¿Tienes un problema porque tu oficina es pequeña? Esto es lo que necesitas para solucionarlo.
Winston Churchill dijo en una ocasión con razón: "Nosotros damos forma a nuestros edificios; después, ellos nos dan forma a nosotros". Antes se pasaba por alto constantemente la importancia de un espacio de oficina. Sin embargo, al centrarse tanto en el aumento de la productividad de los empleados, el diseño de los espacios de oficina se ha ganado el protagonismo y se ha convertido en una consideración importante a la hora de dirigir una empresa.
Sin embargo, un espacio de oficina grande y cómodo con cabinas privadas rara vez se ve más allá de las pantallas de cine. La realidad es que hay una enorme limitación de espacio y, por lo tanto, los espacios de oficina se están reduciendo, por lo que es muy importante optimizar incluso los espacios más pequeños. Estos son algunos consejos para aprovechar al máximo los espacios de oficina más pequeños.
1. La flexibilidad es el nuevo mantra
Di adiós a los espacios rígidos con una intención de uso definida e introduce una ola de versatilidad en la distribución de tu oficina. Aunque el uso de muebles plegables o deslizantes es una buena forma de introducir flexibilidad en el espacio de la oficina, una mejor manera de conseguirlo es mediante una planificación inteligente del espacio que ayude a modificar la zona según sea necesario. Por ejemplo, se pueden utilizar las paredes para mostrar las presentaciones en lugar de instalar pantallas de proyección. El uso de innovadores separadores que hacen las veces de tablón de anuncios puede ayudar a crear espacios de trabajo compartidos pero privados para los empleados, al tiempo que proporcionan una utilidad adicional.
Las salas de reuniones o conferencias también pueden diseñarse para ser más flexibles en cuanto al tamaño de las reuniones. Disponer de pantallas únicas que puedan dividir una sala grande en varias salas de reuniones es una forma inteligente de ahorrar el espacio que a menudo no se utiliza en la sala para reuniones más pequeñas.
2. Ten en cuenta la selección de materiales
Los materiales pesados, como la piedra, el mármol o las alfombras, pueden hacer que el espacio parezca estrecho y más pequeño de lo que realmente es. Aunque estos materiales pueden parecer lujosos y sofisticados desde el punto de vista estético, también pueden resultar demasiado asfixiantes cuando se utilizan en espacios pequeños. En su lugar, utiliza materiales más ligeros, como la madera, y emplea acabados sencillos para que el espacio parezca más aireado y, por lo tanto, dé la impresión de ser más grande.
Los muebles pesados, como los sofás y los escritorios grandes, ocupan demasiado espacio y hacen que una oficina pequeña parezca abarrotada. En su lugar, utiliza muebles más ligeros y cómodos, como sillas multifuncionales y escritorios móviles en los espacios comunes. Una tendencia popular es la utilización de puertas o paredes de cristal para sustituir las pizarras blancas, dejando así más espacio libre para otros elementos necesarios.
3. Elimina el caos y el desorden
Haz una purga y deshazte de todos los muebles o equipos innecesarios de la oficina que no necesites. Cuando hay desorden en un espacio pequeño, el espacio puede parecer demasiado congestionado, lo que provoca un descenso de la productividad de los empleados. Utiliza soluciones de almacenamiento inteligente y dispositivos inteligentes para ordenar el complicado cableado de la oficina y hacer que esta parezca menos abarrotada.
También es una gran idea utilizar un servicio en la nube para almacenar tus datos en lugar de tener un rastro de papel que necesita espacio físico para su almacenamiento.
4. Juega con la luz
La iluminación puede marcar una gran diferencia en la productividad de los empleados. Los estudios demuestran que, por el simple hecho de estar en una habitación mejor iluminada, los empleados trabajan mejor, mientras que los espacios oscuros pueden hacer que se sientan aletargados y somnolientos.
Aprovecha cualquier oportunidad de acceder a la luz natural y utilízala en tu espacio de oficina. Los espacios pequeños sin ventanas adecuadas pueden hacer que el espacio resulte claustrofóbico. Si no es posible utilizar la luz natural, opta por una iluminación superior inteligente de LED en lugar de lámparas de mesa o de pie, ya que ocupan un espacio innecesario.
5. Difumina los límites de las zonas comunes
Cuando se trabaja en una oficina pequeña, cada centímetro de espacio es vital y crítico en la distribución. Asegúrate de utilizar de forma inteligente las zonas comunes y hazlas funcionales para el trabajo. Las salas de reuniones y las cafeterías deben ser lo suficientemente flexibles como para utilizarlas para trabajar en caso de que los empleados sientan la necesidad de cambiar de sus diminutos cubículos. Las cafeterías pueden convertirse en zonas de reuniones informales improvisadas para sesiones rápidas de brainstorming. Asegúrate de que, aunque haya zonas separadas en tu oficina, cada espacio sea flexible y pueda convertirse en otro propósito.