior. Estas diferencias tienen una serie de implicaciones para el funcionamiento y para los negocios.
Entonces, ¿dónde funcionan mejor los introvertidos y los extrovertidos en la empresa? ¿Y cómo puedes aprovechar sus habilidades únicas en tu empresa?
Pensamiento rápido y lento
Hay bastantes pruebas de que los introvertidos y los extrovertidos piensan de forma diferente. Los extrovertidos tienden a pensar en voz alta y con rapidez, mientras que los introvertidos piensan más despacio y en silencio, en la intimidad de su propia cabeza. Por supuesto, no es una regla rígida; nada lo es con los seres humanos, pero hay pruebas sólidas que apoyan esta opinión.
Esta diferencia puede deberse a diferencias estructurales en el cerebro, así como a diferencias de personalidad y preferencias personales. Por ejemplo, un estudio de Harvard realizado en 2012 descubrió que los introvertidos tendían a tener una corteza prefrontal más desarrollada, un área del cerebro asociada al pensamiento profundo y al pensamiento abstracto. Por el contrario, las cortezas prefrontales de los extrovertidos eran menos gruesas y desarrolladas, lo que indica una diferencia en la forma en la que utilizan sus mentes.
Esta diferencia no quiere decir que los introvertidos sean mejores pensadores, únicamente que son diferentes. Y estas diferencias pueden ser muy beneficiosas para las empresas. Los pensadores rápidos son siempre necesarios, resuelven los problemas con rapidez y sugieren nuevos caminos en un momento. En cambio, los pensadores profundos son probablemente más propensos a encontrar problemas potenciales mucho antes de que afecten al trabajo, o a conectar dos ideas dispares después de una larga sesión de reflexión. En resumen, ambos tipos de pensadores son absolutamente esenciales para el funcionamiento eficaz de una empresa.
Caras públicas y privadas
Los extrovertidos suelen disfrutar siendo la cara pública de su empresa. Les gusta socializar y conocer gente nueva. Suelen disfrutar de los grandes eventos y se les dan bien las interacciones y habilidades necesarias para tener éxito en ellos. Sin embargo, a la mayoría de los introvertidos no les gusta ninguna de estas cosas y a menudo las encuentran agotadoras y demasiado estimulantes. Prefieren estar solos o con un pequeño grupo de amigos. Esto puede ser un lastre para una empresa que necesita una cara pública.
La diferencia entre los introvertidos y los extrovertidos en este caso puede deberse a las diferencias en la forma en la que sus cerebros reaccionan a la dopamina. Los estudios demuestran que los extrovertidos muestran una respuesta muy fuerte en las secciones de recompensa de su cerebro a los eventos que experimentan como positivos. Esto significa básicamente que obtienen una recompensa mucho mayor de su propio cerebro en respuesta a la estimulación externa. Por el contrario, como los cerebros de los introvertidos reaccionan de forma diferente a la dopamina, es más probable que se cansen y se sobreestimulen con la misma entrada externa.
En los negocios, comprender esta diferencia puede ser muy beneficioso. En vez de intentar oponerse a esta proclividad natural, un introvertido que encuentre agotador el aspecto público podría elegir conscientemente formar equipo con un extrovertido. Hay grandes ejemplos de cómo esta estrategia puede dar resultados, como la asociación de Steve Jobs y Steve Wozniak. Esta idea también puede funcionar a menor escala, y a menudo la asociación de un introvertido y un extrovertido es la forma más natural y eficaz de hacer bien el trabajo.