Cómo superar la ansiedad empresarial, desterrar el estrés y alcanzar tus objetivos

12 hábitos que te ayudarán a vencer la ansiedad, volver a centrarte y sobresalir.

En 2006, Craig Ballantyne, de 30 años y confeso "sabelotodo", ingresó en la sala de urgencias del Hospital General de Toronto con síntomas de "ataque al corazón", dos veces.

En realidad, este empresario tan exigente sufría ataques de ansiedad debilitantes provocados por su estilo de vida: jornadas laborales de 12 horas sin límites ni estructura, y fiestas hasta las 3 de la madrugada varias noches a la semana.

Más de 40 millones de personas sufren algún tipo de ansiedad. "Estás confundido, abrumado, reactivo y funcionando al 60% de tu capacidad, en el mejor de los casos", dice Ballantyne. "Pero si tienes las herramientas adecuadas, estarás bien - y volverás al 100% tan rápido como sea humanamente posible".

En su libro "Unstoppable", Ballantyne esboza estrategias de afrontamiento para vencer la ansiedad y convertirte en una persona de alto rendimiento constante. Estas son 12 de ellas.

Evita el "síndrome de la comparación", cuando crees que tienes que seguir lo que hacen los demás, especialmente si está desalineado con tus valores.

Ballantyne aprendió esto por las malas, perdiendo más de 250.000 dólares. En aquel momento, su negocio se centraba en la salud y el fitness. Muchos de sus competidores ofrecían libros de cocina gratuitos a los clientes a cambio de una pequeña tarifa de envío y gestión; así que se asoció con un chef y contrató a cinco personas para producir un libro. Tardó 12 meses en darse cuenta de que el proyecto no estaba alineado con sus valores, misión y objetivos (¡ni siquiera le gustaba cocinar!). "Corté por lo sano y despedí a cinco personas en un solo día. Fue el peor día de mi carrera", recuerda Ballantyne.

El refuerzo positivo también puede provocar desajustes. "Tus compañeros pueden unirse a tus borracheras o alabar las largas horas que dedicas al trabajo", dice. "Pero esos comportamientos te están apartando de prioridades más altas: como salir con alguien o tener una familia".

Ballantyne recomienda hacer una lista de todas las personas de tu vida y al lado de cada nombre poner una marca positiva si la persona reduce tu ansiedad, o una marca negativa si la persona la aumenta. A continuación, haz una lista de las 10 personas con las que pasas más tiempo junto a tus cinco principales objetivos y valores. ¿Son congruentes las listas?

"Mi socio comercial, Bedros Keuilian, tiene casi 100 números bloqueados en su teléfono", dice Ballantyne. "Puede parecer duro, pero el resultado es que no pierde minutos preciosos tratando con 'vampiros de energía', gente negativa y cotillas".

"Deja de seguir, de ser amigo, silencia o bloquea cualquier influencia negativa en las redes sociales", añade.

Ballantyne dice que los emprendedores anhelan la libertad, pero tener total autonomía puede llevar a tomar malas decisiones de gestión del tiempo que aumenten tu estrés.

"Acuéstate y levántate a la misma hora todos los días, los siete días de la semana", dice Ballantyne. "Y no pulses nunca el botón de snooze. Como dice mi amigo Bedros, cuando optas por el snooze, le estás diciendo a tus sueños y esperanzas que pueden esperar".

"A continuación, lee o escucha algo positivo. A continuación, ponte a hacer cosas en tu tarea más importante antes de mirar siquiera el correo electrónico o las redes sociales. Si te centras en las peticiones urgentes o las 'urgencias' de otras personas, nunca alcanzarás tus propios objetivos.

"Después de un día productivo, planifica tu siguiente jornada. Empieza con una descarga de ideas de 10 minutos, priorizando todo de más a menos importante. Recuerda: si estás haciendo una lista de tareas por la mañana, ¡ya es demasiado tarde!"

"La autorreflexión es una de las mejores herramientas para identificar las conexiones 'causa-efecto' entre tus comportamientos y problemas", dice Ballantyne.

"Una hora antes de acostarte, repasa tu día. Pregúntate: '¿Por qué estaba tan ansioso? Quizá fue por el exceso de cafeína. Tal vez la copa de vino que bebiste la noche anterior para 'relajarte' en realidad interrumpió tu sueño y te hizo despertarte tarde. Tal vez revisar el correo electrónico o las redes sociales a primera hora te lanzó a un modo reactivo y te robó una hora de tu día".

"Cuando están estresados, la mayoría de las personas se encorvan y hacen respiraciones cortas y superficiales que se asemejan a una leve hiperventilación", explica Ballantyne. "En lugar de eso, siéntate erguido, respira por el vientre: inhala durante cuatro segundos, mantén la respiración durante siete segundos y exhala durante ocho segundos, y luego repite. Esta técnica calmará tu cuerpo y tu mente en solo uno o tres minutos".

"Es fácil caer en la trampa de pensar que tu vida es un fracaso porque el negocio de tu amigo hizo 10 millones de dólares el año pasado mientras que el tuyo 'solo' llegó a un millón", dice Ballantyne.

Practicar la gratitud te ayuda a darte cuenta de lo mucho que tienes en realidad, añade. "La mayoría de las cosas por las que estoy agradecido no son caras: el gimnasio, las almendras cubiertas de chocolate, mi perro, Bally, que falleció hace poco, y ahora mi nueva perra, Daisy Mae.

"Empieza por dar las gracias por los logros diarios, como cerrar un trato, escribir 500 palabras de contenido o tener por fin una conversación difícil. Pronto, será más fácil reconocer todas las cosas y personas positivas en tu vida".

Ballantyne envía tarjetas a amigos, familiares y colegas todos los días. Calcula que le cuesta más de 1.000 dólares al año en materiales, tiempo de escritura y franqueo.

"Cuando pongo cada tarjeta en el buzón, digo 'gracias' en voz alta. Empieza enviando una tarjeta a la semana. Este pequeño hábito podría ser la terapia que falta en tu vida".

"Los emprendedores que trabajan duro, especialmente los de origen humilde, piensan que tienen que hacerlo todo ellos mismos", dice Ballantyne.

"No puedes hacerte rico haciendo tú mismo trabajos de 10 dólares la hora como la lavandería, las tareas administrativas y la preparación de la comida. Haz la inversión a corto plazo de contratar y formar a alguien que te ayude. No vives en la misma época que tus padres, que lo hacían todo ellos mismos. Tienes permiso para dejar de lado la culpa y centrarte en lo que importa".

"Pasa las oportunidades por el filtro de tus valores", recomienda Ballantyne. "Por ejemplo, si tu familia es tu máxima prioridad, establece el límite de no trabajar ni viajar por negocios los domingos, o comprométete a un "día familiar sin dispositivos" para estar plenamente presente con tus seres queridos".

"Está científicamente demostrado: lo que metes en tu cuerpo provoca efectos fisiológicos que cambian rápidamente cómo te sientes y rindes", afirma Ballantyne. "Por ejemplo, la cafeína es un estimulante que aumenta la adrenalina, y posteriormente la ansiedad. El alcohol puede deshidratarte y también aumenta la ansiedad".

"Los grandes de la historia, desde Charles Darwin hasta Charles Dickens, resolvieron problemas y crearon obras maestras mientras caminaban", dice Ballantyne. "Baja el ritmo, aparta el teléfono y da un paseo al sol. Tus días se transformarán".

"Evita el aislamiento a toda costa", advierte Ballantyne. "Sufrir en silencio exacerba la ansiedad; hablar con alguien alivia tus miedos y te calma. Creo que todo el mundo debería también acudir a un terapeuta. Algo insignificante puede ser cien veces más influyente de lo que crees".

Conclusión: "Tus elecciones y acciones te acercan o alejan de tus objetivos", dice Ballantyne. "Si no sabes por dónde empezar, recuerda: La acción vence a la ansiedad. El movimiento vence a la meditación. El trabajo vence a la preocupación".