La vida pasa en un instante
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Los recuerdos te hacen sentir una calidez por dentro, pero a veces también te desgarran. ~ Haruki Murakami

Nada dura para siempre, excepto los recuerdos.

Los recuerdos deberían haber sido como las Ranas de Chocolate de Harry Potter. No sabemos que vamos a obtener a continuación, pero podemos intercambiarlas, tirarlas, y conservar las que nos gustan. Son como la cicatriz de Harry, estarán con nosotros para siempre.

Los recuerdos son parte de nosotros. Estamos incompletos sin ellos. Constituyen todo por lo que hemos pasado. Los recuerdos determinan quienes somos en realidad.

Sin embargo, a veces, solo algunas veces, desearíamos poder olvidar para siempre lo que no queremos recordar.

Por ejemplo:

Cuando las personas que conoces se convierten en las personas que conocías. Y recuerdas los buenos momentos que tuviste con ellos.

Cuando pierdes a alguien cercano para siempre. Los recuerdas y te das cuenta de que no los volverás a ver, u oír sus voces nunca más.

Cuando piensas en las cosas que te quedaron por decir.

Cuando le hablas mal a un amigo, y fue esa la última vez que hablaste con esa persona.

Cuando te maltrataron o acosaron, y te dejaron una cicatriz permanente.

Cuando te hicieron algo que no estaba bien y le afectó a alguien de una manera que no podrías haber imaginado.

Hay momentos en los que desearía poder retroceder en el tiempo y hacer desaparecer toda la tristeza, pero tengo la sensación de que si lo hiciera, la alegría desaparecería también. ~ Nicholas Sparks

Un momento épico puede darte toda una vida de recuerdos. Pero no apreciamos el momento cuando está ocurriendo.

Somos personas ocupadas.

Los recuerdos nos dan una oportunidad de revivir los buenos momentos, de recordar el pasado.

Los recuerdos del día en el que le compraste a un vagabundo la que quizás fuera su única comida del día, o cuando le cediste tu asiento a una mujer embarazada y ella te bendijo.

Cuando les hiciste un regalo a tus padres con tu primer sueldo.

Cuando alguien con quien ni siquiera habías hablado antes, te alegró el día al apreciar algo que hiciste.

Cuando cuatro de vosotros compartisteis el último paquete de fideos instantáneos en el albergue.

Cuando fuiste de vacaciones con tus mejores amigos.

La primera vez que le pediste salir a alguien, y esa persona dijo sí de forma inesperada.

El momento en que has pasado más vergüenza de toda tu vida, y que todavía es el objeto de todas las burlas en tu grupo de amigos.

Cuando tu pareja te regaló lo que siempre habías querido, y nunca te acuerdas de decírselo.

La última vez que compartiste unas risas con tus abuelos. Las muchas veces que dejaste orgullosos a tus padres. Las veces que tus hermanos te admiraron.

Cuando luchaste por hacer lo correcto.

Pasión. Vergüenza. Euforia. Éxito. Peleas. Miedo. Lástima. Karma. Risas. Cada sentimiento en el que puedas pensar tiene esos recuerdos asociados a ellos. Tiene a personas asociados a ellos.

Los seres humanos, no los lugares, son los que crean los recuerdos. ~ Ama Ata Aidoo

De modo que, ¿qué hacen los recuerdos?

Te desconciertan, luchan contra ti. Te unen a cadenas que nunca existieron.

Hacen que los ojos se te llenen de lágrimas, de felicidad o tristeza.

Te dejan sin respiración. Te engañan para que hagas cosas que de otro modo no habrías hecho. Te dejan con la mirada y el pensamiento en las nubes.

Pierdes la claridad. Pierdes la conciencia. Dejas de estar presente.

La mayoría de las cosas se olvidan con el tiempo. Incluso la guerra misma, la lucha a vida o muerte que sufrieron las personas es ahora algo de un pasado lejano. Estamos tan absortos en nuestras vidas cotidianas que los acontecimientos del pasado pasan a un segundo plano. Tenemos demasiadas cosas en las que pensar todos los días, demasiadas cosas nuevas que aprender. Pero aun así, no importa cuánto tiempo pase, no importa lo que ocurra durante ese tiempo, hay algunas cosas que nunca vamos a olvidar, recuerdos que nunca podemos borrar de nuestra memoria. Se quedan con nosotros para siempre, como una piedra angular. ­~ Haruki Murakami

Los recuerdos pueden animarte. Te pueden hacer crecer. Te pueden destruir.

Pueden ayudarte a vivir la vida que quieres. Pueden llevarte a un punto sin retorno.

Puede aceptarlos o puedes luchar contra ellos.

La vida es corta, y solo vives una vez. Crea recuerdos de los que puedas estar orgulloso.

Vive la vida de la manera que deseas. Haz cosas que siempre has querido hacer. Las cosas que más te gustan.

Habla con personas nuevas. Sigue en contacto con las que ya conocías. Arregla amistades rotas. Los recuerdos que otros tienen de ti son lo único que dejas en el mundo cuando mueres.

Los recuerdos pueden ser felices o tristes, pero asegúrate de que esos recuerdos no son remordimientos.

Cuando reflexionas sobre el tiempo pasado, revives experiencias de nuevo. Asegúrate de que cuando hagas esto, eres capaz de sonreír, y felicítate por ello.

En este momento, recuerdo la primera vez que fui de vacaciones con mi familia. La fotografía de mis padres, mi hermana y yo en Darjeeling, hace quince años, me devuelve la mirada desde la pared.

Sonrío. Y decido llevarlos hoy a cenar.

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