La ropa que nos ponemos representa nuestra personalidad y nuestros sentimientos
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La ropa no solo habla de ti a los demás, sino que también te habla a ti. En psicología, esto se denomina "cognición de la ropa".

El Journal of Experimental Psychology afirma que el color, la comodidad, el ajuste y el estilo de nuestra ropa pueden afectar directamente a nuestros niveles de confianza. Más del 96% de las personas afirman haber cambiado su estado emocional con un cambio en su estilo de vestir.

Por ejemplo, a un grupo de médicos se les entregó una "bata blanca de laboratorio" y se les pidió que realizaran una serie de pruebas. A otro grupo de médicos igualmente cualificados se les pidió que realizaran las mismas tareas sin la "bata blanca". El grupo que llevaba la bata de laboratorio actuó sin problemas, mientras que los que llevaban ropa informal cometieron más errores. Esto se repitió con varios grupos grandes de personas, y cada vez, el resultado fue el mismo.

Está comprobado que simples señales de ropa, como una gran cara sonriente en la camiseta o sudadera, hacen que uno esté significativamente más feliz y relajado. Las personas que se ponen ropa de entrenamiento al despertarse se sienten más "preparadas" para hacer ejercicio.

¿Por qué las personas de éxito se ponen la misma ropa todos los días?

Los colores tienen un gran impacto en el estado de ánimo:

  • Blanco - estado emocional limpio, frescura, pureza, concentración.
  • Amarillo - felicidad.
  • Rojo - excitación, sensualidad (el uso excesivo puede ser un signo de búsqueda de validación externa).
  • Azul claro - serenidad, profesionalidad.
  • Azul oscuro - consistencia, fiabilidad (el uso excesivo también puede significar estados de ánimo deprimidos).
  • Verde - curativo, calmante (el uso excesivo de ciertas tonalidades de verde puede significar envidia).
  • Naranja - energía, entusiasmo.
  • Rosa - romance.
  • Marrón - fundamento, fiabilidad (el uso excesivo puede significar complejo de inferioridad).
  • Negro - poder (el uso excesivo constante puede significar baja energía o mal humor).
  • Púrpura - espiritualidad, misticismo, etc.

Además, se ha descubierto que las personas más felices se preocupan por vestir bien, mientras que las personas con traumas, comprensiblemente, no dan importancia a su ropa. Por ejemplo, se ha descubierto que las personas con depresión clínica se inclinan por la ropa mal ajustada casi siempre. Mientras que las personas diagnosticadas de ansiedad hacen lo contrario: se obsesionan con el atuendo hasta límites insanos. Al cambiar su forma de vestir, las mismas personas son capaces de mejorar sus estados mentales durante el día.

La investigación indica que el estilo repetitivo de la ropa puede ser un indicio de la falta de voluntad de abrirse a nuevas experiencias y a nuevas personas, una falta de voluntad de abrirse a los colores y a las alegrías de la vida. Esto toca la fibra sensible, ya que los jefes como Steve Jobs y Mark Zuckerberg cultivaron la tendencia de vestirse de forma similar todos los días... pero la píldora difícil de tragar es que mientras estos titanes fueron súper exitosos, y tenemos mucho que aprender de ellos, también tenían un montón de traumas mentales.

5 razones para ponerte todos los días la misma ropa

Steve Jobs ha hablado abiertamente de su dolor emocional, mientras que a Zuckerberg se le ha diagnosticado el síndrome de Asperger. Se podrían plantear preguntas sobre iconos como Tom Ford y Karl Lagerfeld, los trajeados. Una simple observación es que, aunque estas estrellas prefieren un esmoquin casi a diario, se permiten una gran variedad de texturas, patrones, cortes y accesorios en sus trajes, por lo que no hay monotonía.

Aunque no se trata de un juicio definitivo sobre la vestimenta y el estado emocional, la evidencia y la experiencia hacen que sea un hecho innegable que lo que llevamos regularmente está vinculado a nuestra mente. Nuestra ropa intensifica nuestra energía emocional y mental. Esto también lo perciben las personas con las que entramos en contacto. Tenemos que ser más conscientes de cómo la ropa afecta a nuestro estado de ánimo, y viceversa, de cómo nuestro estado de ánimo se ve afectado por nuestra forma de vestir.

Palabras finales: aunque la ropa no te define, puede ser un factor de bienestar y una forma de expresión personal. Haz del mundo tu pasarela.

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