4 habilidades que debes adquirir para convertirte en un buen mentor

A lo largo de tu vida laboral, existe la posibilidad de que en algún momento te veas obligado a enseñar a alguien o convertirte en su mentor.

Esto puede ser una parte normal del trabajo para ti, sin embargo, las personas que nunca se hayan visto en una situación similar podrían no saber cómo actuar. Algunas habilidades relacionadas con esto pueden aprenderse, mientras que otras dependerán de tu tipo de personalidad. Si deseas convertirte en un mentor eficaz, las siguientes habilidades pueden resultar particularmente útiles.

Ser capaz de relacionarte con otra persona y transmitirle información de tal forma que pueda ser aprendida requiere un cierto nivel de habilidades de comunicación. Debes ser capaz no solo de hablar con la persona o el grupo, sino también de escuchar. Si tienen algún problema con lo que les estás enseñando, ser capaz de escuchar y adaptarte es esencial. Mantener las líneas de comunicación abiertas también puede ayudar a construir una relación de trabajo más fuerte que perdurará en el futuro.

Cuando se trabaja con cualquier persona, un cierto nivel de empatía puede ser de gran ayuda. Comprender las emociones de tu compañero o aprendiz puede ayudarles a aprender de una forma más eficaz. Todos tenemos momentos en los que nos topamos con desafíos. Puede ser el tema, la falta de confianza en uno mismo, o incluso un factor externo como un problema personal en casa. Un poco de empatía puede hacer que los alumnos se sientan más comprendidos y ayudarles a encontrar formas de afrontar el proceso para así tener más probabilidades de éxito debido a que el resto de problemas de la persona son tenidos en cuenta.

Escuchar a la gente es de vital importancia. Esto te ayudará a descubrir los puntos fuertes y débiles de la persona, medir las áreas en las que necesita más apoyo, y si comprende o no lo que le has dicho hasta ahora. Las buenas habilidades de escucha también pueden transmitirse a los demás. Si una persona se siente escuchada y validada, también es capaz de escuchar más y validar a los demás. Por norma general, esto puede apreciarse con los padres y los hijos, pero también puede ocurrir en el lugar de trabajo.

Si tratas tu tutoría como un trabajo, no siempre tendrás éxito. Por otro lado, si estás dispuesto a dedicar a otras personas tu tiempo, o incluso a pasar un poco de tiempo después del trabajo buscando otras formas de ayudarles, existe la posibilidad de que descubras que responden mejor a tus lecciones. Si bien esto puede parecer un inconveniente, especialmente si no recibes dinero extra a cambio de ese tiempo, puede significar mucho para la persona con la que trabajas.

Ser mentor de otras personas no solo implica tener la información pertinente y transmitirla diligentemente a los demás, sino que también implica establecer una buena relación de trabajo con la otra persona y asegurarte de que esta tenga confianza en su aprendizaje.